La gran 'miurada'

ENVIADO ESPECIAL Miura revitaliz¨® ayer en Pamplona el gran espect¨¢culo de la lidia con una corrida de toros importante. Gran miurada, bell¨ªsima de presentaci¨®n y brava, que entusiasm¨® al p¨²blico y facilit¨® a los toreros un ¨¦xito que les vino casi de regalo.Los miura eran de magn¨ªfica estampa, largos, altos, bien armados y serios, todos en el personal¨ªsimo tipo de la ganader¨ªa. Variados de capa, los hubo negros, salpicaos o chorreaos en verdugo; un casta?¨® list¨®n de impresionante arboladura, que si lo pinta Daniel Perea en aquellas rom¨¢nticas l¨¢minas de La Lidia, no le sale tan hermoso; un bragao gir¨®n c¨¢rdeno claro que por zonas plateaba y exhib¨ªa una cornamenta amplia, de dorada asta y armoniosa curvatura.

Al primero y al quinto les dieron la vuelta al ruedo. Quiz¨¢ el premio fue excesivo, si se analizaba con lupa y minucioso cotejo de tratados cada uno de sus movimientos. Pero eran bravos y, adem¨¢s, tambi¨¦n fueron excesivas las cuatro orejas para los toreros que pidi¨® el p¨²blico y concedi¨® la presidencia, los cuales padec¨ªan contagioso triunfalismo.

Y fueron excesivas no solo porque los matadores no redondearon faenas dignas del galard¨®n, sino porque a¨²n lo hicieron peor como lidiadores. Lejos de lucir la casta excepcional, y los singulares ¨ªndices de bravura que ten¨ªa la miurada, procuraban taparlas por el procedimiento vil de colocar a las reses en suerte unas veces al relance, otras en proximidades de chiqueros, siempre de cerca y a¨²n m¨¢s ac¨¢ de las rayas o por los mism¨ªsimos terrenos de dentro. Convictos y confesos del delito de lesa tauromaquia, a estos mediocres diestros no les importaba en absoluto la grandeza de la fiesta, acaso. celosos del triunfo del ganadero por lo que les pudiera desmerecer. Lidiaron la corrida, con aires de tr¨¢mite y hubo toros bravos a los que dieron tratamientos de mansos.

Sali¨® un manso, es cierto, el sexto, que hu¨ªa de la quema, pero que en banderillas se fue arriba y vali¨¦ndose de su casta y de sus muchos pies, puso en aprietos a V¨ªctor Mendes, el cual reuni¨® con mucho m¨¦rito dos pares y luego se vio perseguido con enorme peligro, hasta el punto de que pidi¨® precipitadamente el cambio de tercio.

Simplemente por la mala lidia, por su mezquina actitud, los toreros no merec¨ªan trofeos de ninguna especie, y a¨²n menos a la luz de sus desali?adas faenas de muleta, que ejecutaron sin temple y atacadas de vulgaridad. Campuzano dio naturales embarullados a su primero, que ten¨ªa un excelente pit¨®n izquierdo, y al quinto, noble ejemplar de inagotable embestida, le administr¨® una interminable letan¨ªa, mon¨®tona y destemplada, en la que solo destacaron cinco redondos y la estocada.

Complicar la lidia

Ruiz Miguel complic¨® sus muleteos, indudablemente valientes -pues sus encastados toros ten¨ªan mucho que torear, por su habitual propensi¨®n a citar fuera de cacho, a ensayar circulares, a regatear entre los pitones. Los dos nobles toros que le correspondieron acabaron achuch¨¢ndole, haciendo hilo, gazapeando, precisamente por no parar, templar y mandar.

Los peones El Formidable y Antonio Chac¨®n se lucieron en banderillas y saludaron montera en mano. V¨ªctor Mendes banderille¨® asimismo con brillantez al tercero de la tarde, ¨²nico que fue picado m¨¢s o menos delantero y por derecho. El animal, poderoso y con genio, acab¨® prob¨®n e incierto, y Mendes le aplic¨® un trasteo decoroso, valiente y adornado. Lo mejor¨® en el sexto, pues ante la escasa codicia del Miura, que se iba de la suerte, desgran¨® un repertorio de recurso, con molinetes, afarolados, trincheras, cambios de mano.

Primero y tercero derribaron y esta inesperada novedad aument¨® la importancia de la miurada. As¨ª -y no con la gatada que solt¨® en la Feria de Sevilla- es como reivindica su buen nombre esta divisa cargada de historia y de leyenda.

Miura y Boh¨®rquez, triunfadores

El jurado de la Feria del Toro ha concedido a Eduardo Miura el premio a la mejor corrida de los Sanfermines y a Palomero, de Ferm¨ªn Boh¨®rquez, el correspondiente al toro m¨¢s bravo. El jurado estaba compuesto por Jos¨¦ Mar¨ªa Salazar, Jes¨²s Z¨²?iga, F¨¦lix Recasens, George Dubos, Antonio Purroy, Alfonso S¨¢ez V¨¢ldivielso, Juan Posada, Vicente Zabala y Joaqu¨ªn Vidal.