El desembarco

Lo publicaba ayer el diario Lib¨¦ration: "La derrota de Yannick Noah ante Mats Wilander fue anunciada en los actos de conmemoraci¨®n del desembarco aliado en Normand¨ªa como una derrota nacional". Wilander utiliz¨® una mejor estrategia que los alemanes y logr¨® rechazar las oleadas ofensivas de Noah en sus intentos de ocupar la playa (la red) de la pista central de Roland Garros.Mats Wilander, rubio como la cerveza y con los mismos ojos azules que los nazis alemanes, logr¨® mantener la ocupaci¨®n de Par¨ªs. Ahora, como en 1944, los franceses esperan que los norteamericanos venguen su derrota. Jimmy Connors o John McEnroe tendr¨¢n, sin duda, el apoyo del p¨²blico en la final. Son tenistas, pero parecen agentes de la CIA en mision propagand¨ªstica subliminal sobre la necesidad de contar con los norteamericanos para salvaguardar los valores de la sociedad occidental.

Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos, podr¨ªa incluso plantearse variar su viaje europeo y pasarse por Roland Garros el domingo. Aunque McEnroe sea maleducado y Connors ya est¨¦ viejo, son los ¨²nicos que parecen capacitados para frenar con su tenis ofensivo el juego aburrido de Lendl o Wilander. En todo caso, las lanchas de desembarco aliadas, en forma de raqueta de Connors o McEnroe, tendr¨¢n que batallar muy duro para frenar al ario Wilander o al comunista Lendl. Claro que existe el riesgo de que no se produzca el ¨¦xito de Normand¨ªa y s¨ª el desastre de la retirada de Dunkerque.