La votaci¨®n de confianza que hoy presenta Mauroy puede forzar al PCF a aclarar su postura sobre la coalici¨®n de gobierno

El d¨ªa clave es hoy. Los comunistas franceses tendr¨¢n que decidir si provocan o no la ruptura de la uni¨®n de la izquierda que gobierna Francia desde mayo de 1981. El Gobierno decidi¨® ayer, en Consejo de Ministros, que el jefe del Gabinete, Pierre Mauroy, pida hoy la confianza a la Asamblea Nacional. El voto se basar¨¢ en una declaraci¨®n de pol¨ªtica general, pero la formulaci¨®n s¨®lo se conocer¨¢ en el hemiciclo esta tarde. El Partido Comunista franc¨¦s (PCF) se pronunciar¨¢ en funci¨®n de este ¨²ltimo detalle, seg¨²n declar¨® ayer mismo su secretario general, Georges Marchais, que se?al¨® que la participaci¨®n comunista en el Gobierno no es incondicional.El presidente, Fran?ois Mitterrand, y el primer ministro, Pierre Mauroy, van a forzar, de manera inminente, la "clarificaci¨®n" de la conducta de los comunistas en el Gobierno (desde 1981 contribuyen a la gesti¨®n del pa¨ªs con cuatro ministros).

El m¨¦todo escogido ha sido el parlamentario: Mauroy pedir¨¢ la confianza a la Asamblea Nacional tras una declaraci¨®n de pol¨ªtica general que englobar¨¢ todos los puntos sobre los que los comunistas se manifiestan en desacuerdo total con el Gobierno, es decir, la pol¨ªtica industrial, el plan de reestructuraci¨®n de la siderurgia y las cuestiones salariales, principalmente.

Al final de, la exposici¨®n de Mauroy, el grupo comunista puede abstenerse, votar a favor o votar en contra de la pol¨ªtica del Gobierno recitada por el primer ministro, que, dicho sea de paso, no reserva sorpresas, ya que Mitterrand est¨¢ dispuesto a no ceder ni un ¨¢pice en lo tocante a las dos cuestiones decisorias para el PCF: reconversi¨®n industrial del pa¨ªs y rigor econ¨®mico.

En cualquier caso, el Gobierno de Mauroy no arriesga su existencia, ya que el grupo socialista es mayoritario en la Asamblea. Por lo dem¨¢s, si el PCF se abstiene, la ambig¨¹edad de su situaci¨®n en la mayor¨ªa gobernante de izquierda subsistir¨¢. Si aprueba a Mauroy, su actitud quedar¨ªa clara, al menos por un tiempo y silenciar¨ªa sus cr¨ªticas. Si vota en contra, la Francia socialista conocer¨¢ su primera crisis pol¨ªtica grave; en este caso, la ruptura quedar¨ªa consumada y se impondr¨ªa un inmediato cambio de Gobierno.

Sobre el terreno, todo depender¨¢ de la declaraci¨®n de pol¨ªtica general de Mauroy. Si realmente se trata de generalidades, no pasar¨¢ nada, y ello significar¨ªa que Mitterrand ha decidido ofrecer al PCF una posibilidad de continuar en el Gobierno durante un tiempo.

Si, por el contrario, el primer ministro centra su exposici¨®n de la pol¨ªtica gubernamental en el tema de la reindustrializaci¨®n y, m¨¢s precisamente, en el plan de reconversi¨®n de la siderurgia formulado d¨ªas pasados, ser¨ªa dif¨ªcil que los comunistas pudiesen zafarse con una actitud dudosa (abstenci¨®n) tras haber acaudillado el descontento popular en la calle. La semana pasada, el l¨ªder del PCF, Georges Marchais, desfil¨® con los 50.000 obreros de Lorena llegados a Par¨ªs para gritar contra Mitterrand y su pol¨ªtica "de derecha". Por eso confirm¨® ayer que los diputados de su partido se definir¨¢n en funci¨®n de la formulaci¨®n del voto de confianza. Marchais, como Mitterrand, manifest¨® su deseo de que la uni¨®n se mantenga, pero ninguno cedi¨® respecto a sus exigencias.