Mar¨ªa Ignacia Hoppichler
Es la ¨²nica mujer presidenta de un club de f¨²tbol, el Lorca Deportiva
Es m¨¢s alta que la media de las mujeres, de complexi¨®n fuerte, rubia, madrile?a pero hija de un austriaco y casada con un entrenador de f¨²tbol, Moreno Manzaneque, preparador del equipo murciano Lorca Deportiva, club del que Mar¨ªa Ignacia Hoppichler es presidenta desde hace cinco temporadas. Aunque no ha sido la primera mujer elegida para dirigir un club futbol¨ªstico -hace unos cuatro a?os, al frente del Mah¨®n ya hubo una-, en estos momentos s¨ª es la ¨²nica en el deporte rey espa?ol.
Cuenta que en su vida ha jugado al f¨²tbol. Tampoco es una gran deportista, ni una forofa del bal¨®n. De ni?a era del Atl¨¦tico de Madrid, por ser de algo, pero mira por donde se cas¨® con un entrenador y le contrat¨® el Lorca Deportiva, y as¨ª termin¨® por convertirse de ama de casa en presidenta de un club donde todos son hombres y las mujeres pintan poco o nada. "Yo no hab¨ªa pensado nunca en presentarme a la elecci¨®n de presidente del Lorca. Mi candidatura la promovi¨® el anterior vicepresidente, Miguel Mill¨¢n, y fue aceptada casi por unanimidad". Esto fue en septiembre de 1980. El equipo estaba en Tercera Divisi¨®n, el club ten¨ªa una deuda de 12 millones de pesetas y la afici¨®n estaba desencantada: un panorama nada halag¨¹e?o. Mar¨ªa Ignacia, una t¨ªmida que aguanta la mirada y con gran personalidad, acept¨®.El hecho de que su marido sea tambi¨¦n el entrenador del Lorca no ha supuesto ning¨²n problema, m¨¢s bien al contrario. "Creo que es muy importante que el preparador tenga el apoyo del presidente", dice Mar¨ªa Ignacia Hoppichler; y afirma que no ha habido desavenencia conyugal alguna por esta causa. Su marido, presente en la entrevista, muy hablador, casi sin dejar intervenir a su esposa y quit¨¢ndole la palabra cada dos por tres, corrobora, c¨®mo no, y a?ade: "Ella es siempre la defensora de los jugadores, mira m¨¢s desde el punto de vista humano". De todas formas, la presidenta no se deja amilanar por el entrenador. Da la impresi¨®n de que, aunque ¨¦l sea m¨¢s parlanch¨ªn, ella le escucha -"mi marido sabe m¨¢s que yo de los aspectos t¨¦cnicos"-, pero impone su criterio.
En las cinco temporadas que lleva como presidenta del Lorca ha conseguido que las mujeres vayan m¨¢s al f¨²tbol, y ella es la primera animadora del conjunto, al que acompa?a en todos los desplazamientos y del que se ha convertido en una forofa. "Cuando vamos a jugar fuera de casa", afirma, siempre me invitan a sentarme en la tribuna, pero procuro no hacerlo; pongo la excusa de que la ni?a da la lata y me voy a las gradas. All¨ª puedo gritar y animar al equipo; en la tribuna no estar¨ªa bien". Asegura que nunca ha dicho un taco, por muy importante que haya sido el partido.
El hecho de que sea mujer no le ha creado problemas. S¨ª otros detalles: "algunas personas llevan mal el que no seamos de Lorca". Pero nadie pone peros a su trabajo. Desde que asumi¨® la presidencia se han mejorado las instalaciones deportivas, han hecho un club social, las taquillas han aumentado, no hay deudas y,- lo m¨¢s importante el Lorca Deportiva subi¨® de Tercera Divisi¨®n a Segunda B-categor¨ªa en la que no hab¨ªa militado nunca-, pero adem¨¢s esta temporada est¨¢ rozando- ya un nuevo ascenso, a Segunda A, que se juega el pr¨®ximo domingo. "A pesar de todo", dice, "no s¨¦ qu¨¦ pasa que el n¨²mero de socios no aumenta, y con un presupuesto como el que ahora tenemos, de 35 millones, no es suficiente para esa categor¨ªa".
La presidenta del Lorca no se muerde la lengua para hablar de Porta: "Creo que s¨®lo se ha ocupado de los equipos de Primera Divisi¨®n. A los dem¨¢s nos tiene abandonados. Se olvida de que el f¨²tbol hay que potenciarlo desde abajo, ayudando a los equipos peque?os para que se conviertan en verdaderas canteras de grandes figuras".
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