La importancia del 'tema gallego' en AP

La situaci¨®n en Alianza Popular (AP) a finales de la primavera de 1981 era desesperada: un partido menguado, que parec¨ªa incapaz de salir de la postraci¨®n. Manuel Fraga daba la impresi¨®n de haber perdido para siempre sus posibilidades de supervivencia pol¨ªtica. Alguien sugiri¨® entonces, durante un almuerzo que congregaba a los m¨¢ximos l¨ªderes aliancistas, la posibilidad de que Fraga encabezara la candidatura para las elecciones auton¨®micas gallegas, que se celebraban en oto?o de aquel a?o. Las ganar¨ªa de seguro y podr¨ªa, al menos, convertirse en el Strauss espa?ol, siendo Galicia su Baviera. La idea, luego rechazada, vag¨® por la sede aliancista durante varios d¨ªas como muestra de la importancia que en AP se conced¨ªa al tema gallego.Ser¨ªa, finalmente, un m¨¦dico de extracci¨®n democristiana y gallegista, Gerardo Fern¨¢ndez Albor, el candidato, sugerido y promovido a ¨²ltima hora por el periodista Felipe Fern¨¢ndez Armesto (Augusto Ass¨ªa). Albor ganar¨ªa las elecciones, propiciando as¨ª el principio del fin de UCD y el comienzo del renacimiento de AP.

Hoy, Albor se ha convertido en vicepresidente nacional primero de AP y en uno de los hombres m¨¢s influyentes de Galicia desde su despacho de la presidencia de la Xunta en Santiago de Compostela. Parecen existir escasas figuras pol¨ªticas capaces de batirle en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. La naciente Coalici¨®n Galega sabe que no podr¨¢ contar para ello con su mentor, Eulogio G¨®mez Franqueira, hombre que gusta de permanecer en la sombra -s¨®lo acept¨® ayer un puesto de vocal en la ejecutiva del partido que ¨¦l ha creado- y cuya imagen empresarial constituir¨ªa un freno a sus posibilidades. El nuevo secretario general de CG, el arquitecto Jos¨¦ Rodr¨ªguez Pe?a, de 42 a?os, es casi un desconocido para la mayor¨ªa del electorado.