Josep Gibert considera que la hip¨®tesis mas fidedigna sigue siendo la del hom¨ªnido
Seg¨²n el investigador, hay 2,5 posibilidades contra una de que el cr¨¢neo sea humano
Josep Gibert, director del equipo de investigadores que hall¨® el cr¨¢neo del hombre de Orce, considera que, pese a las dudas reales existentes sobre su humanidad, "la hip¨®tesis m¨¢s fidedigna sigue siendo la del hom¨ªnido". Gibert analiza los pros y los contras de esta posibilidad y valora en 25 sobre 1 las posibilidades de que los restos hallados pertenezcan a un hombre, aunque "si no fuera as¨ª, lo reconocer¨ªa, sin que ello modifique en absoluto el inter¨¦s de la excavaci¨®n en la depresi¨®n de Guadix-Baza". Gibert regres¨® ayer de Par¨ªs, donde ha estado realizando an¨¢lisis sobre el hueso, que se completar¨¢n en un futuro pr¨®ximo.
"Encontramos este fragmento de cr¨¢neo y nos pasarnos seis meses para hacer una dignosis diferencial de la cara externa", explica Gibert. "Esto consiste en diferenciar este fragmento de los restos de cualquier otro animal. Lo presentamos a un conjunto de cient¨ªficos, empezando por el doctor Dom¨¦nec Campillo de Barcelona, y luego Pierre Maine, Peter Andrews, que fue de los que se pronunci¨® menos contundemente, y Maria Antoinette de Lumley. Todos ellos afirmaron que, por la cara externa, este fragmento pod¨ªa ser atribuido a un hombre. Es a partir de ah¨ª cuando nosotros hicimos la conferencia de Prensa para presentar el descubrimiento. No lo comunicamos hasta que nuestras investigaciones fueron s¨®lidas y estuvieron avaladas por un conjunto de cient¨ªficos de renombre. Si nosotros nos hemos equivocado lo ha hecho tambi¨¦n media comunidad cient¨ªfica internacional especialista en el tema".Posteriormente se inicia el estudio de la cara interna. "Estaba impregnada de una ganga calc¨¢rea muy dura, cuya eliminaci¨®n ha sido una tarea larga. Ha durado desde octubre hasta finales de abril. Un per¨ªodo razonable, porque hab¨ªa que hacerlo con cuidado para evitar que cualquier error pudiera provocar alguna incisi¨®n en una zona del cr¨¢neo que es muy delicada y dif¨ªcil de estudiar. Los preparadores del Museo Arqueol¨®gico de Barcelona han ido con una cuidado total y han hecho una gran labor. Cuando a principios de mayo tuvimos la pieza en las manos, limpia ya de toda la ganga, nos sorpredieron dos cosas: una peque?a cresta que aparece en el occipital y unas rugosidades en los parietales. Entonces empezamos nuestras investigaciones sobre esta base. ?stas iban en dos sentidos: primero, ver si esto entra dentro de la variabilidad humana, y en este sentido trabajamos muy estrechamente con el doctor Campillo. Aqu¨ª tengo un trabajo suyo, fechado a 8 de mayo de 1984, en el que se dice: 'En nuestra opini¨®n se trata de un individuo humano sin prejuzgar su tipo, inflantil, con edad comprendida entre 5 y 7 a?os, que por su morfolog¨ªa incluso podr¨ªa ser actual, asimismo creemos que la morfolog¨ªa de la regi¨®n lamboidea est¨¢ dentro de la variedad anat¨®mica normal'. Campillo es un m¨¦dico neurociruj¨¢no y antrop¨®logo f¨ªsico muy conocido en los ambientes universitarios catalanes".
En opini¨®n de Gibert, "esto muestra que hemos ido con cuidado en nuestras investigaciones. Primero hemos comprobado si cabe dentro de la variedad humana. Campillo dice que s¨ª y eso nos tranquiliza. Ahora tenemos que reafirmar la diagnosis diferencial. Ver si puede pertenecer a alg¨²n otro animal. Por eso he viajado esta misma semana a Par¨ªs. Previamente hemos visitado una cantidad considerable de mataderos, para encontrar caballos de dos a cuatro meses. La cosa es tan gorda que, si fuese un animal, s¨®lo podr¨ªa ser un caballo de esta edad, nunca un caballo adulto. En Rub¨ª encontramos uno de ocho meses, pero en ning¨²n otros sitio hemos encontrado un cr¨¢neo de caballo de esas caracter¨ªsticas. Cansados de ver que aqu¨ª no hab¨ªa material, fuimos a Par¨ªs y quedamos con M. A. de Lumley para plantear una primera impresi¨®n y luego continuar. En Par¨ªs, trabajamos primero en el Instituto de Paleontolog¨ªa Humana (IPH) donde tienen un cr¨¢neo de asno y otro de caballo actual y de ambos se separa radicalmente".
