Las inspecciones realizadas no han provocado la expropiaci¨®n de uso de ninguna finca manifiestamente mejorable
Las inspecciones llevadas a cabo sobre fincas presuntamente mejorables llevadas a cabo por los t¨¦cnicos del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) desde la aplicaci¨®n de la ley han totalizado algo m¨¢s de 2.200 fincas, con una superficie superior a 1.200.000 hect¨¢reas. La mayor parte de estas visitas de inspecci¨®n dieron como resultado el sobreseimiento de los expedientes, y, en ning¨²n caso se ha llegado a la fase ¨²ltima de aplicaci¨®n de la ley, la expropiaci¨®n del uso de la tierra, ya que las explotaciones han iniciado de forma voluntaria u obligatoria planes de mejora de la explotaci¨®n de la finca.
La aplicaci¨®n de la ley de Fincas Manifiestamente Mejorables, que en su momento provoc¨® importantes tensiones en los medios agrarios, se ha mostrado corta en cuanto al volumen de fincas afectadas y poco operativa desde el punto de vista de aplicaci¨®n de nuevos planes de fomento de la explotaci¨®n agraria.La ley establece que las fincas que pueden entrar dentro de la calificaci¨®n de manifiestamente mejorables ser¨¢n aquellas que lleven dos a?os sin ser explotadas, sobre las que recaigan inversiones del Estado que no est¨¦n siendo utilizadas, y, en cualquier caso, las explotaciones que superen las 50 hect¨¢reas de regad¨ªo y las 500 de secano.
El censo agrario de 1972, ¨²ltimo publicado hasta la fecha, a la espera de que finalice la preparaci¨®n: del correspondiente a 1982, reflejaba que exist¨ªan en aquel a?o 12.000 fincas de superficie superior a las 500 hect¨¢reas, con una extensi¨®n total de 17.100.000 hect¨¢reas, aproximadamente un tercio del total de tierra agraria.
De estas explotaciones, casi 5.000 -9,5 millones de hect¨¢reas- son propiedad de entidades p¨²blicas o comunales, y, por tanto, no se ven afectadas por la ley. Quedan, en cualquier caso, 7,5 millones de hect¨¢reas sobre las que la aplicacion de la ley de Fincas Manifiestamente Mejorables es imperativa.
Los resultados de las inspecciones, cuando se llevan casi cuatro a?os de vigencia de la ley, no son halagadores. Los t¨¦cnicos del IRYDA han visitado un total de 1.120.000 hect¨¢relas, el 15% del total. Ello referido a las grandes explotaciones.
La escasa incidencia de la aplicaci¨®n de la ley en hechos tangibles se muestra tanto en la escasez de fincas a las que se les abre un expediente para que presenten un plan de mejora de la explotaci¨®n como en la escasa importancia que han tenido las denuncias de particulares para que se visitaran determinadas explotaciones.
La ley se?ala que las inspecciones podr¨¢n hacerse de oficio, es decir, por decisi¨®n de los expertos del IRYDA, o por denuncias de particulares que consideren que una finca es mejorable en su explotaci¨®n.
Del total visitado, s¨®lo el 10%, tanto en n¨²mero de fincas como en extensi¨®n de las mismas, ha sido producto de denuncias de particulares.
Planes en marcha
El porcentaje de superficie que, en ese caso, ha recibido la comunicaci¨®n de que obligatonamente debe ponerse en marcha un plan de mejora, supera el 15% y afecta a 16.000 hect¨¢reas. De ellas, la mitad ya tienen planes aprobados, y el resto los est¨¢n elaborando.
Las visitas de oficio de los expertos del IRYDA, con ser m¨¢s numerosas, han resultado menos productivas. Una cantidad de hect¨¢reas superior al mill¨®n ha mostrado que s¨®lo 55.000 (poco m¨¢s del 5%) necesitan planes de mejora. Para algunos expertos agr¨ªcolas, estos escasos resultados son consecuencia inmediata de los criterios objetivos establecidos para determinar si una finca es manifiestamente mejorable o no.
Criterios establecidos
Establecer como criterios el ¨ªndice de producci¨®n, la utilizaci¨®n de la tierra y el grado de ocupaci¨®n de la mano de obra -criterios que posteriormente han sido establecidos como los definidores en el proyecto de ley de reforma agraria para Andaluc¨ªa, al que se ha a?adido el capital por hect¨¢rea- no parece suficiente si se quiere que la ley se llene de contenido.
Andaluc¨ªa y Extremadura, las dos regiones con mayor concentraci¨®n de la propiedad privada de la tierra, son las que han recibido una mayor atenci¨®n por parte de los t¨¦cnicos del IRYDA, ya que suman un total de 900.000 hect¨¢reas visitadas, entre las denunciadas y las visitadas.
El establecimiento de planes de mejora para aquellas explotaciones que se considere necesario puede ser por parte del propietario, quien lo debe presentar ante el IRYDA para que lo acepte, o bien por el propio instituto, una vez que el propietario no ha presentado un plan alternativo concreto.
Si la propiedad no pone en pr¨¢ctica dicho plan dentro de un plazo prudencial de tiempo, se puede llegar a la expropiaci¨®n del uso de la tierra mediante el arrendamiento forzoso a largo plazo para que el instituto o los nuevos arrendatarios pongan en explotaci¨®n la finca.
Hasta el momento, ninguna finca ha sido expropiada, ya que la propiedad ha puesto en pr¨¢ctica los planes que se le han recomendado.
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