Un arreglo de Falla que no es de Falla
Los tres estrenos de Manuel de Falla en el Festival Internacional de Granada pueden ser cuestionados por distintas razones. Explicarlas parece no s¨®lo oportuno sino -necesario.Los fragmentos de El amor brujo (pantomima, y danza del fuego) fueron transcritos por don Manuel para sexteto, seg¨²n el uso imperante de la ¨¦poca. El caf¨¦ era casi la ¨²nica posibilidad de ampliar la difusi¨®n de las obras, cuando no exist¨ªan la radio o el disco. De todos modos, Falla se guard¨® el arreglo y s¨®lo lo sac¨® a relucir con ocasi¨®n del homenaje que le rindiera la Academia Santa Cecilia de C¨¢diz, dirigida, a la saz¨®n, por Jos¨¦ G¨¢lvez, Ruiz (1874-1939), amigo muy querido y profesional muy estimado. No se hab¨ªa interpretado antes tal sexteto, pues en carta de 31 de enero de 1926, el autor de El amor brujo dice a G¨¢lvez: "Si quiere le enviar¨¦ un arreglo para sexteto de la danza del fuego y la pantomima de El amor brujo.
Pero tendr¨ªa usted que hacer mandar hacer las copias. No tengo m¨¢s que la partitura". La presentaci¨®n de este peque?o y circunstancia? trabajo en concierto, e incluso con director al frente, se me antoja, cuando menos, una exageraci¨®n, sin otro inter¨¦s que el anecd¨®tico.
Adaptaci¨®n
Peor es el asunto de los nocturnos, como Falla acostumbraba a denominar a las Noches en los jardines de Espa?a, en su versi¨®n para orquesta de c¨¢mara. Se ha presentado como una adaptaci¨®n del propio Falla, tanto en los programas como en el comentario firmado por A. T (bien pintoresco, por cierto). Las palabras de don Manuel nos aclaran suficientemente la cuesti¨®n. El 9 de octubre de 1925 escribe a Eduardo Torres, presidente y cofundador de la Orquesta B¨¦tica de Sevilla: "S¨®lo he podido empezar a ver su trabajo de adaptaci¨®n de los nocturnos para la B¨¦tica", escribe Falla.
"Crea usted, querido don Eduardo, que s¨®lo por ser usted quien me honra ocup¨¢ndose de ello, accedo a que se toque la obra con orquesta reducida, pues ya sabe usted mi manera de pensar en estas cuestiones. Ahora s¨ª: ruego a usted encarecidamente que la orquesta no incluya la obra en su repertorio para tocarla fuera de Sevilla, pues ya me han pedido autorizaci¨®n para un arreglo an¨¢logo en muchas ocasiones y siempre la he negado". Se esgrime el hecho cierto de que don Manuel revis¨® o corrigi¨® el buen trabajo de Torres, pero esto mismo hizo en cuantos arreglos ajenos de su m¨²sica se hicieron con su conocimiento impl¨ªcito o expl¨ªcito, empezando por las transcripciones de las canciones realizadas por Paul Kochanski. La B¨¦tica toc¨® bastante esta versi¨®n reducida de las Noches, y hasta la grab¨® en discos (de 78 revoluciones), dirigida por Halffter y con Manuel Navarro al piano.
En fin, la consideraci¨®n de El corregidor y la molinera, como obra diferente a El sombrero de tres picos, es tan interesante como discutible. En el cat¨¢logo de Roland Manuel, escrito en constante relaci¨®n con Falla, se incluye la primitiva farsa m¨ªmica y el ballet, como versi¨®n aumentada y definitiva de la obra precedente. Muy interesantes como estudio preparatorio de El tricornio, no creo que deban ni puedan vivir en paralelo ambas versiones, ni pas¨® por la imaginaci¨®n de Falla el volver a representar El corregidor. Unas audiciones e incluso la edici¨®n de estudio, bien; el lanzamiento como obra nueva y reci¨¦n descubierta, me parece, en cambio, improcedente. Tanto como la rid¨ªcula anotaci¨®n del aludido comentarista, que ha necesitado acud¨ªr a la autoridad de un music¨®logo de Chicago para confirmar la transformaci¨®n de la pantomima del Eslava en el ballet de Sergio Diaghilew. La figura y la obra de Manuel de Falla demandan no pocas cosas, en lo ¨¦tico y en lo' art¨ªstico. Y, cuando menos, exigen un poquito de seriedad.
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