Laurent Fabius, de 37 a?os, nuevo jefe del Gobierno franc¨¦s
Laurent Fabius, de 37 a?os de edad, es el nuevo primer ministro franc¨¦s tras la primera gran crisis pol¨ªtica provocada anoche en Francia con la dimisi¨®n de Pierre Mauroy, que presidi¨® el Gabinete desde que en mayo de 1981 los socialistas tuvieron acceso al poder. El cambio de jefe de Gobierno caus¨® inicialmente sorpresa, aunque se esperaba desde hace tiempo por los reveses sufridos por los socialistas en las recientes elecciones municipales y europeas.
El anuncio hecho la semana pasada por el presidente Fran?ois Mitterrand sobre la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum para el pr¨®ximo mes de septiembre y de un nuevo proyecto de ley sobre la ense?anza privada son los dos ¨²ltimos acontecimientos que han precipitado el relevo. Pierre Mauroy ha sido sustituido como primer ministro por Laurent Fabius, lo que, sin equivaler a un cambio esencial de la pol¨ªtica socialista, s¨ª es el s¨ªmbolo de un mayor realismo econ¨®mico. Fabius anunciar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas la formaci¨®n de su Gobierno, en el que la gran inc¨®gnita es la presencia de los comunistas.A ¨²ltima hora de ayer, el ministro de Educaci¨®n, Alain Savary, present¨® su dimisi¨®n por considerar que tanto Mauroy corno Mitterrand, al retirar del Parlamento la ley sobre la ense?anza privada, hab¨ªan destruido su trabajo de dos a?os y medio sobre la querella m¨¢s pol¨¦mica de la pol¨ªtica francesa en los ¨²ltimos a?os. Poco despu¨¦s, a las ocho de la tarde, el todav¨ªa primer ministro lleg¨® inesperadamente al El¨ªseo y, cuando se esperaba el anuncio oficial de la dimisi¨®n de Savary, el secretario general del palacio presidencial anunci¨® que Mauroy ya no era jefe de Gobierno y que Mitterrand hab¨ªa nombrado en su lugar a Fabius.
Es la segunda sorpresa que en una semana les ha deparado el presidente a los franceses, y ambas -parecen responder al mismo objetivo: introducir cambios en un momento que le era totalmente adverso, con el fin de reconquistar la iniciativa pol¨ªtica. Hace ocho d¨ªas, Mitterrand dio el primer golpe de efecto al anunciar la posibilidad de recurrir a un refer¨¦ndum para todos los temas relacionados con las libertades fundamentales.
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La participaci¨®n comunista, principal inc¨®gnita del Gobierno de Fabius
Viene de la primera p¨¢ginaEn las cartas que anoche intercambiaron Mitterrand y Mauroy ambos subrayan que la convocatoria de referendos marca "una nueva fase" de la acci¨®n del presidente, y que ello exig¨ªa "un cambio de Gobierno".
La entrada de Fabius en Matignon (sede del primer ministro) anuncia una tercera etapa del septenio del presidente socialista. La primera fue, a juicio de los observadores franceses, la de la ortodoxia ideol¨®gica, que provoc¨® el fracaso econ¨®mico; la segunda, la del rigor, y la tercera, con Fabius al frente del Ejecutivo, ser¨¢ probablemente la del pragmatismo, representado en un economista y consejero ¨ªntimo de Mitterrand.
Es posible, por tanto, predecir que no se producir¨¢n variaciones en cuanto a la pol¨ªtica de rigor, m¨¢s bien todo lo contrario. Pero otra cosa ser¨¢n las relaciones del futuro Gobierno, tanto con la oposici¨®n como con los dos partidos integrantes de la mayor¨ªa, es decir, los socialistas y los comunistas. Al elegir un hombre nuevo, hijo de la refinada burgues¨ªa francesa, Mitterrand anuncia lo que ser¨¢ la bandera de su batalla de cara a las legislativas de 1986, que hoy, todos coinciden, las tiene perdidas.
Mauroy era, para el partido comunista, el hombre de la uni¨®n de la izquierda. Por el contrario, Fabius no les inspira la misma confianza. Cabe, en consecuencia, esperar dificultades para negociar la .nueva participaci¨®n comunista en el Gabinete.
La formaci¨®n del pr¨®ximo Gobierno y, consecuentemente, la acci¨®n que va conducir Fabius se enfrentar¨¢ en un primer lugar con el interrogante comunista. Con Mauroy, los comunistas incluso manten¨ªan una amistad, y el ex primer ministro, de cara a su futuro personal, cultivaba la imagen de hombre de izquierda; con Fabius, nadie anoche se atrev¨ªa a hacer pron¨®sticos sobre sus intenciones. Los comunistas se manten¨ªan silenciosos; el primer secretario delpartido, Georges March¨¢is, disfruta sus vacaciones en Ruman¨ªa.
La reacci¨®n socialista
Fabius es tambi¨¦n una inc¨®gnita para un sector de los socialistas, como los integrantes del ala izquierda del partido, enmarcados en el CERES, el grupo que dirige el ex ministro de Industria Jean Pierre Chevenement, y al que pertenece tambi¨¦n el embajador de Francia en Espa?a, Pierre Guidoni. Ahora bien, el car¨¢cter personal de Mitterrand, sumado al poder¨ªo que ponen en sus manos las instituciones de la V Rep¨²blica, hacen del presidente un ser obedecido y venerado, y como Fabius es uno de sus ¨ªntimos, y su elegido, tambi¨¦n ser¨¢ probablemente respetado, o soportado, por los disidentes.
El nuevo primer ministro no filtr¨® ayer nada sobre la formaci¨®n del pr¨®ximo Gabinete. Alg¨²n rumor recordaba que ¨²ltimamente se ha hablado insistentemente sobre la posibilidad de que el actual ministro de Asuntos Europeos, Roland Dumas, podr¨ªa reemplazar al actual ministro de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson. Hoy deber¨ªa celebrarse el Consejo de Ministros semanal, pero se ha suspendido, lo que quiere decir que Fran?ois Mitterrand y Laurent Fabius pueden retrasar unos d¨ªas m¨¢s el anuncio de lo que pudiera ser el definitivo equipo ministerial, con el que Mitterrand intentar¨¢ ganar las legislativas de 1986. Para ello, Fabius tendr¨¢ antes que ganar la dificil batalla econ¨®mica y la de la reindustrializaci¨®n.
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