La larga marcha hac¨ªa la unidad europea

Europa puede ahora reanudar la marcha hac¨ªa su unificaci¨®n, que, tras el impulso inicial de la creaci¨®n de la CECA (Comunidad Europea del Carb¨®n y el Acero) en 1951, se hab¨ªa frenado fundamentalmente a partir de la crisis econ¨®mica mundial de 1973.El origen de la construcci¨®n europea est¨¢ en el intento de reconciliaci¨®n franco-alemana, tras la segunda guerra mundial, obra de Jean Monnet, Robert Schumann y Konrad Adenauer. Los seis pa¨ªses que fundaron la Comunidad Econ¨®mica Europea y firmaron el Tratado de Roma (1957) fueron Francia, la RFA, Italia y los tres pa¨ªses del Benelux: Luxemburgo, B¨¦lgica y Holanda. El Reino Unido no quiso sumarse al inicio de esta gran aventura.

Muy vinculado a Estados Unidos -la relaci¨®n especial- y a su Commonwealth imperial, Londres brome¨® con el proyecto, pero, ante su seriedad, intent¨® bombardearlo con una zona de libre cambio. El Reino Unido pronto se dio cuenta de su error, y solicit¨® en 1965, su ingreso en la CEE. El entonces presidente franc¨¦s, Charles de Gaulle, vet¨® por dos veces la entrada brit¨¢nica.

Pero fue el mismo De Gaulle el que cambi¨® las reglas del juego. Si fue el impulsor de la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n, con la estrategia de la silla vac¨ªa, paraliz¨®, en 1965, el funcionamiento de la Comunidad. La crisis s¨®lo se super¨® con el compromiso de Luxemburgo: las decisiones por unanimidad (es decir, el derecho del veto), de excepci¨®n, se convirtieron en norma.

A partir de 1973 se inicia una nueva ¨¦poca. Primero, el ingreso del Reino Unido, Irlanda y Dinamarca (Noruega ech¨® marcha atr¨¢s). Pocos meses despu¨¦s lleg¨® la crisis petrolera y monetaria. La construcci¨®n europea basada en el crecimiento econ¨®mico y la prosperidad, sufri¨® un frenazo.

La actitud brit¨¢nica, replanteando constantemente las condiciones de su ingreso, y unos EE UU que no facilitaron la creaci¨®n de un tercer polo mundial, frente a los dos grandes, sembraron un estado de crisis permanente. En esta coyuntura dif¨ªcil, Grecia (1974), Portugal (1976) y Espa?a (1977), tras su retorno a la democracia, pidieron su ingreso. Grecia lo consigui¨® en 1981. Los otros dos pa¨ªses se sit¨²an ahora en el umbral.

En estos a?os de crisis, la ¨²nica creaci¨®n aut¨¦nticamente europea fue el Sistema Monetario Europeo (SME), del que fue impulsor el tradicional eje franco-alem¨¢n. Londres qued¨® al margen. La cumbre de Stuttgart, en junio de 1983, plante¨® la resoluci¨®n de todos los problemas como un paquete.

El tema de la contribuci¨®n brit¨¢nica llev¨® al fracaso de los consejos europeos de Atenas (diciembre de 1983) y de Bruselas (marzo de 1984).