Mor¨¢n intercede ante Gromiko por tres nacidos en Espa?a que desean abandonar la URSS

Las posibilidades de repatriaci¨®n del asturiano Adolfo Gonz¨¢lez Mart¨ªnez, que ocup¨® un alto puesto gubernamental en la URSS, son escasas, pese a la gesti¨®n realizada en Mosc¨² por el ministro de Asuntos Exteriores espa?ol, Fernando Mor¨¢n, que acompa?a a los Reyes de Espa?a en su viaje por la Uni¨®n Sovi¨¦tica. En la entrevista mantenida ayer con su colega sovi¨¦tico, Andrei Gromiko, Fernando Mor¨¢n intercedi¨® por tres espa?oles de origen a quienes las autoridades sovi¨¦ticas han negado repetidamente la autorizaci¨®n para abandonar la URSS y emigrar a Espa?a.En dos de estos casos, las perspectivas de soluci¨®n son optimistas, pero no as¨ª en el de Adolfo Gonz¨¢lez Mart¨ªnez, seg¨²n informaron a este peri¨®dico fuentes espa?olas. Adolfo Gonz¨¢lez Mart¨ªnez, de 55 a?os, trabaj¨® durante largo tiempo en el Ministerio de Petr¨®leo y Petroqu¨ªmica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, donde fue titular de la Direcci¨®n T¨¦cnica del Petr¨®leo hasta 1969 (cargo equivalente al de viceministro) y posteriormente ejerci¨® el cargo de primer vicedirector del Instituto de Investigaciones Petroleras de la URSS, hasta 1979.

Pese a las perspectivas desfavorables, las autoridades espa?olas, se?alaron las fuentes antes citadas, seguir¨¢n insistiendo para lograr la repatriaci¨®n del asturiano Adolfo Gonz¨¢lez, Fito, quien se encontraba ayer presente en la recepci¨®n que los Reyes dieron a la colonia espa?ola en la URSS, de la cual son parte el millar y medio de ni?os de la guerra, llevados desde Espa?a a este pa¨ªs durante la guerra civil espa?ola de 1936-1939.

Rey o presidente

Poco antes de estrechar efusivamente la mano del Rey, Antonio Cano, jefe de escuadrilla de cazas en el frente del Ebro y actual presidente de los aviadores de la Rep¨²blica residentes en Mosc¨², dijo: "Me da igual que sea Rey que si fuera presidente de la Rep¨²blica. De lo que se trata es de que haya en Espa?a un Estado constitucional y trabajo".

Una Espa?a "en paz que acoja a todos sus hijos", independientemente de sus "opciones ideol¨®gicas" y una Espa?a "que ninguno vuelva a sentirse obligado a abandonarla" fue el deseo expresado por el Rey en una corta alocuci¨®n que dirigi¨® a los reunidos, arremolinados alrededor de los Monarcas en un repetido y apretujado trayecto de ida y vuelta por la amplia sala de la recepci¨®n.

Tras destacar que el pueblo sovi¨¦tico ha permitido a estos espa?oles que conserven sus caracter¨ªsticas nacionales de origen, el Rey mostr¨® su seguridad en que los espa?oles de la URSS no olvidar¨¢n a sus abuelos ni a sus padres. Asimismo, reconoci¨® la especial situaci¨®n que viven estas personas, entre los dos pa¨ªses, y dijo que a "Espa?a corresponde hacer todos los esfuerzos necesarios para que esos problemas se solucionen con esp¨ªritu amplio y generoso".

Los comentarios sobre el aspecto de la Reina -vestida con un elegante traje negro adornado de forma asim¨¦trica en su parte superior con estrellas plateadas- se mezclaban all¨ª con los saludos a don Juan Carlos, las entregas de flores y las explicaciones a los Monarcas sobre la situaci¨®n en que se encuentran los antiguos exiliados republicanos y "ni?os de la guerra" en la URSS.

"?No ha venido tu padre?", preguntaba uno de los invitados a una joven que se expresaba en castellano con ligero acento ruso. "No, ha preferido quedarse en casa", respondi¨® la joven. "Pues ha hecho mal", concluy¨® su interlocutor.