Casta

La casta es el linaje y es tambi¨¦n el conjunto de caracter¨ªsticas o atributos que definen el comportamiento del toro de lidia. Son acepciones distintas de una misma voz, reconocidas a lo largo de toda la historia del toreo. Conviene precisar el t¨¦rmino (al margen de dogmatismos) porque los h¨¢bitos coloquiales de los taurinos de ¨¦sta hora suplen con vulgarismos un riqu¨ªsimo vocabulario exclusivo de la fiesta, que ha hecho fortuna en todos los ¨¢mbitos de la vida espa?ola, y en ellos se utiliza, precisamente por su eufon¨ªa y su ingeniosa concreci¨®n de conceptos.Aqu¨¦lla rala habla, habitual entre mozos de espada y banderilleros, recogida y divulgada por quienes s¨®lo asumen del espect¨¢culo la mediocre versi¨®n de los taurinos, desecha la voz casta en las acepciones mencionadas y la aplica s¨®lo para el toro que tiene nobleza, o para el que sirve, el cual es otro vulgarismo atroz que no s¨®lo hiere el o¨ªdo sino que traiciona toda la teor¨ªa del arte de torear.

La casta define al toro de lidia -esencialmente su fiereza, su peculiar reacci¨®n ante el enga?o y los m¨²ltiples incidentes de la lidia-, independientemente de que tenga bronquedad o boyant¨ªa, bravura o mansedumbre. Y as¨ª debe ser utilizada la palabra, en una de sus acepciones b¨¢sicas, para que el rico repertorio de t¨¦rminos taurinos no se convierta en un galimat¨ªas de contrasentidos y ambig¨¹edades.

Los taurinos de ¨¦sta hora y sus copleros, ya no hablan de casta m¨¢s que para designar la docilidad del toro, y si quieren referirse a su categor¨ªa generacional, la llaman raza; eluden mencionar "querencia" y dicen, por ejemplo, "aprieta para los adentros". Una burda jerga referencial pretende suplir el bello vocabulario de la tauromaquia, y es otro atentado, no el menos grave, que sufre la fiesta en estos tiempos.