Las actuaciones de la Inspecci¨®n de Hacienda, a punto de provocar la desaparici¨®n de los editores legales de v¨ªdeo
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Las recientes actuaciones de la Inspecci¨®n Financiera, y Tributaria entre los editores legales de videocassettes han creado una situaci¨®n de insolvencia en el sector al exigirse a las empresas el pago de tributos atrasados, que en realidad no han sido recaudados por las empresas, por unas cantidades que superan hasta diez veces su valor patrimonial. Durante las ¨²ltimas semanas, los inspectores han levantado actas a numerosas empresas del sector, por cuant¨ªas que oscilan entre los 30 y 600 millones de pesetas, por impago del Impuesto sobre el Lujo y, en parte, el de Tr¨¢fico de Empresas.
Hacienda pretende cobrar a los editores y distribuidores de videocassettes los impuestos citados por todo lo facturado en los ejercicios 1981, 1982 y 1983, a sabiendas de que estos industriales no lo han percibido de los consumidores. La Administraci¨®n considera a los industriales como sustitutos del contribuyente, en este caso los consumidores y, por tanto, responsables solidarios del pago del tributo. Por el momento, los ¨²nicos beneficiarios de la operaci¨®n han sido el sector pirata y las multinacionales que eluden el tributo alquilando las cintas en lugar de venderlas. Estas sociedades alegan que al alquilar no se produce la adquisici¨®n y por tanto tampoco el hecho imponible. Ni la propia Hacienda ha conseguido, de momento, beneficio alguno ya que todas las actas han sido recurridas.Las cantidades reclamadas exceden desproporcionalmente de la capacidad de pago del sector. Seg¨²n un informe elaborado por la Comisi¨®n de Inspectores Regionales, nombrada para el estudio del sector del videocassette, la cuantificaci¨®n del fraude fiscal del sector asciende a 15.203 millones de pesetas (9.049 millones de pesetas por impago del Impuesto de Lujo y a 4.105 millones por aplicaci¨®n indebida de los tipos en el Impuesto General del Tr¨¢fico de Empresas). No obstante, el mismo informe reconoce que las posiblidades recaudatorias son muy inferiores ya que "suponiendo que a nivel nacional un 20% hubiera declarado, quedar¨ªa una deuda de 4.923 millones de pesetas".
El estudio parte de la base de que en el mercado existen unos siete millones de cintas v¨ªrgenes importadas legalmente, de las cuales un 80% se canalizan hac¨ªa la grabaci¨®n. Asimismo, se estima que en el mercado existen unos 5.550 t¨ªtulos de pel¨ªculas cinematogr¨¢ficas de los que se hacen unas mil copias por t¨ªtulo y que se venden a unas 6.000 pesetas. Con estos datos, se considera que el volumen de ventas del sector, que es la base imponible del Impuesto sobre Lujo, es de 33.000 millones de pesetas. Como el tipo impositivo es, del 20%, resulta una cuota de 6.600 millones a los que se a?aden 1.650 millones de sanci¨®n y 792 millones por intereses de demora.
Industria catalana
Las actuaciones de Hacienda se iniciaron a mediados de 1983 en que la inspecci¨®n de Hacienda empez¨® a solicitar a algunos industriales catalanes el pago del Impuesto sobre Lujo en sus producciones de videocassettes. La mayor¨ªa de estos empresarios se hab¨ªan dedicado hasta fechas recientes a la reproducci¨®n de cintas cinernatogr¨¢ficas, actividad que no estaba gravad por el impuesto sobre lujo. Pero con la aparici¨®n de las cintas de v¨ªdeo a mediados de 1981 la mayor¨ªa de los empresarios del sector cambiaron el soporte de sus pel¨ªculas cinematogr¨¢ficas y del soporte de cinta de super 8 se pas¨® al soporte videomagn¨¦tico.La Administraci¨®n consider¨® que el nuevo producto s¨ª estaba afectado por el Impuesto sobre el Lujo, decisi¨®n que fue aceptada por los industriales catalanes agrupados en Asociaci¨®n de Empresas de Producciones y Servicios Audiovisuales (APSOVAM).
Al no aceptarse esta primera propuesta, APSOVAM plante¨® una f¨®rmula transitoria estableciendo un sello obligatorio tanto para las cintas vendidas con anterioridad a su publicaci¨®n como para las cintas que en el futuro se fueran a comercializar. El Minister¨ªo de Cultura aprob¨® mediante una Orden del pasado 14 de enero, que entre otras medidas se?alaba que "la Direcci¨®n General de Cinematograf¨ªa identificar¨¢ las car¨¢tulas y etiquetas mediante signo indeleble y permanente a fin de garantizar su legalidad". El sistema del sello timbre fracas¨® porque inmediatamente apareci¨® su falsificaci¨®n en el mercado. Los industriales plantearon una nueva alternativa sugiriendo un sello tipo polaroid infalsificable pero ya era demasiado tarde pues la Inspecci¨®n empez¨® a actuar.
Los representantes de las empresas mantuvieron una entrevista con el secretario general de Hacienda, Juan Francisco Mart¨ªn Seco, quien mantuvo que el impago de los impuestos era un fraude, pero acept¨® estudiar de nuevo el asunto, "con cari?o", seg¨²n fuentes de APSOVAM.
Paralelamente a estas gestiones, los editores catalanes intentaron aplicar el impuesto a sus clientes pero la reacci¨®n de rechazo fue un¨¢nime y las factura, se liquidaron descontando el tributo aplicado. Adem¨¢s, en Catalu?a la actuaci¨®n de la Inspecci¨®n fue mucho m¨¢s contudente que en otras zonas, porque los propios industriales colaboraron con Hacienda para intentar una soluci¨®n con lo que facilitaron valiosos datos del sector.
Los industriales de Madrid, agrupados en la Asociaci¨®n Videogr¨¢fica de Espa?a (AVE), han mantenido desde un principio una posici¨®n totalmente opuesta al pago del Impuesto de Lujo. La AVE cuenta con el asesoramiento del ex ministro de Hacienda Jaime Garc¨ªa A?overos, bajo cuyo su mandato se reform¨® el art¨ªculo 22 del Texto Refundido del Impuesto sobre el Lujo que grava las adquisiciones de cintas magnetosc¨®picas. Seg¨²n los criterios del significado asesor, las empresas no tienen que pagar el impuesto ya que se considera que ¨¦ste debe pagar en origen cuando se compra la cinta virgen.
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