Chernenko llam¨® el martes a Leningrado para despedir a los Reyes
El l¨ªder sovi¨¦tico Konstant¨ªn Chernenko llam¨® por tel¨¦fono el martes a las ocho de la noche a Leningrado para despedirse del rey Juan Carlos. La conversaci¨®n, en la que medi¨® un int¨¦rprete, dur¨® algo menos de 10 minutos y fue calificada de cordial por fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. Los Reyes regresaron ayer a primera hora desde Leningrado, llegando a Madrid poco despu¨¦s del mediod¨ªa.
Como era de esperar, de este primer viaje a la URSS de un jefe del Estado espa?ol no se ha obtenido ning¨²n tipo de frutos pol¨ªticos, dado su car¨¢cter de visita de Estado. Sin embargo, diversos observadores coinciden en afirmar que, a pesar del recibimiento fr¨ªamente protocolario que se hizo al Rey, los dirigentes del Kremlin han tratado con gran tacto al monarca espa?ol.Fuentes sovi¨¦ticas justificaron la ausencia de Chernenko del aeropuerto diciendo que se hab¨ªa utilizado en esta ocasi¨®n el protocolo introducido por Yuri Andropov, quien, al contrario que su antecesor, Leonid Breznev, no iba nunca a recibir a sus hu¨¦spedes, entre otras cosas, debido a su mala salud, que le hizo desaparecer de la vista del p¨²blico durante casi la mitad de su mandato.
Estas razones de salud podr¨ªan haber pesado tambi¨¦n esta vez, ya que estos d¨ªas se ha visto a Chernenko con grandes problemas respiratorios y motrices. Precisamente han sido estos problemas los que han centrado la noticia del viaje de los Reyes a la URSS en buen n¨²mero de medios de prensa occidentales. Testigos de los encuentros habidos entre don Juan Carlos y Chernenko afirman que el l¨ªder sovi¨¦tico es bastante menos fr¨ªo de lo que se pensaba y que ha llenado de cordialidad todos los encuentros.
La afirmaci¨®n hecha por observadores occidentales de la delicadeza observada por el Kremlin durante la visita del Rey se basa, entre otras cosas, en el lenguaje usado por Chernenko durante el discurso que pronunci¨® durante la cena de gala que ofreci¨® a los Reyes en el primer d¨ªa de estancia de, ¨¦stos en Mosc¨². En el discurso, Chernenko evit¨® por completo cualquier dura alusi¨®n a Estados Unidos y a Occidente. Este tipo de alusiones son, otras veces, casi inevitables en las alocuciones de los dirigentes de la URSS en momentos, como los actuales, de gran tensi¨®n internacional. Don Juan Carlos, precisamente, subray¨® por dos veces en su brindis la pertenencia de Espa?a a Occidente.
En las palabras le¨ªdas en esa ocasi¨®n por Chernenko se obviaron los problemas creados hace dos a?os cuando Espa?a decidi¨® entrar en la OTAN. El l¨ªder sovi¨¦tico s¨ª se refiri¨® a los deseos de la URSS de que Espa?a mantenga su prop¨®sito de seguir sin armas nucleares en su territorio, deseos que comenzaron a ser formulados cuando el Kremlin consider¨® resignadamente como irreversible la permanencia de Espa?a en la OTAN.
Discurso del Rey
Entre los hechos destacados por los observadores se encuentra el de que los dos peri¨®dicos m¨¢s importantes de la URSS -Pravda e Izvestia- publicaran ¨ªntegro el discurso del Rey, que defend¨ªa con fuerza la necesidad de respetar los derechos humanos. El asunto adquiere aun m¨¢s importancia si se tiene en cuenta que el Kremlin viene considerando esta cuesti¨®n como un arma arrojadiza que Occidente usa contra su pa¨ªs desde, los tiempos en que Jimmy Carter habitaba la Casa Blanca. Veteranos observadores en Mosc¨² no recuerdan que durante los ¨²ltimos a?os se haya publicado en Pravda e Izvestia ni una sola nota en defensa de los derechos humanos.
El precedente de una intervenci¨®n similar, aunque mucho m¨¢s dura, fue el discurso que hizo el entonces presidente franc¨¦s Giscard D'Estaing contra la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n.
Por ¨²ltimo, otro de los resultados del viaje de los Reyes a la URSS ha sido el encuentro con la colonia espa?ola, fruto del exilio que se inici¨® tras de la guerra civil. El hecho de que un notable n¨²mero de miembros de la colonia milite en fracciones prosovi¨¦ticas del PCE y de que se sigan considerando republicanos no impidi¨® que en la recepci¨®n gritasen "Viva el Rey" y le aplaudiesen con fuerza.
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