La ortodoxia comunista recela de Ruman¨ªa, Hungr¨ªa y la RDA
El ¨®rgano oficial del partido comunista checoslovaco, Rude Pravo, no se anduvo con remilgos el pasado d¨ªa 30 al criticar a "aquellos pa¨ªses de la comunidad socialista que pretenden conseguir ventajas de pa¨ªses e instituciones financieras de Occidente practicando una pol¨ªtica aut¨®noma en el di¨¢logo Este-Oeste". Los firmantes del art¨ªculo, Michal Stefanak e Ivan Hlivak, de la secci¨®n internacional del partido y vinculados al baluarte ultraortodoxo del r¨¦gimen de Praga, Vail Bilak, arremetieron con tra los pa¨ªses socialistas que con su pol¨ªtica exterior independiente "debilitan la estrategia com¨²n del Pacto de Varsovia y la imagen de la comunidad socialista ante la opini¨®n p¨²blica internacional". Tambi¨¦n atacaron "la tendencia de algunos pa¨ªses de la comunidad socialista a sobrevalorar sus propios modelos econ¨®micos".
Aunque no citaban ning¨²n pa¨ªs concreto, nadie duda que se refer¨ªan a Ruman¨ªa, por su pol¨ªtica exterior, siempre celosa de marcar sus diferencias con Mosc¨²; a Hungr¨ªa, por la intensificaci¨®n de sus contactos con Occidente y su programa de reformas econ¨®micas, y, posiblemente, a Alemania Oriental, por su acercamiento a la Rep¨²blica Federal de Alemania, a pesar de ser ¨¦sta la plataforma de los misiles Pershing, y la liberalizaci¨®n en la concesi¨®n de permisos de emigraci¨®n a la RFA, que ha provocado recelos de los ortodoxos en Mosc¨², Berl¨ªn y Praga.La cr¨ªtica checoslovaca, la m¨¢s dura entre pa¨ªses de la ¨®rbita sovi¨¦tica desde los ataques, tambi¨¦n checoslovacos, a la pol¨ªtica transigente de las autoridades polacas con el sindicato Solidaridad antes de decretarse la ley marcial en este pa¨ªs, encontr¨® un eco significativo en la Prensa sovi¨¦tica. Checoslovaquia se ha vuelto a erigir en el guardi¨¢n de las esencias del sistema. Se vuelve a observar en su l¨¦xico el concepto de revisionismo, eliminado tras el estalinismo de la jerga pol¨ªtica de Europa del Este, exceptuando la Albania de Enver Hoxa. La respuesta h¨²ngara no se hizo esperar. En una entrevista al diario de Budapest Magyar Hirlap, el secretario del Comit¨¦ Central, Matyas Szuros, uno, de los hombres fuertes del r¨¦gimen de Janos Kadar, se?alaba que "la alianza socialista no limita las posibilidades de sus miembros para contribuir con iniciativas propias al resurgimiento de la pol¨ªtica de distensi¨®n". Szuros indicaba que la pol¨ªtica exterior h¨²ngara busca promover los objetivos comunes y hacer prevalecer los intereses nacionales.
La primac¨ªa de los intereses nacion ales, garantizando la unidad del bloque y la fidelidad a la URSS, es ¨²ltimamente una constante en los discursos pol¨ªticos en Europa del Este. El diario germanooriental Neues Deutschland, portavoz del r¨¦gimen de Berl¨ªn, considerado siempre uno de los m¨¢s ortodoxos de la alianza, reprodujo parte de la entrevista a Szuros.
Polonia, mal vista
El r¨¦gimen de Praga tampoco ve con buenos ojos la evoluci¨®n pol¨ªtica en la vecina Polonia, por lo que funcionarios checoslovacos califican de "incapapidad del Partido Obrero Unificado para asumir el papel dirigente en la sociedad" y su supuesta debilidad ante la,Iglesia. Tras este ¨²ltimo reproche se esconde el temor a un contagio de la militancia cat¨®lica polaca a la poblaci¨®n, especialmente a la de la Rep¨²blica de Eslovaquia.
Tambi¨¦n las relaciones entre los dos pa¨ªses que desarrollan hoy una pol¨ªtica exterior m¨¢s aut¨®noma, Hungr¨ªa y Ruman¨ªa, distan de ser cordiales. El problema de la minor¨ªa h¨²ngara en la Transilvania rumana, que sufre una dura represi¨®n ¨¦tnica y presiones asimilacionistas, adem¨¢s de la dram¨¢tica situaci¨®n econ¨®mica y social rumana, impide el acercamiento entre estos vecinos, cuya com¨²n historia est¨¢ atestada de conflictos. Imposibilitan esta comuni¨®n de intereses la animadversi¨®n entre ambas poblaciones, que har¨ªa muy impopular cualquier pol¨ªtica en este sentido, y las diferencias entre un r¨¦gimen pragm¨¢tico abierto al realismo pol¨ªtico y econ¨®mico, como el de Janos Kadar, y otro, el de Nicolae Ceaucescu, con caracter¨ªsticas propias de un reino bizantino y sumido en lo que muchos califican como "la situaci¨®n econ¨®mica y social m¨¢s desastrosa de Europa".
Bulgaria, siempre un fiel aliado de la URSS, a la que est¨¢ unida por razones hist¨®ricas desde que Rusia liberara al pa¨ªs de los turcos, ha mostrado ¨²ltimamente su decisi¨®n de manifestarse por cuenta propia. El proyecto de creaci¨®n de una zona desnuclearizada en los Balcanes ha sido adoptada por Sof¨ªa como una cuesti¨®n de inter¨¦s nacional para la que despliega su actividad diplom¨¢tica independiente. El rotundo desmentido de rumores sobre un despliegue de misiles SS-20 en su territorio ha dejado claro, tambi¨¦n para la URSS, que cualquier paso en este sentido cuenta ya con ta desaprobaci¨®n de Bulgaria. Bien es cierto que el jefe del Estado de la RDA, Erich Honecker, dijo en su momento que la instalaci¨®n de misiles en su territorio "nos hace todo menos felices", y hoy cuenta ya con ellos en el marco de las contramedidas a los euromisiles dictadas por Mosc¨². En el terreno econ¨®mico, las l¨ªneas maestras expuestas en los ¨²ltimos meses prev¨¦n un incremento de los incentivos, tienen como objetivo una m¨¢yor competitividad y muestran semejanzas con Hungr¨ªa.
En casi todos los pa¨ªses del Este -la excepci¨®n clara es Checoslovaquia- ha perdido fuerza la l¨ªnea ortodoxa, que teme un condicionamiento pol¨ªtico a resultas de la creciente vinculaci¨®n a los mercados europeos occidentales y a las instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional. Hungr¨ªa y Ruman¨ªa son miembros del FMI. Los dirigentes de estos pa¨ªses son, por lo dem¨¢s, conscientes de que no pueden esperar un aumento de la ayuda sovi¨¦tica y de que en algunos sectores, como el energ¨¦tico, esta ayuda tiende a disminuir. Por ello, las econom¨ªas del Este tienen un inter¨¦s vital en una mejora de las relaciones Este-Oeste que les ayude a capear su profunda crisis. En este contexto se inscriben los esfuerzos individualizados de las diferentes capitales de la comunidad socialista por intensificar las relaciones intereuropeas.
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