La directiva del Athl¨¦tic hace un llamamiento a la sensatez

El calentamiento en las relaciones entre los seguidores bilba¨ªnos y barcelonistas, alimentado ¨²ltimamente por los intercambios de invectivas- entre Javier Clemente y Diego Armando Maradona, ha aconsejado a la directiva del Athl¨¦tic de Bilbao realizar un llamamiento a la sensatez y al comportamiento deportivo del p¨²blico, tanto dentro como fuera del estadio Santiago Bernabeu, que ma?ana ser¨¢ escenario de la final de la Copa del Rey de f¨²tbol.

El entrenador rojiblanco ha reconocido que llam¨® al fen¨®meno argentino "un imb¨¦cil de tomo y lomo", pero ha negado que fuera por haber aqu¨¦l mostrado sus preferencias por el Madrid, antes que por el Athl¨¦tic, de cara al t¨ªtulo liguero. "Yo respond¨ªa a unas declaraciones que acababa de leer y en las que, de nuevo, se met¨ªa con Goikoetxea en plan insultante", aclar¨® Clemente. Respecto a la r¨¦plica de Maradona ("Clemente no tiene cojones para llamarme imb¨¦cil a la cara"), el preparador bilba¨ªno dijo que, si se trataba de "un reto para pegarnos, m¨¢s vale que me olvide, porque yo tengo m¨¢s educaci¨®n que todo eso".El equipo de Clemente entren¨® ayer en San Mam¨¦s ante una nutrida concur encia que aplaudi¨® las maniobras como si de una guerra verdadera se tratase. Jos¨¦ Ram¨®n Gallego, lesionado en un encontronazo con el meta madridista Miguel ?ngel en el partido de vuelta de la Copa, se mostr¨® muy recuperado y no est¨¢ del todo descartado para el s¨¢bado. Lo mismo ocurri¨® con el lateral De la Fuente, pilar decisivo de la estrategia de Clemente a lo largo de todo el campeonato y que el d¨ªa de la Real tuvo que retirairse, lesionado, a los 32 minutos, de juego. Ayer apenas se resinti¨® y pudiera estar disponible para la final.

Unos 400 autobuses, tres trenes especiales, dos aviones y miles de autom¨®viles particulares transportar¨¢n a la capital entre 40.000 y 50.000 vizca¨ªnos, seg¨²n los c¨¢lculos adelantados por las agencias de viajes. Desde la ¨²ltima final ganada (2-0 al Castell¨®n) han pasado 11 a?os, y siete desde la ¨²ltima final perdida (en la tanda de penaltis, contra el Betis). La sabia decisi¨®n de Javier Clemente de retrasar hasta despu¨¦s de la final de Copa el homenaje a los campeones de Liga, hace que los hinchas vayan esta vez a Madrid seguros de que, incluso si la victoria no sonr¨ªe a sus colores, la celebraci¨®n ser¨¢ por todo lo alto. De ah¨ª esta redoblada locura.

El problema est¨¢ en las entradas. La federaci¨®n envi¨® al Athl¨¦tic 7.000 de asiento y 17.000 generales. El Athl¨¦tic, en una decisi¨®n discutible -o al menos discutida- canaliz¨® las de asiento a trav¨¦s de las agencias de viajes, con lo que se quedaron sin opci¨®n- quienes ten¨ªan previsto ir a Madrid por sus medios.

Si por cualquier motivo, confesable o no, alg¨²n ciudadano desease pasar desapercibido en Madrid durante el pr¨®ximo fin de semana, no tiene sino que salir a la calle tocado con un sombrero de playa, luciendo una cinta apache en la frente, protegido el cuello por una bufanda de 2,50 metros de envergadura, vestido con traje a rayas, de presidiario, y dejando asomar con disimulo un tatuaje que represente a un le¨®n. Todo ello en blanco y rojo, naturalmente. "Adem¨¢s", a?adi¨® bajando la voz, "?c¨®mo vamos a pegamos ¨¦l y yo con la legi¨®n de guardaespaldas que siempre le acompa?an?".