Astilleros y Construcciones, historia de una frustraci¨®n
Desde 1977, Astilleros y Construcciones es propiedad de Astilleros del Atl¨¢ntico. Con P¨¦rez Maura y Roberto Slinin al frente de los mismos, Ascon se integra de este modo en un extra?o holding de navieras, consignatarios, astilleros, empresas auxiliares y gestores de tr¨¢fico naval, cuyo capital son los beneficios de las m¨²ltiples empresas que dirige.Tras el auge de la d¨¦cada precedente (barcos pesqueros, cementeros, graneleros, contenedores, portacontenedores, frigor¨ªficos, buques de pasaje, todos con el l¨ªmite de las 10.000 toneladas de registro bruto), empiezan los problemas econ¨®micos para el astillero con la contrataci¨®n de un importante pedido de pesqueros para Cuba por un per¨ªodo de cinco a?os en los que no se prev¨¦ la adecuaci¨®n de los presupuestos con la subida del coste de los barcos.
Motor de relanzamiento
El empresario jud¨ªo-argentino Roberto Slinin, reclamado en la actualidad por dos juzgados de Vigo, fue el motor de un relanzamiento del astillero con planes de ampliaci¨®n para la factor¨ªa de R¨ªos en la pen¨ªnsula del Morrazo, en la r¨ªa de Vigo, que se dedicar¨ªa a la construcci¨®n de contenedores y reparaciones con un nuevo dique de grandes dimensiones, que qued¨® a medio construir y con la potenciaci¨®n de la factor¨ªa de Meira en Moa?a, para nuevas construcciones.Los planes que el audaz Slinin traz¨® en 1979 contemplaban un aumento de la plantilla en los dos a?os siguientes, con los que los trabajadores de Ascon, que ya eran 1.700, se hubieran aproximado a los 2.000. En tanto el Consejo de Ministros aprobaba este plan en septiembre de 1980, en junio de ese mismo a?o se firmaba el primer expediente de regulaci¨®n de empleo por a?o y medio. ?se ser¨ªa el primer paso en un rosario de ampliaci¨®n de prestaciones cuyo final se concreta hoy, ya que los grandes planes de Slinin se sumergieron en el desastre de la gesti¨®n empresarial m¨¢s nefasta sobre las posibilidades de Ascon que se recuerda en un astillero.
Cualquiera de los hombres que han trabajado en esta empresa esgrime id¨¦ntica cr¨ªtica hacia la direcci¨®n de la misma. Aseguran que la ¨²nica forma de posibilitar la supervivencia del astillero pasa por el cambio del equipo directivo. En la actualidad, la empresa adeuda a cada trabajador una media de 400.000 pesetas. Su pasivo ronda los 6.000 millones de pesetas, aunque no hay datos exactos al respecto, repartidos entre las deudas contra¨ªdas con el Banco Exterior de Espa?a, Banco de Cr¨¦dito Industrial, Instituto Nacional de Industria, Seguridad Social y Hacienda, que pueden suponer un 75% del d¨¦ficit; otro 20% se lo reparten las empresas auxiliares del sector que se han visto colateral mente sumidas en la crisis ante la falta de pagos de Ascon. El 5% restante son los millones adeuda dos a los trabajadores en concepto de salarios y pagas no abonadas, a lo que hay que a?adir el 10% de los intereses de demora desde 1980.
Ascon cuenta en estos momentos con 22 trabajadores que no pueden ser jubilados porque la empresa no tiene liquidez ni para aportar el mill¨®n y medio de pesetas necesarias para completar la base de jubilaci¨®n. Mientras la falta de solvencia impide encontrar aval para conseguir el cr¨¦dito necesario que posibilite la construcci¨®n de dos nuevos buques, los propios directivos van cobrando su sueldo de peque?as reparaciones que se van realizando.
