Una prueba para la 'operaci¨®n Roca' y los prosovi¨¦ticos
Cuando el ejecutivo de Adolfo Su¨¢rez entr¨® a fondo en las primeras elecciones auton¨®micas celebradas en Euskadi, Catalu?a y Galicia que ganaron CiU, PNV y AP, respectivamente, se habl¨® de primera, segunda y tercera ca¨ªdas del hasta entonces invicto dirigente centrista, en pl¨¢stica expresi¨®n de la fuerte erosi¨®n que estas derrotas supusieron para ¨¦l y su partido.Durante la campa?a electoral que finaliz¨® anteayer, Pujol ha rechazado expl¨ªcitamente que aspire a "barrer a Felipe". A pesar de ello, los nacionalistas catalanes no han desaprovechado la ocasi¨®n para convertir estas elecciones en un asalto m¨¢s del combate pol¨ªtico que sostienen las derechas espa?olas para configurar una alternativa al PSOE, y el primer embiste lo dio Miquel Roca Junyent al especular sobre un posible acuerdo futuro entre AP y PSOE para reformar el t¨ªtulo octavo de la Constituci¨®n relativo a las autonom¨ªas.
Las dudas de los socialistas sobre la implicaci¨®n personal de Felipe Gonz¨¢lez en la batalla electoral, evidenciadas por las contradictorias informaciones sobre los efectos de su presencia en Catalu?a, derivan de la voluntad de evitarle una erosi¨®n similar a la sufrida por Adolfo Su¨¢rez. La victoria del PNV en Euskadi ya se ha producido. Las encuestas predicen ahora la de CiU. En ambos casos los socialistas locales han mantenido un choque frontal con los nacionalistas, por lo que les ser¨¢ inevitable aparecer como perdedores si llega el caso. La presencia de Felipe Gonz¨¢lez en la campa?a del PSC supone, a la vez que una aportaci¨®n clave en el esfuerzo por ganar, la asunci¨®n por parte del propio Presidente del riesgo que representa aparecer como perdedor.
Por detr¨¢s de la derecha espa?ola se espera que estas elecciones confirmen la necesidad de un acuerdo entre Coalici¨®n Popular y las fuerzas nacionalistas de derecha catalana y vasca para forjar un bloque capaz de presentar una alternativa viable al PSOE en 1986. Y la derecha espera que sea bajo el liderato de Fraga, que por esta raz¨®n se ha implicado a fondo en esta contienda electoral.
Destacada presencia de Roca
El futuro de la llamada "operaci¨®n Roca" depende tambi¨¦n, en parte, de lo que suceda en Catalu?a. Roca Junyent ha mantenido una presencia muy notable en esta campa?a convergente tan personalizada en Jordi Pujol. Roca ha sido el encargado de dar la r¨¦plica a los altos cargos del PSOE que han participado en la campa?a, y no ha desaprovechado ninguna ocasi¨®n para atacar la pol¨ªtica general del Gobierno, y no s¨®lo su pol¨ªtica auton¨®mica.
El ¨²ltimo ataque ha consistido en especular con que el titular de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, est¨¢ preparando una "LOAPA financiera" para "controlar no s¨®lo los ingresos, como hasta ahora, sino incluso los gastos de las comunidades aut¨®nomas". Y el envite de Roca Junyent es, al mismo tiempo que un desaf¨ªo a los socialistas, el intento de discutirle a Fraga esa hegemon¨ªa de la derecha que con tanta perseverancia persigue.
En estas elecciones se dilucidar¨¢ tambi¨¦n la viabilidad de la escisi¨®n prosovi¨¦tica en el espacio comunista. La pugna entre el PSUC y el PCE, de una parte, y el Partit dels Comunistes de Catalu?a (PCC) y Partido Comunista (PC), de otra, por el espacio pol¨ªtico comunista en Catalu?a se ha desarrollado de manera sorda pero intensa. Del resultado del PCC depende que algunos colectivos de militantes abandonen el PCE para seguir a Ignacio Gallego o permanezcan en el partido de Gerardo Iglesias tras comprobar que la escisi¨®n prosovi¨¦tica es s¨®lo uno m¨¢s de los muchos intentos fraccionales con que cuenta la historia comunista, y que luego acaban en la nada.
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