Pacifismo y defensa

En primer lugar, quisiera expresar mi reconocimiento al se?or Piris por sus art¨ªculos sobre Pacifismo y defensa publicados en este diario los d¨ªas 22 y 23 de mayo, ya que no es frecuente que del sector militar de este pa¨ªs se oigan voces en contra de la carrera armamentista-militarista que venimos padeciendo a escala mundial.No obstante, quisiera puntualizar algunas cosas sobre los sistemas alternativos de defensa no violenta, que el se?or Piris "descarta moment¨¢neamente", a mi juicio un tanto fr¨ªvolamente:

a) Afirma que dichos sistemas han alcanzado resultados notables (Gandhi, King, Ch¨¢vez) m¨¢s en la consecuci¨®n de objetivos pol¨ªticos y sociales que en la defensa activa frente a una agresi¨®n exterior.

Yo me pregunto: ?es que toda la lucha de Gandhi por la independencia de su pa¨ªs fue un objetivo pol¨ªtico y social m¨¢s que una "defensa activa frente a la agresi¨®n exterior" perpetrada por los ingleses al ocupar la India durante a?os?

b) Sigue diciendo que las teor¨ªas acerca de estos sistemas no violentos de defensa que han definido Muller Ebert y otros "tienen de momento m¨¢s buenos deseos e intenciones humanitarias que posibilidades pr¨¢cticas de proporcionar la m¨ªnima seguridad necesaria". Creo que a esto podr¨ªan responder los citados autores, alegando estudios detallados y estrategias concretas de acci¨®n para las que, entre otras cosas, ser¨ªa necesaria s¨®lo una peque?a parte de la inversi¨®n que actualmente se realiza en gastos militares.

c) Asimismo, afirma no ver "la forma de organizar y llevar a la pr¨¢ctica esta defensa en las circunstancias actuales".

Desde luego, ser¨¢ dif¨ªcil verlo mientras no estemos dispuestos, de una vez por todas, a dejar de gastar dinero en costos¨ªsimos apa-

Pasa a la p¨¢gina 14

Viene de la p¨¢gina 13

ratos, cuyo mejor fin es que no lleguen a utilizarse nunca -y no hablo s¨®lo de misiles, sino tambi¨¦n de aviones F-18A, por ejemplo-, e invertir algo en poner en pr¨¢ctica este tipo de defensa no violenta, para la que ya existen, como antes dec¨ªa, estrategias y planes concretos de acci¨®n, empezando por una educaci¨®n de la poblaci¨®n en dicho tipo de defensa. Esta educaci¨®n, por otro lado, podr¨ªa sufragarse con los gastos de la in¨²til mili.

d) Por ¨²ltimo, hace una descripci¨®n en su art¨ªculo de caracter¨ªsticas comunes a los sistemas alternativos de defensa, y que, por tanto, sirven tambi¨¦n para apoyar los sistemas no violentos, con lo que supongo se podr¨ªa vislumbrar, al menos, alguna forma de organizarlos./