El fen¨®meno de la empat¨ªa
La forma en que se modifica la capacidad emocional seg¨²n el ni?o crece est¨¢ muy bien ilustrada por el trabajo sobre la empat¨ªa de Martin Hoffman, de la universidad de Michigan.Los ni?os, durante el primer. a?o de vida, dice el doctor Hoffman, pueden probablemente experimentar algo similar a la empat¨ªa como respuesta al llanto desesperado de otro ni?o. Pero como los ni?os muy peque?os no distinguen claramente entre s¨ª mismos y otros ni?os, pueden tener dudas de a qui¨¦n pertenece el llanto que est¨¢n oyendo. Esos ni?os, dice el doctor Hoffman, reaccionar¨¢n frecuentemente como si el llanto del otro ni?o fuese el suyo propio.
Por ejemplo, una ni?a de 11 meses que vio caer a otra ni?a y empezar a llorar, se qued¨® mirando un instante a la v¨ªctima, despu¨¦s se meti¨® el pulgar en la boca y escondi¨® la car¨¢ en el regazo de su madre; su reacci¨®n normal cuando se da?aba ella misma.
"Este primer nivel de llanto emp¨¢tico es algo evidentemente primitivo", dice el doctor Hoffman. "Le llamamos empat¨ªa, aunque el ni?o no se sit¨²a realmente en el lugar del otro imaginando lo que ¨¦ste est¨¢ sintiendo".
Algo m¨¢s cercano a la empat¨ªa se presenta aproximadamente al a?o, cuando los ni?os tienen un sentimiento m¨¢s fuerte sobre s¨ª mismos como individuos distintos y pueden distinguir claramente a qui¨¦n pertenece el llanto. Sin embargo, todav¨ªa pueden tender a confundir sus propias reacciones y consuelos con las de otra persona.
As¨ª, un ni?o de 13 meses que vio a un adulto triste le ofreci¨® a ¨¦ste su mu?eco preferido, y otro ni?o de la misma edad fue corriendo a buscar a su madre para que consolara a otro ni?o que estaba llorando, aun cuando la madre del otro ni?o estaba presente.
Aproximadamente a los dos o tres a?os, seg¨²n el doctor Hoffman, los ni?os se dan cuenta de que los sentimientos de otras personas son diferentes de los propios y pueden responder mejor a su propio dolor.
Y como ya dominan el lenguaje, pueden responder no solamente a las indicaciones de tristeza inmediatas, como el llanto, sino tambi¨¦n a la idea de que otro est¨¢ triste.
Con el desarrollo de su comprensi¨®n, los ni?os pueden empatizar con una variedad m¨¢s amplia de emociones, incluidos los sentimientos complejos, como la traici¨®n. Al tiempo que aumenta su sofisticaci¨®n empiezan a comprender situaciones en las que, por ejemplo, una v¨ªctima no quiere que la ayuden porque a partir de ese momento ser¨¢ tenida en menos.
Finalmente, en los ¨²ltimos tiempos de la infancia se presenta la empat¨ªa propiamente dicha. Los ni?os son capaces de empat¨ªa no solamente por las penas de una determinada persona, sino tambi¨¦n por grupos humanos tales como los pobres o los oprimidos.
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