Depresiones nerviosas
La tensi¨®n sufrida en los cuatro a?os de regulaciones que soportan a sus espaldas los trabajadores no se salda con un dato as¨¦ptico de desesperaci¨®n y agotamiento. La realidad se llama enfermedades mentales, depresiones nerviosas, tratamiento psiqui¨¢trico, afecciones cardiacas, muertes prematuras. Un n¨²mero dif¨ªcil de concretar de trabajadores de Ascon est¨¢ siendo atendido en hospitales psiqui¨¢tricos mediante un convenio amistoso conseguido por el comit¨¦ de empresa con la Diputaci¨®n Provincial, ya que en la Seguridad Social no se contempla este tipo de tratamiento. Algunos tienen diagnosticada una previsi¨®n de tres o cuatro meses de vida a consecuencia de las enfermedades nerviosas que padecen. Personas con dolencias cardiacas han visto agravada su situaci¨®n cl¨ªnica. En muchos casos la familia sufre directamente la situci¨®n del cabeza del grupo familiar que conduce a separaciones temporales o en algunos casos definitivas. ?C¨®mo han subsistido a lo largo de estos cuatro a?os en los que el salario medio percibido fue de 25.000 a 30.000 pesetas?La explicaci¨®n se entronca con la realidad socioecon¨®mica de la r¨ªa de Vigo, donde puede convivir la huerta con el medio urbano, donde la mujer est¨¢ acostumbrada a trabajar en c¨²alquier cosa desde lo m¨¢s remoto de su conciencia como soporte familiar ante la acostumbrada emigraci¨®n del var¨®n, donde el segundo empleo era tambi¨¦n una pr¨¢ctica habitual del operario, que hac¨ªa reparaciones por su cuenta y peque?as chapuzas en las horas libres. Adem¨¢s, existe un fondo de gastos del comit¨¦ de empresa y la generosidady comprensi¨®n de las entidades de ahorro, en especial la Caja de Ahorros municipal de Vigo, que ha concedido pr¨¦stamos y no presiona en los cobros ante la especial situaci¨®n de estas familias, o ese mismo trato de favor por parte del ayuntamiento a la hora de cobrar los impuestos.
Maquinaria muda y vac¨ªa
El derrumbamiento puede producirse, no obstante, cuando los trabajadores se vean obligados a reincorporarse al astillero ma?ana, 1 de junio. Ese d¨ªa, a las siete de la ma?ana, volver¨¢n a cruzar las puertas de acceso y se colocar¨¢n ante la maquinaria muda y vac¨ªa. Seg¨²n confesaba un miembro del comit¨¦ hace unos d¨ªas, no saben c¨®mo van a reaccionar los trabajadores. No se puede predecir como responder¨¢n ante la evidencia de la nada como futuro. La situaci¨®n ha sido calificada como explosiva y desde el comit¨¦ temen no poder controlarla. Ser¨ªa impensable, en estos momentos, que volviera a producirse una situaci¨®n como la del pasado mes de enero, cuando los trabajadores retuvieron a los directivos durante 20 horas en la factor¨ªa y los dejaron salir tras unas prolongadas negociaciones. ?Cu¨¢l hubiera sido la reacci¨®n ahora? Ya no se contempla la salida a la calle para manifestarse. Est¨¢n agotados. Se aferran a la posibilidad de que la Xunta de Galicia intervenga o de que se vuelva a conseguir una prolongaci¨®n de las prestaciones.El comit¨¦ de empresa, formado por 22 miembros de la UGT, 12 de CC OO y nueve de la Intersindical, sigue llamando a todas las puertas. Exponiendo la necesidad de salvar el astillero mejor dotado tecnol¨®gicamente, pidiendo una investigaci¨®n financiera para conocer realmente a cu¨¢nto ascienden las deudas de la empresa, y exigiendo la elaboraci¨®n.de un plan de viabilidad para el mismo, esperando una intervenci¨®n definitiva de la Administraci¨®n central en este problema. Quiz¨¢ la declaraci¨®n de quiebra del astillero solucionar¨ªa todas las deudas y despejar¨ªa las inc¨®gnitas. Pero ah¨ª est¨¢ el consejo de administraci¨®n, formado por los mismos hombres que prometieron a los trabajadores vender las acciones por un precio simb¨®lico y retirarse.
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