La compa?era de Scarnato asegura que los jueces Var¨®n Cobos y Rodr¨ªguez Hermida cobraron dinero por liberar a Bardellino
Encarnaci¨®n Rea?o -compa?era del presunto camorrista Raffaele Scarnato-, que fue testigo de excepci¨®n en el proceso de la irregular puesta en libertad del jefe de la Camorra napolitana Antonio Bardellino, ha manifestado a EL PAIS que Jaime Rodr¨ªguez Hermida y Ricardo Var¨®n Cohos, magistrados ambos, y los intermediarios Luis Plana Terraza, El Catal¨¢n, y Josefa Su¨¢rez, la Pepa, se repartieron, a cambio de conseguir la libertad del mafloso, 10 millones de pesetas que les fueron facilitados en liras, francos suizos, francos franceses y d¨®lares, adem¨¢s de pesetas.
La extradici¨®n a Italia de Scarnato -considerado por la polic¨ªa como lugarteniente de Bardellino- fue concedida ayer por la Audiencia Nacional. Encarnaci¨®n Rea?o ha afirmado que se ha decidido a declarar la verdad debido a su falta de confianza en la Justicia espa?ola, ya que, seg¨²n ella, Scarnato s¨®lo ten¨ªa relaci¨®n de amistad con Bardellino, "no era su lugarteniente como se ha dicho, porque entonces estar¨ªa en libertad" y le van a enviar a Italia por razones pol¨ªticas, no jur¨ªdicas.Encarnaci¨®n Rea?o a?adi¨® que recientemente se ha denegado la extradici¨®n para otros italianos que estaban reclamados por asociaci¨®n para delinquir, el mismo delito imputado a Scarnato. Los otros delitos de los que se acusa a Scarnato (hurto de autom¨®vil, estragos y tenencia de explosivos), corresponden a un mismo hecho, que se produjo en Salerno (Italia), del que ya ha sido absuelto en ese pa¨ªs, seg¨²n la documentaci¨®n aportada por el defensor en el juicio.
La compa?era de Scarnato ha manifestado que fueron pagadas 200.000 pesetas a un fiscal que intervino en el caso por estampar su firma, y que Rodr¨ªguez Hermida recibi¨®, adem¨¢s del dinero, una pulsera de oro que cost¨® 185.000 pesetas.
Rita de Vita, la mujer de Bardellino, destruy¨®, seg¨²n Encarnaci¨®n Rea?o, todas las pruebas que guardaba en casa -consistentes en cambios de dinero, y recibos que implicaban a todos ellos- cuando se enter¨® de que se hab¨ªa revocado la libertad de Tonino.
La propuesta de libertad de Bardellino, siempre seg¨²n la compa?era de Scarnato, lleg¨® por Luis, El Catal¨¢n. ?ste les dijo que en otras ocasiones ya hab¨ªa sacado a m¨¢s gente de la c¨¢rcel por el mismo procedimiento, que era legal, y que Bardellino no tendr¨ªa que huir. Se necesitaban 15 millones y ten¨ªa que hacerse de forma muy r¨¢pida.
El dinero fue tra¨ªdo de Italia de forma clandestina por varias personas, v¨ªa Ginebra y Francia. Ven¨ªa en francos suizos y franceses liras y d¨®lares. Todo en billetes grandes. Parte, alrededor de ocho millones, fue cambiada a pesetas, y cinco de ellos sirvieron para pagar la fianza.
Cinco millones en las botas
El resto (otros diez millones), en dos entregas previas a la libertad de Bardellino, se confiaron a la Pepa y a El Catal¨¢n para que lo repartieran entre ellos y los jueces. La primera de las entregas se hizo dos o tres d¨ªas antes de la puesta en libertad de Bardellino en la peluquer¨ªa de la Pepa. Rita, la mujer de Bardellino, llevaba los cinco millones camuflados dentro de la botas. La segunda entrega se hizo el mismo d¨ªa de la libertad, cerca de una hora antes, en uno de los pubs de la zona de ¨®pera (se refiere a Nico's y Don Galo).
Siempre seg¨²n Encarnaci¨®n Rea?o, Rita de Vita le confirm¨® que los dos magistrados estaban complicados y que se esper¨® a que el juez encargado del caso estuviera ausente. "El juez encargado tar dar¨ªa unos d¨ªas en volver, ten¨ªa que hacerse en una semana, y por eso se precipitaron tanto las cosas y se trajo el dinero lo antes posible".
La compa?era de Bardellino, Rita de Vita, estuvo cenando en dos ocasiones con Rodr¨ªguez Hermida y con la Pepa. En la primera, seg¨²n afirma Encarnaci¨®n Rea?o, Rodr¨ªguez Hermida le dijo que no se preocupara por nada, y de hecho, cuando fueron a solicitar la Iibertad en el juzgado, ya estaba todo listo. A la segunda cena asisti¨® tambi¨¦n Bardellino, ya en libertad. Fue en un restaurante de cuatro tenedores.
Previamente, la tarde anterior, Encarnaci¨®n acompa?¨® a Rita a comprar un regalo para el juez. Adquirieron una pulsera de oro en la joyer¨ªa Sanz, de la Gran V¨ªa de Madrid. La joya hace un dibujo tipo herradura, cost¨® 185.000 pesetas y le fue entregada al magistrado en la cena.
Contrabando de tabaco
Encarnaci¨®n Rea?o ha explicado que Bardellino durmi¨® en el domicilio de la Pepa y el Catal¨¢n la noche en que cuatro polic¨ªas fueron a buscarle a su propia casa, cuando ya se encontraba libre, para que firmara unos documentos. Esto era una simple disculpa, puesto que, como ya se hab¨ªa revocado la orden de libertad provisional, intentaban detenerle. Posteriormente, Encarnaci¨®n lo traslad¨® fuera de Madrid.
La compa?era de Scarnato afirm¨® tambi¨¦n que Bardellino se dedicaba en Italia al contrabando de tabaco y a realiiar coacciones sobre posibles compradores de inmuebles para poderlos obtener posteriormente con beneficios m¨¢s elevados.
Por otra parte, la Audiencia Nacional acord¨® ayer conceder a las autoridades italianas la extradici¨®n de Raffaele Scarnato. Esta decisi¨®n puede ser recurrida en s¨²plica.
Raffaelle Scarnato podr¨¢ ser juzgado en Italia ¨²nicamente por los supuestos delitos de pertenencia a asociaci¨®n creada para delinquir, hurto de autom¨®vil, estragos y tenencia de explosivos.
Previamente, Scarnato deber¨¢ ser juzgado en Espa?a por el delito de falsedad en documento de identidad, ya que, cuando fue detenido en Barcelona el 2 de noviembre de 1983, portaba documentaci¨®n falsa. Si resultara condenado, habr¨ªa de cumplir la pena antes de ser entregado a las autoridades italianas, pero probablemente con el tiempo que lleva en prisi¨®n preventiva tendr¨¢ cumplida con creces la pena que le pudiera corresponder.
La Audiencia Nacional ha ordenado la puesta a disposici¨®n de las autoridades italianas de los 10.800 d¨®lares (1.620.000 pesetas), los 5.000 cruceiros (algo m¨¢s de 4.000 pesetas), los dos relojes y la cadena de oro que le fueron ocupados en el momento de la detenci¨®n.
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