Portugal dio la primera sorpresa al empatar con la RFA
ENVIADO ESPECIALTodo fue tan f¨¢cil como antes. Cuando los partidos eran de gordos contra flacos, defensas contra delanteros, artistas contra robots. Es decir, como antes de que llegasen los polivalentes, la aspirina del f¨²tbol, la chica para todo. Ayer, la RFA era la fuerza, un conglomerado de polivalentes; Portugal fue la bohemia, con ese Chalana con pendiente en la oreja izquierda y cargado de collares y con su mujer, Anabela, a la vuelta de la esquina, en permanente luna de miel. Ayer fue el fracaso total de estos chicos que resoplan cada vez que le dan al bal¨®n. Derwall, entrenador de la RFA, reconoci¨® la justicia del 0-0.El equipo de Alemania es de temer. Bast¨® con verle salir a pisar el c¨¦sped dos horas antes del encuentro. Todos sus componentes, encabezados por Stielike, vest¨ªan de colores paramilitares.
A los cuatro minutos se les debi¨® de helar la sangre a los 5.000 entusiastas portugueses, En esos momentos, ya se notaba que los portugueses eran tan peque?itos, tan buenos, que Rummenigge orden¨® pressing desde el borde del ¨¢rea de Eurico, pressing al portero, pressing al que sacaba de banda, pressing para todos. Aquello ol¨ªa a masacre... de los, delanteros a los defensas. Dur¨® poco tal impresi¨®n. Fue un golpe de farol porque la RFA, como se demostr¨® poco despu¨¦s, carece de esquema y los jugadores emplean su fuerza y su buena, voluntad. Sin embargo, el mayoritario p¨²blico alem¨¢n no lo entendi¨® as¨ª y, de vez en cuando, desde las gradas, sal¨ªa una trompeta tocando a la carga. Porque los alemanes, en este tiempo, no atacaban, sino que cargaban.
Poquito a poquito, los futbolistas portugueses adelantaban sus l¨ªneas. Era el ataque de la infanter¨ªa. A los 27 minutos, se produjo el primer susto para el buen guardameta Schummacher. Para esos minutos, los tanques se hab¨ªan detenido. Portugal comenz¨® a ense?ar sus virtudes. Unos jugadores r¨¢pidos, que rasean bien el bal¨®n, con triangulaciones que siempre tienen uno de estos v¨¦rtices, Eurico o Chalana. Este ¨²ltimo en varias ocasiones levant¨® un "ioh!" en los grader¨ªos.
Rummenigge cambi¨® de planes tras el descanso. Se situ¨® a¨²n m¨¢s atr¨¢s. Portugal tambi¨¦n se ech¨® m¨¢s atr¨¢s. Derwall emple¨® a la vez sus dos cambios para dar m¨¢s efectividad al ataque. Briegel acentu¨® su labor ofensiva; Stielike, tambi¨¦n. Todo fue in¨²til porque los alemanes segu¨ªan careciendo de ideas. En un par de ocasiones su misma hinchada les abuche¨® al comprobar c¨®mo los 11 jugadores no sab¨ªan qu¨¦ hacer con el bal¨®n.
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