Gadafi, amenazado
DESPU?S DE LOS incidentes en torno a la Embajada de Libia en Londres, parec¨ªa que la ruptura de las relaciones diplom¨¢ticas entre los dos pa¨ªses hab¨ªa logrado, en cierto sentido, aplacar las tensiones; los componentes de cada embajada hab¨ªan vuelto a su pa¨ªs respectivo, y el tema hab¨ªa desaparecido de las columnas de la Prensa. Pero a los pocos d¨ªas, una serie de noticias ha confirmado la impresi¨®n de que exist¨ªa en el asunto de la embajada un trasfondo originado por las contradicciones que sacuden el sistema de poder que encabeza el coronel Gadafi. Ahora llega la noticia de un ataque, con armas autom¨¢ticas y lanzagranadas, contra el cuartel Aziziya, situado en el centro de Tr¨ªpoli, en el que el propio Gadafi suele residir, y que es a la vez la sede del Comit¨¦ de Coordinaci¨®n de los Comit¨¦s Revolucionarios, es decir, uno de los instrumentos utilizados para llevar a cabo la pol¨ªtica represiva, y terrorista, que se encubre tras la invocaci¨®n obsesiva de la revoluci¨®n y del poder popular. Poco despu¨¦s se ha sabido que los atacantes han sido capturados y liquidados. Es evidente que este con junto de noticias no puede por menos de suscitar dudas e interrogaciones: ?c¨®mo puede un grupo reducido ima ginar que puede asaltar con ¨¦xito el puesto de mando del coronel Gadafi, rodeado de toda clase de defensas? ?Un pu?ado de locos o de suicidas? Una de las hip¨®tesis que se barajan es la del autogolpe; es decir, que el asalto ha sido fomentado por los propios servicios secretos libios, deseosos de dar el m¨¢ximo relieve a la figura del jefe carism¨¢tico rodeado de amenazas, norte de los odios y atentados del imperialismo, de todos los poderes del mal. Pero incluso si esa versi¨®n se confirmase, ello no podr¨ªa disimular el hecho esencial: Gadafi est¨¢ sufriendo un serio desgaste de su poder dictatorial y est¨¢ acumulando fracasos en su pol¨ªtica exterior, expansiva y fantasiosa. Al parecer, varios miembros del comit¨¦ revolucioinario que controlaba la Embajada libia en Londres han sido ejecutados despu¨¦s de retomar a su pa¨ªs. En un reciente congreso de los comit¨¦s revolucionarios se tom¨® el acuerdo de depurar implacablemente un ala reaccionaria que hab¨ªa sido denunciada en el curso de dicho congreso. La agencia oficial Jana habla de la infiltraci¨®n ilegal por la frontera con Tunez, de un grupo "probrit¨¢nico", uno de cuyos componentes ha muerto en un encuentro con la polic¨ªa. Dos ejecuciones han tenido lugar recientemente en la Universidad de Tr¨ªpol¨ª... Estos s¨ªntomas reflejan un fen¨®meno mucho m¨¢s general: el creciente descontento de amplios sectores de la poblaci¨®n; particularmente entre profesionales e intelectuales, entre oficiales del ej¨¦rcito con cierta experiencia, postergados en muchos casos por elementos muy j¨®venes, promovidos en funci¨®n de su fidelidad al fanatismo oficial.A la vez, es evidente que el coronel Gadafi representa un factor de desestabilizaci¨®n en el Mediterr¨¢neo y en el norte de Africa. Califibado por la propaganda norteamericana como agente sovi¨¦tico, la realidad es, sin embargo, m¨¢s, complicada. Sus virajes imprevistos, sus planes descabellados, desconciertan muchas veces a los pa¨ªses considerados como sus aliados. Ayer abandon¨® al Polisario. Ahora ha ofrecido, a Francia retirarse de la parte del Chad que ocupa; en realidad, se est¨¢n produciendo deserciones entre las fuerzas de Gukuni Uedei, el candidato protegido hasta ahora por Libia para encabezar el Gobierno del Chad. Con sus proyectos de unificaci¨®n ¨¢rabe, unas veces en'una direcci¨®n, otras veces en otra, Gadafi se ha ido enfrentando con todos. No es arriesgado suponer que la URSS desear¨ªa tener en Libia un aliado diferente; un gobernante susceptible de hacer una pol¨ªtica menos aventurera. Son muchos los factores, dentro y fuera de Libia, interesados en una eliminaci¨®n del coronel Gadafi.
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