La Universidad Men¨¦ndez Pelayo rinde homenaje a la revista 'Gaceta de Arte'

La figura del cr¨ªtico de arte Eduardo Westerdahl, fallecido el pasado a?o, y su obra m¨¢s significativa, la revista de vanguardia Gaceta de Arte, que fundara y dirigiera en los a?os treinta, han sido estudiados por uno de los testigos m¨¢s directos de su vida y compa?ero de trabajo en aquella empresa literaria y art¨ªstica, el escritor Domingo P¨¦rez Minik, recientemente nombrado presidente del jurado del Premio de la Cr¨ªtica, junto al pintor Antonio Saura y los cr¨ªticos Francisco Calvo Serraler y Luis Su?en, en un ciclo de conferencias organizado por la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP).

La UIMP, que de este modo ha iniciado sus actividades en dicha capital, donde tendr¨¢ su sede regional para el archipi¨¦lago, coincidi¨® con la asociaci¨®n canaria de Amigos del Arte Contempor¨¢neo (ACA) fundada por Westerdahl, en un homenaje a ¨¦ste y, de modo particular, a la labor de Gaceta de Arte, inspirada por el mismo. Dos centenares de artistas contempor¨¢neos exponen en la actualidad obras suyas junto a escritos y recuerdos gr¨¢ficos del cr¨ªtico fallecido. El Gobierno aut¨®nomo y el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, han respaldado, junto a otras entidades culturales de las islas, estos actos de gratitud y reconocimiento a uno de los m¨¢s preciados intelectuales canarios, que tambi¨¦n fue el que impuls¨® la idea de la exposici¨®n de escultura en la calle celebrada en Tenerife a principios de los a?os 70 y en la que participaron artistas de todo el mundo.

Voluntad her¨¦tica

Su amigo de la infancia y correligionario, uno de los poco sobrevivientes de la generaci¨®n de Gaceta de Arte, Domingo P¨¦rez Minik, que recibi¨® en esta ocasi¨®n la medalla de la UIMP desvel¨® en una conferencia, cargada de todo el peso de un testimonio de primera mano, las dudas que ¨¦l mismo dijo encontrar entre quienes han analizado el fen¨®meno de la revista, -singular en la Espa?a de los a?os treinta-, cuya idea creadora, comenz¨® por aclarar, correspondi¨® a Westerdahl tras un viaje por Europa hace 54 a?os. Aludi¨® a la "voluntad her¨¦tica de reformarlo todo" y a la "in¨¦dita moral" del clan de redactores, cuyas posiciones en v¨ªsperas del 36 les cost¨® muchas v¨ªctimas posteriormente. No tuvo reparo en hablar con un tono de iron¨ªa, del "esp¨ªritu subversivo, tendencioso y conflagrativo" y de "la dial¨¦ctica m¨¢s escandalosa, colisiva y extremista", que anim¨® a los hombres de Gaceta, cuyas "peligrosas ideas" sobre el nuevo arte y el hombre nuevo eran puestas en circulaci¨®n movidas por las ¨²ltimas vanguardias de la ¨¦poca.

Grandes amores

Funcionales en los arquitect¨®nico, surrealistas en lo po¨¦tico, protestantes en lo religioso, socialistas en lo pol¨ªtico y seguidores del fil¨®sofo Bertrand Russell en cuanto a la moral, la mayor¨ªa de los autores de Gaceta de Arte, confes¨® P¨¦rez Minik, sinti¨® "grandes amores" de los que no renunci¨® a lo largo de los casi cinco a?os de "generoso quehacer animador de Eduardo Westerdahl". Record¨® la n¨®mina de desaparecidos del grupo de la revista, de la que ¨¦l es uno de los pocos que a¨²n contin¨²an con vida, y admiti¨® que a veces fueron injustos y rebeldes con los maestros de la ¨¦poca, Gald¨®s, Unamuno, Ortega y Gasset, Aza?a y Mara?¨®n, y dijo que, a pesar de lo que se piense, se sintieron vinculados a la gran transformaci¨®n l¨ªrica de la generaci¨®n del 27.El universalismo de Gaceta de Arte fue inspirador en Canarias de un clima cultural que hoy persiste y que alcanz¨® varios hitos en su tiempo, como la gran exposici¨®n superrealista de 1935, a la que asisti¨® el pope Andr¨¦ Breton, y la presencia en Tenerife del pensador Russell, cuya ideolog¨ªa y forma de ser fueron decisivas en la propia conducta de los miembros de la revista.

Al sentido diferenciado de la visi¨®n del insular expuesta por Minik se sum¨® Antonio Saura, considerando la lejan¨ªa geogr¨¢fica como una de las condiciones particulares en que surgi¨® Gaceta de Arte, junto a la propia marginaci¨®n de las artes pl¨¢sticas en Espa?a entonces. Distingui¨® las dos etapas de la revista (la primera, entre 1932 y 1935, y la segunda, en 1936), como el paso de la agitaci¨®n a la madurez, frustrada por la Guerra Civil. Saura habl¨® del "ejemplo isle?o, la publicaci¨®n m¨¢s estimulante y coherente de la Prensa art¨ªstica espa?ola de aquella ¨¦poca", que logr¨® convertirse en "un lugar de reflexi¨®n internacional", y, a pesar de su sue?o truncado, cumpli¨® su misi¨®n como recinto "del triste y hermoso combate de las ideas y de la forma".

Reflejo de la ¨¦poca

El cr¨ªtico literario Luis Su?¨¦n celebr¨® el homenaje a Gaceta de Arte, porque, seg¨²n el mismo, la revista fue fiel reflejo, en su ¨¦poca, de las tendencias literarias m¨¢s avanzadas de Europa. Resalt¨® la peculiar visi¨®n dada por los escritores y cr¨ªticos insulares de los movimientos literarios m¨¢s atrayentes de los a?os treinta fuera de Espa?a. Para el citado conferenciante Gaceta de Arte fue una experiencia casi in¨¦dita en el pa¨ªs, en aquellas fechas, en el marco de la informaci¨®n peri¨®dica literaria y logr¨® ¨¦xitos como la publicaci¨®n de poemas in¨¦ditos en castellano de Pablo Picasso. Asimismo, sirvi¨® tambi¨¦n de veh¨ªculo para un mayor conocimiento en Espa?a de tendencias como el expresionismo alem¨¢n y los impresionismos franc¨¦s y brit¨¢nicos.La labor creativa y docente de la citada publicaci¨®n fue destacada por Francisco Calvo Serraller, cr¨ªtico de arte y colaborador habitual de este peri¨®dico, que puso ¨¦nfasis en la influencia su rrealista que recibi¨® la revista, especialmente debido a la presencia en la confecci¨®n de la misma del pintor canario ?scar Dom¨ªnguez.

En su opini¨®n, Gaceta hizo posible que en Espa?a se tuviera conocimiento inmediato de las transformaciones art¨ªsticas que se registraban en el exterior (expresionismo, cubismo, surrealismo, entre otras) y jug¨® un papel determinante para aproximar al estudioso de arte espa?ol sobre las experiencias en el extranjero de artistas nacionales como Juan Gris, Salvador Dal¨ª, Pablo Picasso y Joan Mir¨®. Francisco Calvo Serraller se?al¨® que la revista no tiene parang¨®n con otras publicaciones espa?olas de la ¨¦poca y destac¨® el esp¨ªritu independiente y universal con que fue concebida desde la isla canaria de Tenerife.