La industria catalana busca soluciones en la reconversi¨®n y en las multinacionales
El boom de las actividades terciarias (comercio, turismo, transportes, servicios en general) registrado en toda Europa y EE UU paralelamente a la crisis energ¨¦tica e industrial se ha percibido tambi¨¦n en Catalu?a, donde el turismo ha sido el ¨²nico sector de la econom¨ªa que ha registrado una espectacular evoluci¨®n en los ¨²ltimos a?os, especialmente en las temporadas 1982 y 1983.El crecimiento del turismo catal¨¢n ha sido superior al del conjunto de Espa?a, con lo que Catalu?a ostenta actualmen te el 30% del peso tur¨ªstico espa?ol. Las entradas por la autopista de La Jonquera han experimentado un incremento del 75% entre 1978 y 1982 y el conjunto del turismo en Catalu?a ha registrado un incremento del 30% en ese mismo per¨ªodo.
En esa misma etapa el n¨²mero de visitantes llegados a Espa?a pas¨® de 39,9 millones a 42,01 millones, lo que equivale a un incremento del 5%.
Penetraci¨®n extranjera
El auge del sector se ha basado esencialmente en la capacidad mostrada por los empresarios catalanes de adaptarse a las variaciones de la demanda, canalizando el explosivo incremento de las modalidades tur¨ªsticas m¨¢s baratas, el autocar y el camping as¨ª como a la positiva promoci¨®n y reunificaci¨®n de proyectos realizados en los ¨²ltimos a?os por el Departamento de Turismo de la Generalitat.La penetraci¨®n del capital extranjero en vanos sectores de la industria catalana se ha visto aumentada en la ¨²ltima d¨¦cada, como tabla de salvaci¨®n para sectores como el qu¨ªmico, la metalurgia, el transporte y la alimentaci¨®n.
El 38% del total de inversiones extranjeras autorizadas en Catalu?a durante el per¨ªodo 1974-1979 se dirigi¨® al sector qu¨ªmico; el 26,4%, al siderometal¨²rgico, y el 11%, al alimentario. Contrariamente, el textil s¨®lo recibi¨® el 2,5% del capital exterior; papel y artes gr¨¢ficas, el 2,3%; y construcci¨®n, el 1,7%, mientras que piel, confecci¨®n, madera y corcho recibieron cantidades insignificantes.
Actualmente, la cifra de industrias catalanas bajo control exterior representa el 42% del total. Entre los sectores en los que la penetraci¨®n extranjera es menor y la ausencia de multinacionales es casi absoluta figuran el textil (12,69%.), herramientas (12,74%), artes gr¨¢ficas (14%) y confecci¨®n (10,7%).
La gran servidumbre externa del sector qu¨ªmico se materializa en dos aspectos, la dependencia del capital exterior y la alta subordinaci¨®n tecnol¨®gica. Las m¨¢s grandes e importantes empresas del sector -en Catalu?a, que son tambi¨¦n las mayores de Espa?a- son multinacionales: Solvay (100% de capital belga), Foret (92%, de EE UU), Hoechst Ib¨¦rica, SA, (100% alem¨¢n), Basf (100% alem¨¢n) y Ciba Geigy (100%. suizo).
La subordinaci¨®n tecnol¨®gica, derivada de la poca implantaci¨®n de la investigaci¨®n nacional, se est¨¢ pagando actualmente en elevados royalties a empresas extranjeras, siendo la industria farmac¨¦utica la que padece una dependencia mayor de las patentes extranjeras. Un aspecto positivo del sector, no obstante, se hace patente en las exportaciones, que han pasado de 10,280 millones en 1975 a m¨¢s de 63.000 millones en 1981, con un espectacular crecimiento del 516%.
Asimismo, el sector qu¨ªmico genera el 15%. del valor a?adido bruto (VAB) y el 12,6% de la mano de obra de la industria en Catalu?a, representando casi una tercera parte del conjunto del sector en Espa?a.
