La presi¨®n popular fuerza a Figueiredo a hacer concesiones sobre la futura elecci¨®n directa del presidente brasile?o

La presencia el pasado lunes de mill¨®n y medio de personas por las calles de S?o Paulo, para exigir la elecci¨®n directa del presidente de la Rep¨²blica, a los pocos d¨ªas de que un mill¨®n lo hiciera en R¨ªo de Janeiro, significa una tremenda presi¨®n popular sobre el Gobierno militar y, seg¨²n todos los indicios, ha forzado al presidente Figueiredo a presentar una propuesta de compromiso, que supone el adelanto del sufragio directo para 1988.

Coincidiendo con la manifestaci¨®n de S?o Paulo -la m¨¢s multitudinaria de la historia del pa¨ªs-, y en respuesta directa, aunque no completa, al clamor popular, el actual presidente, Jo?o Figueiredo, apareci¨® en las pantallas de televisi¨®n y explic¨® detalladamente, el mismo lunes, la enmienda que ha enviado al Congreso, para intentar neutralizar la propuesta de la oposici¨®n que -con el mismo objetivo que las concentraciones callejeras multitudinarias- ser¨¢ votada el pr¨®ximo d¨ªa 25.La propuesta de Figueiredo prev¨¦ elecciones directas en 1988, para un per¨ªodo de cuatro a?os. Actualmente, el mandato presidencial es de seis a?os y el presidente es designado por un colegio electoral estructurado de tal manera que el partido oficialista, pese a haber sido derrotado por la oposici¨®n en las ¨²ltimas elecciones parlamentarias, conserva la mayor¨ªa de los esca?os.

Pero a la oposici¨®n, la fecha de 1988 le parece muy distante. Quiere elecciones directas ya o, para ser m¨¢s exactos, en enero de 1985.

En su tenso y breve discurso, que dur¨® exactamente 10 minutos, el general Figueiredo insisti¨® en decir que su proyecto es ante todo una incitaci¨®n a la negociaci¨®n. Reconoci¨® que ning¨²n partido puede obtener las dos terceras partes del Parlamento, dato fundamental para que sea aprobado cualquier cambio constitucional.

Algunos analistas entienden que, tras el gesto de buena voluntad del general Figueiredo, est¨¢ la constataci¨®n de que el r¨¦gimen militar no logr¨® neutralizar la enorme presi¨®n popular, capitaneada por la oposici¨®n. En las calles, la consigna es "directas ya". La respuesta del presidente fue "negociaciones ya".