Pocas esperanzas de que los jueces dejen a una viuda francesa tener hijos con semen del que fue su marido
La ciudadana francesa Corine Parpalaix, defensora de la inseminaci¨®n artificial post mortem, tendr¨¢ que esperar todav¨ªa hasta el pr¨®ximo d¨ªa 1 de agosto para saber si los jueces de este pa¨ªs le autorizan la recuperaci¨®n del esperma congelado que su marido, muerto el pasado mes de diciembre, hab¨ªa depositado en un banco de esperma. Al t¨¦rmino de la segunda parte del juicio por esta causa, celebrada ayer, las. esperanzas de Corine no son muchas.
Paralelamente a las acciones judiciales el Gobierno franc¨¦s aborda este problema moderno con el fin de cubrir el vac¨ªo jur¨ªdico que ha revelado la petici¨®n inusual de Corine Parpalaix.En el tribunal de Creteid, localidad de la periferia parisiense, en un clima de expectaci¨®n, Corine protagoniz¨® la segunda parte del proceso provocado por ella al reclamar a la Justicia, por primera vez en Francia, el derecho a ser inseminada con el esperma de Alan Parpalaix, inspector de Polic¨ªa fallecido de c¨¢ncer de test¨ªculos en diciembre pasado.
Ambos c¨®nyuges se hab¨ªan casado dos d¨ªas antes de la muerte del marido, y el polic¨ªa hab¨ªa depositado el esperma en el Centro de Estudios y de Conservaci¨®n de Esperma, (CECOS), organismo oficial que se niega a satisfacer los deseos de esta viuda de 21 a?os, con cara de ni?a, secretaria en la Prefectura de Polic¨ªa de Marsella. Corine no s¨®lo est¨¢ dispuesta a que el caso d¨¦ la vuelta al mundo para conseguir un hijo de su marido muerto, sino que quiere adem¨¢s emular a su marido y llegar a ser inspectora de Polic¨ªa.
Los argumentos del fiscal han sido contundentes: "El esperma no es un objeto que se deposita como otro objeto comercial cualquiera; se trata de 'una parte del cuerpo' que no puede ser objeto de un contrato que conlleve la obligaci¨®n de devoluci¨®n a los herederos por parte del banco de esperma". ?Qu¨¦ hacer, entonces, con esta "parte del cuerpo" del difunto? El fiscal responde como todos los dem¨¢s: "Hay que respetar la voluntad del fallecido en cuesti¨®n".
Pero aqu¨ª divergen de nuevo las interpretaciones. Tanto Corine como su abogado y sus suegros dicen que el hecho de haber depositado el esperma ya indic¨®, por parte del polic¨ªa, su voluntad de tener un hijo de Corine, que, adem¨¢s, era su esposa. El fiscal no lo cree as¨ª. En su opini¨®n el marido ten¨ªa que haber testificado por escrito si ¨¦ste era su deseo. Para el fiscal tampoco est¨¢ claro que la destinataria del esperma hubiera de ser Corine, y en cambio mantiene la tesis de que el polic¨ªa deposit¨® el esperma por pura precauci¨®n, cuando se le declar¨® el c¨¢ncer de test¨ªculos.
La falta de jurisprudencia mantiene el suspense, pero muchas son las razones y aspectos externos del problema que apuntan a que el veredicto ser¨¢ negativo para Corine. Ahora bien, su batalla ya la valoran como muy positiva muchos franceses y francesas. El Gobierno, sensibilizado por este asunto, estudi¨® en el Consejo de Ministros de ayer esta cuesti¨®n y anunci¨® que, en el plazo de los pr¨®ximos meses, ser¨¢n elaboradas leyes tendentes a resolver los problemas ¨¦ticos y jur¨ªdicos planteados por el desarrollo de las ciencias y de las t¨¦cnicas m¨¦dicas, y muy especialmente en el ¨¢rea de la reproducci¨®n humana.
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