Bolivia, en la hora del desencanto
El Gobierno democr¨¢tico presidido por Siles Zuazo ha sufrido un fuerte dessgasste despu¨¦s de a?o y medio
Enfrentada a la peor situaci¨®n econ¨®mica de su historia, con una coalici¨®n de izquierda en el poder s¨®lo formalmente unida y un presiden te, Hern¨¢n Siles Zuazo, de 73 a?os de edad, que arrastra un pesado lastre de la catastr¨®fica gesti¨®n militar y ha perdido el apoyo popular despu¨¦s de a?o y medio de gobernar sin autoridad y sin una pol¨ªtica definida, Bolivia sufre hoy el hambre y la profunda desmoralizaci¨®n de un pueblo colocado ante la disyuntiva del levantamiento popular o el golpe militar. El apoyo exterior es casi inexistente, empieza a flaquear la confianza de los ciudadanos en el sistema democr¨¢tico y la posibilidad de un nuevo golpe s¨®lo queda atenuada por las ¨²ltimas medidas econ¨®micas del Gobierno y el temor de los militares a que darse con la patata caliente. Un enviado especial de EL PAIS visit¨® recientemente Bolivia.
A las cinco de la ma?ana, los bolivianos guardan largas colas ante las panader¨ªas para comprar el escaso pan a la venta. La mitad de la harina enviada como ayuda alimentaria por Estados Unidos es desviada por funcionarios de la Administraci¨®n, que la venden en Per¨².Todo el sistema productivo est¨¢ en quiebra. En el ¨²ltimo a?o ha disminuido espectacularmente la producci¨®n de minerales, principalmente de esta?o -primera riqueza natural del pa¨ªs-, gas natural y productos agr¨ªcolas. S¨®lo una de las minas de esta?o, la Huanuni, se considera rentable; en las dem¨¢s, el costo de la producci¨®n es, por lo general, dos veces superior al de la cotizaci¨®n del esta?o en el mercado internacional.
El ministro boliviano de Finanzas, Flavio Machicado, que sigue todav¨ªa en el cargo, aunque recientemente present¨® la dimisi¨®n por la imposibilidad de aplicar su pol¨ªtica econ¨®mica ante la presi¨®n sindical, culpa de la actual situaci¨®n a los sucesivos Gobiernos militares que detentaron el poder en los ¨²ltimos 11 a?os. "Desde la d¨¦cada de los setenta la econom¨ªa de este pa¨ªs se ha sustentado en el endeudamiento y la inflaci¨®n. Ahora, por primera vez, este pa¨ªs se encuentra sujeto a sus propias fuerzas".
Machicado, que cree que en Bolivia "se ha perdido la fe en todo y en todos", es el principal art¨ªfice de un programa econ¨®mico de emergencia, puesto en marcha el pasado mes de abril, que supone la devaluaci¨®n del peso en un 300%, el aumento de precios en m¨¢s de un 200% y la congelaci¨®n de salarios. Es un programa destinado a crear las condiciones necesarias para reanudar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, aunque los dirigentes bolivianos no quieran reconocerlo.
Un programa de esas caracter¨ªsticas era necesario, seg¨²n el ministro de Finanzas, porque "esta econom¨ªa ya no tiene acceso al cr¨¦dito f¨¢cil, la donaci¨®n cada vez es menor y, en consecuencia, no hay soporte exterior, por lo que la soluci¨®n tiene que ser sobre la base de nuestra propia realidad".
Falta de recursos financieros
Han pasado, efectivamente, los tiempos en que el Gobierno argentino concedi¨® un cr¨¦dito de 300 millones de d¨®lares al r¨¦gimen dictatorial del general Luis Garc¨ªa Meza, el mayor narcotraficante de Bolivia, en 1980. "En este momento, todo nuestro soporte externo procede de organismos internacionales y donaciones de alimentos procedentes de Estados Unidos, pero no disponemos de recursos financieros frescos", afirma Flavio Machicado.
El Gobierno presidido por Hern¨¢n Siles Zuazo ha tardado un a?o y medio en afrontar seriamente 'esta cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica. Desde su acceso al poder, en octubre de 1982, la Uni¨®n Democr¨¢tica Popular (UDP) ha estado dedicada a resolver la divisi¨®n entre los dos principales partidos que forman la coalici¨®n, el Movimiento Nacionalista Revoluciona r¨ªo de Izquierdas (MNRI), de Si les, y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), del vicepresidente, Jaime Paz Zamora. En a?o y medio de Gobierno de la UDP se han producido cinco cambios de gabinete, sin contar los numerosos reajustes ministeriales.
