Unas relaciones viejas y escasas

Desde que, a finales del siglo XVI, lleg¨® a Jap¨®n desde El Escorial -como regalo de Felipe Il- el primer reloj que se conoci¨® en ese pa¨ªs hasta hoy -cuando la casa Sony proyecta la construcci¨®n de la que ser¨¢ la primera f¨¢brica de v¨ªdeos de Espa?a-, los intercambios econ¨®micos y comerciales parecen haber prosperado m¨¢s que las visitas de Estado entre ambos pa¨ªses.Del viaje de Shintaro Abe a Madrid puede salir una invitaci¨®n para que Felipe Gonz¨¢lez y Fernando Mor¨¢n visiten Jap¨®n antes de finales de este a?o. En las tres ¨²ltimas d¨¦cadas se han producido diversas visitas protocolarias, pero han sido casi nulas las gubernamentales: los Reyes fueron a Jap¨®n en 1980 y los pr¨ªncipes herederos japoneses visitaron Espa?a en 1953 y en 1973.

A pesar de la escasez de contactos, las relaciones hispano-japonesas son viejas: el espa?ol san Francisco Javier fue el primer europeo (n¨¢ufragos aparte) que lleg¨® a Jap¨®n, cosa que sucedi¨® en 1549. El pr¨®ximo mes de septiembre se cumple, precisamente, el cuarto centenario de la llegada a Espa?a de la primera embajada nipona: cuatro ni?os japoneses, cristianizados por san Francisco Javier, que pasaron por El Escorial, camino de Roma, para saludar a Felipe II. Fue de la mano de estos ni?os como lleg¨® a Jap¨®n el primer reloj.