Una 'novillada' sin emoci¨®n
El cartel dec¨ªa que eran toros y hasta puede que tuvieran la edad. Pero las hechuras y el trap¨ªo eran los mismos que se ven en los novillos que matan por ah¨ª los chavales. Y delante no estaban los chicos de la Escuela Taurina; estaban tres adultos, en cuyo carn¨¦ de identidad se dice que son matadores de toros. En Aranjuez -y que no se vuelva a repetir- no lo fueron.Con este tipo de ganado, la corrida no tuvo emoci¨®n. Se notaba en la tranquilidad del p¨²blico durante las faenas, aunque hubo algunas dignas del aplauso. As¨ª, la de Emilio Mu?oz en el sexto toro, donde se vio lo m¨¢s torero de la tarde, por la forma de plantearla y la belleza de algunos muletazos, en especial un molinete con la izquierda muy sevillano. En el tercero tore¨® con m¨¢s frialdad y solo alborot¨® algo a los espectadores cuando ech¨® mano de los recursos para la galer¨ªa.
Plaza de Aranjuez
30 de mayo.Toros de Montalvo, anovillados, sinfuerza. Jos¨¦ Mari Manzanares: Palmas. Ovaci¨®n y salida. Ni?o de Aranjuez: Silencio. Dos orejas. Emilio Mu?oz: Oreja. Dos orejas.
El Ni?o de Aranjuez ha tenido la oportunidad de su vida. El quinto toro era uno de esos animalitos est¨²pidos y aborregados que le salen de vez en cuanto a Juan Mari P¨¦rez Tabernero. El de Aranjuez hizo con ¨¦l una faena larga, muy desigual, y por debajo del toro, pero llena de voluntad y deseos de agradar. Hay que elogiar su intenci¨®n de dar variedad al trasteo, con ayudados por alto de suerte cargada, otros por bajo y pases de la firma. Con el segundo ya tuvo bastante traj¨ªn con librarse del cabeceo de la res.
Manzanares estuvo f¨¢cil y muy suelto con los animalitos que le tocaron. En el primero jug¨® al bonito juego del unipase, con enorme tranquilidad, pues el toro no transmit¨ªa sensaci¨®n de peligro. En el cuarto, un manso que buscaba los tableros, supo sacarlo de su querencia y consigui¨® alguna tanda con la derecha, con m¨¢s ligaz¨®n que en el anterior.
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