Un estiIo cambiante e inteligente
Toda la trayectoria cinematogr¨¢fica de Losey puede verse como la lucha entre dos preocupaciones: la profesional, que exige adaptabilidad, rapidez y seguridad, y el deseo de poder mantener un discurso personal dentro del sistema. Sus primeros contactos con el mundo del espect¨¢culo ya se?alan esta ambivalencia: de la puesta en escena de montajes universitarios pasa a la cr¨ªtica teatral en el New York Times, el N. Y. Herald Tribune o en la del Saturday Revue of Literature. La teor¨ªa intentar¨¢ volver a unirse a la pr¨¢ctica cuando Losey debute como ayudante de direcci¨®n en Gran hotel (1931), de Vicky Baum. En 1935 Losey hizo un viaje por Europa, descubriendo en los escenarios las teor¨ªas de Piscator. Su visita a la URSS, unida al conocimiento de Brecht, que ya era un asilado pol¨ªtico en los USA, van a contribuir a que el futuro cineasta se decante pol¨ªticamente hacia la izquierda, pr¨®ximo al partido comunista. La fama como hombre de teatro ha de llegarle con el montaje del Galigeo Galilei de Brecht, con Charles Laugthon como protagonista. !Era un estreno mundial. En 1939 dinge su primera pel¨ªcula: Pete Roleum and his cousins, un cortometraje al que han de seguir otros. El primer largo es excelente: El muchacho de los cabellos verdes (1948), una f¨¢bula contra la intolerancia, contra la mentalidad que considera como "enemigos o enfermos" a todos aquellos que no se adaptan a las normas del poder. El film es posible verlo como una denuncia del maccarthysmo y sin duda as¨ª fue interpretado por el senador de la caza de brujas que, en 1951, cit¨® a Losey para que apareciera ante la Comisi¨®n de Actividades Antiamericanas. Pero ¨¦ste se encontraba en Italia, rodando Stranger on the prowl e hizo caso omiso.
El exilio comienza ah¨ª. Losey es incluido en la lista negra, su nombre desaparece de los cr¨¦ditos de Stranger on the prowl donde consta como director un tal Andrea Forzano. En Inglaterra tendr¨¢ nuevos nombres como los de Victor Hambury y Joseph Walton. Es una ¨¦poca oscura, de producciones modestas pero no desprovistas de inter¨¦s: Intimidad con un extra?o (1956), La clave del enigma (1958), El criminal (1960) o Eva (1962). ?l se ha adaptado bien a las estructuras de producci¨®n europeas y la cr¨ªtica le redescubre al tiempo que descubre a sus actores: Bogarde, Stanley Baker, Jacqueline Sassard. El prestigio no hace m¨¢s que acrecentarse con The servant (1963) y For king and country (1964).
Con Modesty Blaise (1966) juega con la parodia de la moda del c¨®mic y en Accident (1967) nos da una visi¨®n cr¨ªtica de la ¨¦lite intelectual brit¨¢nica. El ¨¦xito y la fama le llevan a entremezclarse en proyectos fallidos o imposibles -Ceremonia secreta (1969), El asesinato de Trotski (1972), Casa de mu?ecas (1973), Las rutas del sur (1976), La truite (1982)- y a bordear el academicismo -El mensajero (1971), La inglesa rom¨¢ntica (1974) o Don Giovanni (1979)-, quedando M. Klein (1977) como la ¨²ltima de las obras en la que es posible admirar el impulso creativo de Losey.
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