Escaso ¨ªmpetu alimentario
El sector alimentario genera solamente el 8% del VAB y el 8,9% de la ocupaci¨®n total en la industria catalana. El escaso ¨ªmpetu del sector alimentario -si se except¨²an algunas grandes empresas- se debe a la necesidad de abastecerse de materias primas en otras regiones o en el extranjero.La lejan¨ªa entre las empresas y el lugar de producci¨®n de la materia prima ha motivado una relativa especializaci¨®n en industrias de segunda transformaci¨®n, con poca tendencia exportadora. De sus subsectores, s¨®lo el de la fruta seca y el de los vinos espumosos de cava exportan regularmente. Este ¨²ltimo representa el 13,6% del total de exportaciones de productos alimentarios.
La falta de tradici¨®n exportadora del sector proviene de la dificultad de satisfacer las normativas exteriores y de la pr¨¢ctica inexistencia de una red comercial exterior. El total de las exportaciones alimentarias catalanas ha registrado un baj¨®n en los ¨²ltimos a?os, pasando, seg¨²n el Libro Blanco de la Exportaci¨®n, del 5,51% registrado en 1975 a un 4,33% en 1981.
El metal, atomizado
El siderometal¨²rgico es el sector de m¨¢s importancia en Catalu?a y hace ya tiempo que ha desplazado al textil. El VAB total de la industria catalana es el 24% del de la industria espa?ola en conjunto y la ocupaci¨®n, del 25%. La estructura excesivamente atomizada del metal catal¨¢n, formado esencialmente por peque?as empresas familiares de no m¨¢s de 10 empleados, no es la mod¨¦lica para garantizar una industria con el m¨¢ximo de eficiencia.A pesar de ello, el impacto de la crisis ha sido resistido comparativamente mejor por las peque?as empresas del sector que por las grandes, ya que la mayor parte de estas ¨²ltimas ha tenido que unirse a empresas extranjeras o acogerse a las diversas ayudas y subvenciones estatales para poder continuar su actividad.
"Los problemas que plantea la crisis en Catalu?a se concentran en las empresas de tipo medio y alto, que se encuentran con grandes dificultades para obtener niveles de productividad m¨¢s elevados y que, por otro lado, tienen que adaptar sus estructuras a las nuevas circunstancias del mercado", afirma en el estudio La econom¨ªa de Catalu?a, hoy y ma?ana Francesc Santacana, director del departamento de estudios econ¨®micos del CEAM (Centro de Estudios y Asesoramiento Metal¨²rgico). Para Santacana, "la concentraci¨®n industrial es la salida m¨¢s viable de las empresas catalanas de la metalurgia".
El material de transporte es el subsector m¨¢s importante del metal en valor de producci¨®n, poblaci¨®n empleada y exportaciones. Sin embargo, al ser el que tiene empresas m¨¢s grandes y deficitarias (Seat, Motor Ib¨¦rica, SA, ENASA y La Maquinista Terrestre y Mar¨ªtima, SA) la crisis le ha afectado con m¨¢s dureza que a otros subsectores, obligando a muchas de estas industrias a buscar socios en el exterior.
As¨ª, Seat ha debido buscar salida a su enorme d¨¦ficit formalizando acuerdos con Volkswagen-Audi, encontrando nuevos mercados y ofreciendo bajas incentivadas a gran parte de su plantilla; Motor Ib¨¦rica, ante su desfavorable situaci¨®n, se ha unido a la empresa nipona Nissan y pretende convertirse en una plataforma para exportar veh¨ªculos japoneses a Europa; ENASA, empresa p¨²blica, asegura su supervivencia gracias tan s¨®lo a la venta de veh¨ªculos al Ej¨¦rcito, y La Maquinista Terrestre y Mar¨ªtima, SA, basa su continuidad en el d¨¦bil argumento de ser la ¨²nica empresa catalana que construye material ferroviario.
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