El Gobierno, obsesionado con sanear la empresa p¨²blica
A juzgar por lo realizado en el a?o y medio en el poder, el Gobierno socialista est¨¢ m¨¢s preocupado en sanear la empresa p¨²blica, durante esta legislatura, que en convertirla en un instrumento de sus objetivos pol¨ªticos e idel¨®gicos.Por esta raz¨®n, la estrategia general de ajuste gradual que se preconiza, sobre todo desde el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, cobra, en el sector p¨²blico, especial significaci¨®n. Y m¨¢s si se tiene en cuenta que la herencia del pasado, nunca utilizada desde el poder como ¨²ltima explicaci¨®n de los males end¨¦micos que padece hoy la empresa p¨²blica en Espa?a, pesa aqu¨ª como una gigantesca losa. Quiz¨¢ sea por esta raz¨®n que el primer Gobierno Gonz¨¢lez decidi¨® colocar, al frente de los holding p¨²blicos, personas m¨¢s vinculadas con la empresa y la gesti¨®n privada que con el partido al que pertenec¨ªa.
La empresa p¨²blica en Espa?a ofrece una gama variopinta de singularidades, desde las que funcionan en r¨¦gimen de monopolio u oligopolio, como Campsa, Tabacalera o Renfe, hasta las que tienen sus precios fijados por el Gobierno, con escaso margen para el error en gesti¨®n. En el medio est¨¢n la mayor¨ªa, que act¨²an en r¨¦gimen concurrencial con el sector privado y que, b¨¢sicamente, est¨¢n concentradas en el Instituto Nacional de Industria (INI). Hablar de empresa p¨²blica en Espa?a se reduce, en el 90% de los casos, al INI, aunque existan otras muchas, e importantes, que ofrecen unos balances tan dignos de atenci¨®n como los del primer holding p¨²blico espa?ol.
Por razones que el propio Gobierno sabr¨¢, un gestor independiente como Enrique Moya, a la saz¨®n secretario general del C¨ªrculo de Empresarios, fue nombrado presidente del primer INI bajo la ¨¦gida socialista. En el a?o y medio que dura su gesti¨®n, Moya ha llevado a cabo una labor callada, salpicada con intervenciones escasamente contestadas por los distintos grupos parlamentarios ante la Comisi¨®n de Industria del Congreso de los Diputados. Ante este foro fue donde Moya inform¨®, en el mes de febrero pasado, que el grupo de empresas del INI perdi¨® en 1983 la friolera de 192.000 millones de pesetas, cantidad que es exactamente el doble de la prevista por su antecesor en el cargo, el ex ministro de Industria de UCD Carlos Bustelo.
D¨ªas antes, Moya hab¨ªa mantenido una reuni¨®n en la Moncloa con el presidente del Gobierno, acompa?ado por los ministros de Econom¨ªa y Hacienda e Industria y Energ¨ªa. Lo que all¨ª se habl¨® muy pocas personas lo saben, pero existen indicios suficientes para creer que, tras una serie de auditor¨ªas p¨²blicas y privadas de las empresas del grupo, fue entonces cuando el Gobierno socialista se enter¨® de algo que muchos predecesores en el sal¨®n presidencial de la plaza de Salamanca ocultaron celosamente a sus sucesores.
El INI present¨® en 1983 unos resultados globales que rondan los 200.000 millones de p¨¦rdidas. Pese a esta voluminosa cifra, jam¨¢s alcanzada en la historia del holding, sus directivos mantienen que, en pesetas constantes, es inferior a la de a?os anteriores, y que el peso de la empresa p¨²blica en el d¨¦ficit p¨²blico es, como mucho, igual a la de a?os anteriores. Y sus explicaciones son por lo menos justificables. Por vez primera, argumentan, los resultados van auditados con criterios contables homog¨¦neos, equiparables a los del sector privado. Es por eso que casi un 20% de esas p¨¦rdidas son extraordinarias y resultado de pasar del activo al pasivo, obra en curso que se ha ocultado durante a?os. Se trata de barcos construidos y nunca vendidos, intereses intercalarios no aflorados, etc¨¦tera, por un importe que este a?o ser¨¢ de 32.000 millones de pesetas.
Ante este proclamado objetivo de sanear, la nueva gesti¨®n del INI decidi¨® que en 1984, y los dos a?os posteriores, correspondientes a la legislatura, el holding p¨²blico doblar¨¢ los recursos destinados a garantizar una mejor distribuci¨®n de sus finanzas. As¨ª, de los 80.000 millones destinados en a?os previos se pasa a los 160.000 millones, que ser¨¢n des tinados ¨ªntegramente a capitalizar algunas empresas como Seat o Iberia, donde existi¨¢n agujeros hist¨®ricos, celosamente guardados por sus anteriores gestores.
Para 1984, el objetivo del INI es por lo menos invertir la tendencia de las p¨¦rdidas, de forma que en lugar de aumentar pasen a disminuir en pesetas constantes. Para ello, y seg¨²n argumentan sus directivos, se ha procedido a realizar ¨²n trabajo algo, m¨¢s profundo que e saneamiento financiero ya mencionado y cuyo objetivo es pasar de una relaci¨®n de recursos propios/ajenos del 19/81 en la actualidad a un 22/78 a finales de 1984 y tres o cuatro puntos superior en 1985. Se ha tratado, adem¨¢s, de introducir unos conceptos m¨¢s profesionales de gesti¨®n, control y planificaci¨®n, que incluyan el ajuste de los sistemas de producci¨®n al mercado real y de la adaptaci¨®n de la capacidad productiva a la demanda existente en cada momento.
Aparte del problema global de reconversi¨®n que padece la econom¨ªa espa?ola, y que se caracteriza por los excedentes de producci¨®n y el anquilosamiento que experimentan las empresas p¨²blicas de la siderurgia y el sector naval, entre otras, lo que realmente sucede en la empresa p¨²blica espa?ola fue descrito gr¨¢ficamente por Moya ante el Congreso de los Diputados de la siguiente manera: "En el grupo INI se fabrican productos que nadie demanda y se produce en cantidades superiores a las que el mercado jam¨¢s podr¨¢ absorber".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.