Francesco Moser gan¨® la etapa pr¨®logo
Francesco Moser pulveriz¨® las esperanzas de que la etapa pr¨®logo se la adjudicara un corredor espa?ol. A excepci¨®n del corredor teka Emonds, todos los l¨ªderes de la prueba fueron espa?oles hasta casi el final. A las 17.30 horas, Moser entraba en la meta. Las se?ales que emit¨ªa el personal que le rodeaba fueron indicativas de que hab¨ªa llegado el campe¨®n con autoridad. Vilamaj¨®, Blanco y Ruiz Cabestany fueron sufriendo decepciones alternativamente. Blanco sufri¨® m¨¢s, porque Cabestany apenas pudo disfrutar de 10 minutos de liderato. Moser ya lleva el maillot amarillo. "Una semana de l¨ªder ser¨¢ suficiente para m¨ª", dijo.
Jerez de la Frontera tuvo ayer un d¨ªa de fiesta por partida doble. Primero, la Vuelta a Espa?a, con la algarab¨ªa que producen los corredores, las sirenas de las motos y la chiquiller¨ªa que se pega por las ingentes cantidades de pegatinas, sombreros y dem¨¢s parafernalia publicitaria que expulsa la Vuelta all¨¢ por donde pasa. Cuando Moser recibi¨® su maillot amarillo y la organizaci¨®n se retiraba, los altavoces instalados en la v¨ªa p¨²blica anunciaron a los vecinos un segundo espect¨¢culo: "dentro de unos momentos dar¨¢ comienzo el desfile de procesiones". El personal busc¨® sus sillas de abono. A la gente le quedaban todav¨ªa varias horas de andar por la calle.La etapa pr¨®logo no ofreci¨® demasiada emoci¨®n hasta los minutos finales. Seis kil¨®metros y trescientos metros de recorrido iban a dar para poco, aunque los especialistas pensaron que en una etapa m¨¢s corta podr¨ªan producirse muchas alteraciones. Y no fue as¨ª. El primer l¨ªder medianamente serio fue el corredor belga Emonds (8.35), del equipo Teka, que fue el primero que aguant¨® cierto tiempo en esa posici¨®n. Vilamaj¨®, del Reynolds, le desbancar¨ªa con posterioridad (8.32.74). Dur¨® alg¨²n tiempo, hasta que Blanco, que sali¨® a mitad de carrera, estableci¨® el primer list¨®n aparentemente dif¨ªcil de rebasar con 8.19.75; es decir, superaba en casi 13 segundos al corredor del Reynolds. Mucha distancia para tan poco kilometraje.
La deuda de Blanco
Parec¨ªa dif¨ªcil superar la barrera de los 8.19. As¨ª que Blanco se convirti¨® en el centro de atenci¨®n. Blanco ten¨ªa una deuda consigo mismo. El ex estudiante de BUP, 22 a?os reci¨¦n cumplidos, tres como profesional, lleva conseguidos cinco segundos puestos en etapas pr¨®logo. Es, por tanto, un curioso especialista en primeras etapas. Despu¨¦s de dedicar un supuesto triunfo ¨¢ sus padres, quienes supon¨ªa que le estar¨ªan viendo por televisi¨®n, expres¨® su temor: "?Hombre, ya est¨¢ bien de ser segundo!". Algunos corredores le felicitaban y su nerviosismo fue en aumento. Situado en la meta, estuvo m¨¢s de media hora disfrutando del liderato. Pero, a las 17.10, Ruiz Cabestany le ara?aba casi dos segundos. Mir¨® para atr¨¢s Blanco y pareci¨® lanzar una maldici¨®n; los micr¨®fonos que le rodeaban no la llegaron a recoger.
Cabestany apenas tuvo tiempo de llegar a la zona reservada para las entrevistas y disfrutar de su liderazgo. Le contaron al o¨ªdo que Gorospe, en franca desmoralizaci¨®n y del que se duda que pueda acabar la Vuelta en estos momentos, se le quedaba atr¨¢s, por lo que sac¨® la lengua en se?al de alegr¨ªa. Medio minuto despu¨¦s no necesit¨® que nadie le relatara nada porque vio c¨®mo los que acompa?aban a Moser lanzaban gritos de j¨²bilo. Para Cabestany fue el maillot blanco como primer corredor espa?ol de la clasificaci¨®n general.
Y Moser, el ¨²ltimo y, por tanto, genu¨ªno l¨ªder, se mostr¨® contundente. "Una semana de l¨ªder ser¨¢ suficiente para m¨ª". Al parecer, Moser se trajo la bicicleta revolucionaria a Jerez de la Frontera, aunque el recorrido, con un suelo nada id¨®neo, no era el adecuado para este tipo de m¨¢quina, Utiliz¨® un 53 por 13 de desarrollo.
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