La patronal, complacida, se replantea el futuro de la derecha

La satisfacci¨®n por la derrota socialista, y la falta de acuerdo concreto sobre c¨®mo articular el futuro de las posturas no socialistas, es decir, el papel de la Coalici¨®n Popular y la conveniencia o no de apoyar el proyecto reformista conocido como operaci¨®n Roca, constituyen el hilo conductor de las valoraciones empresariales sobre las elecciones catalanas.Para el actual presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), Carlos Ferrer Salat, los resultados de las elecciones, tanto vascas como catalanas, exigen una lectura pausada "porque ha funcionado mucho el voto ¨²til, que no es el mismo en las auton¨®micas que en las generales, y ese voto cambia seg¨²n sea el ¨¢mbito electoral, porque las auton¨®micas priman al voto nacionalista". Por tanto, lo que procede es una "aproximaci¨®n de todos aquellos que defienden un determinado modelo de sociedad. Una aproximaci¨®n", subray¨® Carlos Ferrer en referencia al Partido Reformista, "y no una divisi¨®n creando otros grupos, porque las divisiones son perjudiciales, como han demostrado las experiencias de UCD o de los comunistas".

El presidente de la CEOE est¨¢ de acuerdo en que eso es dif¨ªcil, dados los conflictos de personalidades y de mensajes/clientelas electorales, "pero tampoco a los socialistas les fue f¨¢cil la aproximaci¨®n, y ellos, que part¨ªan de una tremenda dispersi¨®n, dieron un ejemplo de uni¨®n, presentando una oferta unida". Algo m¨¢s matizada es la postura del presidente de la patronal madrile?a CEIM, Jos¨¦ Antonio Segurado, satisfecho por el "triunfo del espectro de centro derecha", pero consciente de que "los de Coalici¨®n Popular han quedado muy por debajo de lo que ellos esperaban". La aproximaci¨®n que reclama Carlos Ferrer entre AP y partidos nacionalistas, debe ser algo m¨¢s, aunque a¨²n poco definido, para Segurado: "La derecha estatal apenas tiene representaci¨®n en las nacionalidades, y por tanto de cara a unas elecciones generales hay que contar con CiU y PNV, con enorme generosidad".

Partiendo de que entre populares y convergentes "no hay diferencias program¨¢ticas en cuanto a modelo de sociedad, aunque las haya a nivel personal", lo que conviene, seg¨²n Segurado, "es un acuerdo de Estado entre estos partidos que defienden un mismo modelo". ?Hay, espacio para que la concreci¨®n de ello sea la operaci¨®n reformista? Con prudencia, el empresario madrile?o opina que "a¨²n es pronto para sacar conclusiones".

Una valoraci¨®n que podr¨ªa leerse en clave m¨¢s claramente favorable al Partido Reformista, aunque explicitada con circunspecci¨®n, es la de Josep Maria Figueras, presidente del Consejo Superior de C¨¢maras. Figueras interpreta que "en lo econ¨®mico, el voto del pueblo catal¨¢n ha sido moderado, de centro, alejado de posibles extremismos o radicalismos ideol¨®gicos: es un voto en favor de una postura reformista, no conservadora en el sentido de conservar por conservar, sino de reformar all¨¢ donde convenga reformar".

M¨¢s contundente fue el presidente de la PIMEC (Peque?a y Mediana Empresa de Catalu?a), Josep, Llu¨ªs Rovira, para quien "una mayor¨ªa absoluta despeja incertidumbres y permite gobernar con solidez, lo que es positivo para los empresarios". Rovira apunta la "evidencia de que Espa?a necesita una fuerza pol¨ªtica de centro, liberal y progresista". La patronal catalana Fomento, afiliada a la CEOE, destac¨®, sin entrar en m¨¢s disquisiciones, que el partido ganador era "un firme defensor de la iniciativa privada" y que "la suma de los votos de las opciones" que defienden la libertad empresarial "ha resultado muy superior a la de los partidos que defienden esquemas intervencionistas y colectivistas".