Esto ha provocado el descr¨¦dito de Siles Zuazo, que ha despilfarrado el enorme capital pol¨ªtico con el que lleg¨® al pa¨ªs. Hoy, en las paredes de La Paz se puede leer la frase de "Abajo el programa hambreador de la UDP", escrita sobre otras m¨¢s antiguas de bienvenida a "Siles, el presidente de la democracia boliviana". En este momento nadie duda en Bolivia que unas elecciones generales anticipadas las ganar¨ªa la derecha, ya fuese el l¨ªder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), V¨ªctor Paz Estensoro, o el ex dictador militar Hugo Banzer, ahora m¨¢ximo dirigente de la Uni¨®n Nacional Democr¨¢tica.Esta situaci¨®n ha sido aprovechada y favorecida por el l¨ªder de la poderosa Central Obrera Boliviana (COB), Juan Lech¨ªn Oquendo, de 70 a?os de edad, que ha visto el terreno abonado para arremeter contra su enemigo tradicional, Siles Zuazo.
La actuaci¨®n de la COB ha impedido la aplicaci¨®n del programa econ¨®mico del Gobierno y se ha convertido en una verdadera amenaza para la democracia. El diario Presencia, de La Paz, el m¨¢s influyente del pa¨ªs, publica una secci¨®n diaria titulada Diario de huelgas, paros, emergencias y ultim¨¢tum, en la que se enumera la interminable lista de conflictos laborales que cada d¨ªa se registran en el pa¨ªs.
Los mineros ocupan la televisi¨®n estatal y desde hace varias semanas impiden la emisi¨®n de espacios informativos en protesta por la supuesta parcialidad de las noticias. La m¨¢s importante presi¨®n sindical se ha producido en el Banco Central, donde una huelga ha tenido paralizada la actividad financiera del pa¨ªs en los ¨²ltimos 45 d¨ªas.
Bolivia, en la hora del desencanto
El Gobierno de Siles Zuazo no s¨®lo carece de autoridad moral y real para imponer su programa a las fuerzas sindicales, sino que se ha visto obligado a anunciar la suspensi¨®n del pago de su deuda exterior, que asciende a 5.000 millones de d¨®lares, por un per¨ªodo de cuatro a?os para evitar la amenaza de huelga general que habr¨ªa supuesto la ca¨ªda del Gobierno y, muy posiblemente, el fin del sistema democr¨¢tico.El ministro de Finanzas cree que "lo deseable hubiera sido llegar a un programa econ¨®mico de emergencia mediante un pacto social". "No se ha hecho porque existen intereses m¨¢s all¨¢ de los sindicales, laborales, ideol¨®gicos o pol¨ªticos. Hay actitudes personales. Es una lucha de caudillos que nos est¨¢ trayendo como consecuencia muchos de los problemas que hay en el pa¨ªs".
"La principal amenaza contra el Gobierno no viene hoy de los militares, sino del sector obrero", comentan fuentes diplom¨¢ticas extranjeras. Juan Lech¨ªn repite constantemente a los dirigentes de sus sindicatos que "este Gobierno es peor que el de Banzer".
El papel de Lech¨ªn
"Lech¨ªn es un irresponsable que est¨¢jugando con fuego", afirma un estudiante boliviano de un partido de izquierda moderada. "Lech¨ªn sabe que s¨®lo puede mantener su carisma y su atracci¨®n casi m¨¢gica sobre los trabajadores en medio de una situaci¨®n de caos pol¨ªtico y econ¨®mico y, por tanto, ¨¦l provoca esta situaci¨®n", a?ade un veterano periodista.
La interrogante inmediata es ?qu¨¦ van a hacer los militares? "Los militares est¨¢n tranquilos. Como instituci¨®n, no quieren tomar el poder. Han pasado una ¨¦poca muy dificil para lavar su imagen, y ahora saben, adem¨¢s, que no tienen la f¨®rmula m¨¢gica para resolver la situaci¨®n econ¨®mica. Ahora bien, no se puede descartar una acci¨®n de los of¨ªciales marginados, ligados a Arce G¨®mez y Garc¨ªa Meza". Esta opini¨®n de una destacada fuente diplom¨¢tica es compartida por la mayor parte de los observadores que pronostican, pese a todo, la supervivencia del Gobierno de Siles hasta el fin de su per¨ªodo constitucional, en 1986. "Yo s¨®lo le puedo garantizar una cosa: en 1986 entregar¨¦ el poder al partido que leg¨ªtimamente le corresponda", asegur¨® a EL PAIS el propio presidente de la Rep¨²blica.
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