"La diferencia", sigue, "est¨¢ en la cresta. En nuestro cr¨¢neo es sencilla, los caballos la tienen doble. No tiene las caracter¨ªsticas de l¨¢mina sino que es m¨¢s bien en forma de uve. Las diferencias de la cresta del interparietal son las siguientes: Es doble en el ejemplar del IPH; es sencilla en un ejemplar joven del Laboratorio de Anatom¨ªa Comparada (LAC), pero, en ambos casos, presenta una forma que se agranda hacia la base, nunca la forma laminar del hombre de Orce. Luego lo comparamos con cr¨¢neos de Onagro, una especie e burro salvaje. ?ste tiene una cresta muy similar pero no situada en el occipital sino en el parietal y, por tanto, no es homologable. Esta cresta presenta adem¨¢s dos enormes depresiones laterales, que tampoco aparecen en la del hombre de Orce. Por otro lado, todos los caballos observados en el LAC, junto a la cresta, presentan surcos y en nuestro cr¨¢neo no aparecen, sino que tiene una superficie lisa. La estructura externa, en los caballos observados en el LAC, tiene una complejidad de 0,8 a 1 cent¨ªmetro, mientras que en el hombre de Orce tiene 2,5 cent¨ªmetros. Esto es una caracter¨ªstica bastante significativa dentro de la anatom¨ªa comparada. En la estructura interna hay tambi¨¦n un conjunto de elementos que la separan del caballo. Hay un conjunto de indentanciones que indican una soldadura de la parte delantera hacia la trasera. En los caballos ocurre a la inversa porque debe permitir la r¨¢pida inserci¨®n de la musculatura para poder mover la boca y comer. En el hombre esto no es necesario dado el largo per¨ªodo de lactancia. Estos son ¨¢rgumentos positivos. Finalmente, estableciendo una homolog¨ªa con un cr¨¢neo de caballo, comprobamos que la curvatura general no concuerda con ning¨²n caballo actual. La del hombre de Orce es mucho m¨¢s amplia, lo que indica que, de tratarse de un caballo, ser¨ªa un ejemplar de una capacidad craneana similar a la del hombre, y el ¨¢ngulo que forman las estructuras lamboideas es mucho m¨¢s abierto aqu¨ª que en los caballos, lo que es tambi¨¦n un argumento a favor".
Las razones de las dudas
Las dudas de Gibert se basan en dos puntos: "La estructura frontal y el relieve endocraneal. Hay una l¨ªnea que tenemos que decidir si es una sutura o no lo es y eso no lo hemos podido solucionar a¨²n. Y no se nos puede pedir que encontremos soluciones r¨¢pidamente. Esto puede traer bastante tiempo porque hay que desmontar la pieza y hacer radiograf¨ªas. Desmontar la pieza puede ocupar de 15 a 20 d¨ªas. Al hacerlo se romper¨¢ por tres lugares, por lo menos. Esto produce tensi¨®n en los reparadores. A modo de an¨¦cdota se puede contar que uno de los que ha realizado el trabajo de limpieza ha estado un mes de baja por culpa de tensi¨®n. Otra carecter¨ªstica que ser¨ªa casi definitiva es que, en los caballos, la distancia que hay entre el punto lambda y la sutura frontal es muy corta, equiparable a la del hombre de Orce, y en el hombre es m¨¢s larga. ?se ser¨ªa un argumento de mucho peso, si la l¨ªnea que se aprecia interiormente fuese una sutura. Ser¨ªa un argumento definitivo, a pesar del resto de inconvenientes".Hay otros factores, sin embargo, a favor del car¨¢cter humano: "Cr¨¢neos humanos con una cresta similar he visto uno en el IPH, el viernes, perteneciente al yacimiento de Biblos, en L¨ªbano. Y Campillo tiene una radiograf¨ªa de la que dice: 'Comparado el hombre de Orce con la radiograf¨ªa de una ni?a de seis a?os no muestra una diferencia ostensible en su regi¨®n occipital, aparece un surco marcado con una cresta similar de seis mil¨ªmetros'. O sea que hay una ni?a actual que tiene esta cresta. Otra cuesti¨®n. Esta pieza tiene una antig¨¹edad de un mill¨®n trescientos mil a?os y s¨®lo hay dos halladas hasta ahora de esa antig¨¹edad, que no han sido estudiadas internamente, porque el cr¨¢neo es entero y las t¨¦cnicas de vaciado no han dado resultado. Cabe la posibilidad de que esos cr¨¢neos presenten la misma estructura".
Babelia
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