D¨ªaz Miguel, ante los israel¨ªes, concedi¨® descanso a Romay y prob¨® a Margall
ENVIADO ESPECIAL El equipo israel¨ª era ya una troupe de turistas d¨ªas antes de que llegara el encuentro frente a Espa?a, por lo que sus visitas, con ciertos monumentos de mujeres, no parec¨ªan ser un eficaz instrumento para intentar derrotar a Espa?a. As¨ª que se marcharon con un tanteo abultado en contra. Seg¨²n los n¨²meros y la pol¨ªtica, la selecci¨®n ya est¨¢ clasificada porque el cuarto puesto lo tiene asegurado y la URSS insiste en su retirada de los Juegos Ol¨ªmpicos de Los ?ngeles.
El torneo preol¨ªmpico est¨¢ quedando para amantes fieles al baloncesto, esos locos no tan bajitos que contemplan con inter¨¦s y fidelidad cualquier movimiento bajo la canasta. As¨ª, de un Espa?a-Israel aburrido y sentenciado, los espectadores s¨®lo convinieron en que result¨® poco interesante, mientras los t¨¦cnicos pudieron ver... cosas; no demasiadas, tampoco, porque el rival no merec¨ªa excesivo esfuerzo. D¨ªaz Miguel se limit¨® a reservar a Romay y a probar la pierna lesionada de Margall. La consecuencia fue que De la Cruz demostr¨® estar perfectamente preparado para entrar en juego y que el acierto en el tiro de Margall puede ser necesario para cuando se act¨²e frente a rivales de cuidado. Ayer, sin embargo, Margall pareci¨® resentirse un poco de la lesi¨®n; aun as¨ª, se march¨® al banquillo en el minuto 15 con un perfecto porcentaje, cinco canastas de cinco intentos.
En momentos aislados, los jugadores espa?oles calentaron brazos y piernas, pusieron manos a la defensa y robaron lo que quisieron a los israel¨ªes; luego, propinaron alg¨²n contraataque. Israel lleg¨® al descanso con la amenaza de los 20 puntos de diferencia. Quiz¨¢s, lo ¨²nico criticable es que D¨ªaz Miguel no moviera m¨¢s el banquillo o que esperara a ¨²ltima hora, pero sufre de excesivo celo con su trabajo, es un perfeccionista y quiere que los sistemas funcionen.
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