Fracasa el primer intento del 'Challenge' de capturar en vuelo al sat¨¦lite 'Solar Max'
La tripulaci¨®n del transbordador espacial estadounidense Challenger fracas¨® ayer en su primer intento de estabilizar en vuelo el sat¨¦lite Solar Max a fin de capturarlo con el brazo articulado de la nave e introducirlo en la bodega para su reparaci¨®n. El astronauta George Nelson, encargado de inmovilizar el sat¨¦lite, se vio obligado a regresar al Challenger sin conseguir colocar el adaptador de captura en el sat¨¦lite.
Nelson hab¨ªa abandonado, con su mochila de propulsi¨®n individual, el Challenger, que se mantuvo a s¨®lo 70 metros de distancia del Solar Max. Su compa?ero James Van Hofet, equipado tambi¨¦n con una mochila de propulsi¨®n, se mantuvo en la bodega de la nave, que permanec¨ªa abierta. Un segundo intento de inmovilizar el sat¨¦lite, esta vez con el brazo articulado del transbordador, tambi¨¦n fracas¨®, seg¨²n se?al¨® la agencia espacial norteamericana NASA, que inform¨® que hoy se har¨¢ un nuevo intento para capturar el sat¨¦lite.La inmovilizaci¨®n, captura y reparaci¨®n del sat¨¦lite en el espacio es una de las misiones m¨¢s importantes de este viaje del transbordador espacial norteamericano. La operaci¨®n para reparar en vuelo el sat¨¦lite Solar Max se inici¨® con toda normalidad a la hora prevista, 4,30 de la tarde, hora peninsular. La tripulaci¨®n del transbordador, formada por cinco astronautas, avist¨® el sat¨¦lite cuando el aparato se encontraba a una distancia aproximada de 650 kil¨®metros. El primer contacto de radar se hab¨ªa producido quince minutos antes, cuando faltaban unas cuatro horas para llegar al punto de encuentro con el sat¨¦lite.
La nave, tras una maniobra de aproximaci¨®n, se situ¨® a unos 70 metros del objetivo, y Nelson, provisto de su mochila de propulsi¨®n individual o unidad de maniobra aut¨®noma, sali¨® por la bodega del Challenger hacia el sat¨¦lite.
Maniobras a 28.000 kil¨®metros por hora
En aquel momento el Challenger y el Solar Max giraban, frente a frente, a una velocidad de 28.000 kil¨®metros por hora alrededor de la Tierra, en la 33? ¨®rbita de la nave, de las 91 que est¨¢n previstas en esta misi¨®n. Nelson deb¨ªa entonces sujetar un adaptador de captura debajo de uno de los paneles del sat¨¦lite para detener el movimiento de rotaci¨®n de ¨¦ste, que gira sobre s¨ª mismo cada seis minutos. El comandante del vuelo, Robert Crippen, un veterano del espacio que ha volado otras dos veces en un transbordador espacial, deb¨ªa, con la ayuda del copiloto Dick Scobee, acercar la nave hacia el Solar Max para que el especialista Terry Hart, con la ayuda del brazo mec¨¢nico articulado de 15 metros de largo, sujetase el sat¨¦lite y lo introdujese en la bodega del Challenger, donde Nelson y otro miembro de la tripulaci¨®n, James van Hoften, lo fijar¨ªan sobre un soporte especial.
El Solar Max fue lanzado al espacio en 1980, en una ¨®rbita de unos 500 kil¨®metros de altura, y cost¨® entonces 77 millones de d¨®lares, m¨¢s de 11.500 millones de pesetas, pero s¨®lo funcion¨® durante una decena de meses. Reemplazarlo hoy, seg¨²n expertos de la NASA, costar¨ªa 235 millones de d¨®lares (35.000 millones de pesetas), mientras que la operaci¨®n de reparaci¨®n en vuelo tiene un coste calculado entre 45 y 55 entre 6millones de d¨®lares (entre 7.000 y 8.000 millones de pesetas). El sat¨¦lite fue lanzado al espacio con objeto de obtener informaci¨®n sobre los cambios de temperatura que se generan en el Sol y que a su vez modifican el sistema clim¨¢tico de la Tierra.
Siete empresas norteamericanas -McDonnell Douglas, General Electric, Fairchild Industries, Hughes Aircraft, Sperry, Adcoll Corporation y Ball Corporation- participaron en su construcci¨®n, pero el montaje final fue realizado en el centro que la NASA tiene en Goddard, cerca de Washington.
Del tama?o de un autom¨®vil, de forma paralelep¨ªpeda, el Solar Max pesa cerca de dos toneladas y est¨¢ equipado con seis paneles solares para su alimentaci¨®n el¨¦ctrica.
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