Un juez dicta orden de detenci¨®n contra Johan Cruyff
El juez Jos¨¦ Antonio Santacreu, del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 de Barcelona, dict¨® ayer un auto de detenci¨®n contra el jugador de f¨²tbol holand¨¦s Johan Cruyff, por no haberse presentado a las 11. 30 horas en dicho juzgado, en cumplimiento de la citaci¨®n que ten¨ªa. Esta orden fue comunicada a la comisar¨ªa de polic¨ªa para que en el caso de que Cruyff vuelva a pisar territorio espa?ol sea detenido. Cruyff adelant¨® ayer mismo su regreso a Holanda y en lugar de tomar un avi¨®n a las 11.05 vol¨® a las 10.25. Se le acusa de un presunto delito de estafa o alzamiento de bienes, por haber efectuado en 1982 una venta de un local sin ser propietario.Contrariamente a lo que se hab¨ªa informado en un principio, los problemas de Cruyff no se deben a su deuda con Hacienda por los impuestos no abonados durante su etapa como jugador azulgrana, ya que, seg¨²n inform¨® ayer una fuente muy pr¨®xima al jugador, "esa deuda se liquid¨® hace bastante tiempo". Seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, el origen de la actual acci¨®n judicial contra el jugador data del a?o 1982, ¨¦poca en que Johan Cruyff ostentaba el cargo de administrador, junto con Basilevich y Gim¨¦nez Pardo, de la Sociedad C. P. B. Internacional, SA.
Esta sociedad compr¨® un despacho, situado en paseo de Gracia, por 30 millones de pesetas. En 1982, la Sociedad C. P. B. Internacional, SA, vendi¨® ese despacho a un tercero, quien al reclamar la posesi¨®n del mismo se encontr¨® con la sorpresa de que el despacho era de otra persona, ajena a la sociedad de Cruyff. La otra persona era el actual querellante, Pablo Hornique, que vendi¨® inicialmente el despacho a Cruyff en 30 millones de pesetas, pero que conservaba, al parecer, la propiedad ya que el jugador no habr¨ªa llegado a pagar nunca la ¨²ltima letra, de tres millones de pesetas, adem¨¢s de haber dejado una factura de tel¨¦fono de 300.000 pesetas.
A pesar de no haberlo pagado en su totalidad, la sociedad de Cruyff y Basilevich realiz¨® la venta del despacho. Fue entonces cuando Pedro Hornique present¨® la querella por un presunto delito de alzamiento de bienes o de estafa, seg¨²n el ¨¢nimo, todav¨ªa por demostrar, con que se hubiera hecho la transacci¨®n. Esto motiv¨® la apertura de unas diligencias previas, en 1982, por parte del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 de Barcelona. Fue entonces que se le envi¨® una citaci¨®n a Johan Cruyff en su domicilio, cuando a¨²n viv¨ªa en Espa?a, pero el futbolista no se present¨®.
Por ¨²ltimo, el juzgado, enterado de que Cruyff viajaba este mes a Barcelona, aprovech¨® para citarlo nuevamente, como paso previo a la detenci¨®n. Como Cruyff tampoco ha comparecido tras esta segunda citaci¨®n, el juez orden¨® ayer el auto de detenci¨®n del jugador. En caso de demostrarse la culpabilidad de Cruyff por el supuesto delito de alzamiento de bienes ¨¦sto supondr¨ªa una pena de arresto mayor para el futbolista.
Curiosamente, Cruyff adelant¨® ayer la hora de su regreso a Holanda. Ten¨ªa el billete cerrado para regresar en el vuelo de KLM-352, que part¨ªa del aeropuerto de El Prat, de Barcelona, a las 11.05 horas. El ex jugador azulgrana se present¨® en el aeropuerto a las 9.30 lloras y solicit¨® el cambio de billete, consiguiendo un pasaje en el vuelo de Iberia n¨²mero 884, que sali¨® a las 10.25 horas. Cruyff deb¨ªa presentarse en el juzgado a las 11. 30 horas, por lo que la orden de detenci¨®n no pod¨ªa dictarse antes de esa hora.
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