Consejo de un icono a los j¨®venes iconoclastas
La intensa rebeli¨®n interior a que incita la vigorosa obra literaria de Mario Vargas Llosa -que, como ¨¦l mismo afirma, quiere ser "por encima de todo un creador"- y la falta de una consistencia equivalente en sus formulaciones pol¨ªticas y personales, seg¨²n el juicio de un amplio sector de sus muchos admiradores-enemigos, llevan a Mario Vargas Llosa a un enfrentamiento permanente contra los constantes intentos de deicidio hacia su persona.Cuando el tristemente desaparecido cr¨ªtico uruguayo ?ngel Rama tuvo la debilidad de criticar duramente la tesis de Vargas Llosa sobre los demonios, apoy¨¢ndose por un instante en el temor de que "la aplicaci¨®n de ella en admirativos escritores j¨®venes no depare buenos resultados" -y explicaba en otro p¨¢rrafo: "Ya que por su fijaci¨®n sobre la funci¨®n individual de la creaci¨®n resulte poco para atender a la demanda de los sectores sociales latinoamericanos que han presentado proyectos pol¨ªticos y sociales transformadores"-, obtuvo la siguiente respuesta de Mario Vargas Llosa:
Admiraci¨®n y agresi¨®n
"El peligro para los j¨®venes escritores no est¨¢ en leer tesis equivocadas, sino en algo m¨¢s grave: que se les prive de la posibilidad de equivocarse y que alguien, incluso tan inteligente como Rama, se arrogue la misi¨®n de decidir en su nombre la verdad que les conviene. Yo, a los admirativos escritores j¨®venes, en vez de vigilarles las lecturas me apresuro a recordarles que la ¨²nica manera que tienen de ser originales es siendo cada vez menos admirativos y cada vez m¨¢s cr¨ªticos respecto de sus mayores" (de Resurreccion de Belceb¨² o la disidencia creadora).Mario Vargas Llosa dijo al final de los actos que han dedicado a su obra en las jornadas del Instituto de Cooperaci¨®n iberoamericana que ahora se sent¨ªa m¨¢s vivo qu¨¦ nunca. Anunci¨® que est¨¢ por concluir una nueva novela, cuyo sugestivo t¨ªtulo es El inconquistable.
Babelia
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