El Rey lamenta las numerosas veces que ha tenido que hacerse eco del abandono de la ciencia en Espa?a
Don Juan Carlos entreg¨® en primer lugar el galard¨®n que lleva su nombre -destinado a premiar a cient¨ªficos j¨®venes y que este a?o se concede por primera vez- al bi¨®logo Mariano Barbacid. El Premio Rey Juan Carlos I est¨¢ dotado con dos millones de pesetas. Posteriormente, el Rey entreg¨® el Premio Santiago Ram¨®n y Cajal, de investigaci¨®n cient¨ªfica, a Ram¨®n Margalef; el Torres Quevedo, premio de investigaci¨®n t¨¦cnica, a Jos¨¦ Garc¨ªa Santesmases, y el Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, de investigaci¨®n human¨ªstica, a Luis Koldo Mitxelena y Rafael Lapesa. Cada uno de estos cuatro premios est¨¢ dotado con 10 millones de pesetas.Frente al abandono tradicional de la ciencia en Espa?a, de cuya queja dijo haberse visto obligado con frecuencia a hacerse eco, el Rey opuso la conveniencia de que la sociedad adquiera conciencia del servicio impagable que prestan los investigadores. "Es hora", dijo don Juan Carlos tras entregar los premios, "de que la sociedad os estimule y acompa?e con solidaridad ante el reto arriesgado y brillante que los cient¨ªficos espa?oles asum¨ªs con plenitud y vitalidad. "Este reto", a?adi¨®, "es el de profundizar y ampliar nuestros saberes y t¨¦cnicas para modificar la situaci¨®n hist¨®ricamente injusta en que se mueve el mundo".
La superaci¨®n de un pasado caracterizado por el abandono de la investigaci¨®n estuvo presente tambi¨¦n en los discursos del ministro Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall y del ex presidente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, Jos¨¦ Elguero, quien intervino en representaci¨®n de los diversos jurados que fallaron los premios. Elguero reconoci¨® que la investigaci¨®n cient¨ªfica en Espa?a est¨¢ un momento esperanzador, aunque advirti¨® que cierta espectacularidad en el progreso se debe sobre todo al negativo punto de partida en que est¨¢bamos hace muy poco.
Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall se?al¨® que la acci¨®n del Gobierno en el campo de la investigaci¨®n cient¨ªfica se ha concretado en un aumento de los presupeustos a ella destinados, y se?al¨® como hitos significativos de la pol¨ªtica que se sigue en este campo la creaci¨®n de los centros nacionales de investigaci¨®n en biotecnolog¨ªa y microelectr¨®nica, en la que se han invertido unos 5.000 millones de pesetas. En el terreno legislativo, el ministro ponder¨® la importancia de la ya vigente ley de Reforma Universitaria y la futura de Planificaci¨®n de la Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica.
Koldo Mitxelena, en nombre de los cient¨ªficos premiados, se refiri¨® al objetivo lejano y dif¨ªcil de la interdisciplinaridad en la investigaci¨®n cient¨ªfica, y se?al¨® a este respecto las numerosas dudas sobre la conveniencia de que la investigaci¨®n universitaria se realice en grandes agrupaciones.
Junto a los Reyes y al ministro de Educaci¨®n, presidieron el acto el presidente de Ia Comunidad Aut¨®noma de Madrid, Joaqu¨ªn Leguina; la secretaria de Estado de Universidades, Carmina Virgili, y el presidente del CSIC, Enrique Trillas.
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