Acuerdo entre la patronal y los estibadores brit¨¢nicos tras 11 d¨ªas de una huelga que amenaz¨® la econom¨ªa del pa¨ªs
Estibadores y patronal llegaron ayer a un acuerdo para reanudar el trabajo en los puertos, tras una huelga de 11 d¨ªas de duraci¨®n que amenaza seriamente la econom¨ªa del pa¨ªs. "Es una buena noticia para el Reino Unido", afirm¨® el ministro de Transportes, Nicholas Ridley. "Hemos logrado un acuerdo razonable" explic¨® por su parte el portavoz de los estibadores, John Connolly. El sindicato recomendar¨¢ hoy a sus afiliados la vuelta al trabajo y las actividades portuarias volver¨¢n a la normalidad en las pr¨®ximas horas. De momento, los camioneros a ambos lados del canal han levantado sus barricadas y el tr¨¢fico de transbordadores se desarrolla regularmente.
Los estibadores se hab¨ªan declarado en huelga nacional el pasado d¨ªa 9 de julio, en protesta por la decisi¨®n de la empresa nacional del acero de utilizar trabajadores no sindicados para descargar carb¨®n. El sindicato de transportes, en el que se encuentran encuadrados los trabajadores de los puertos, mantiene un boicoteo a los cargamentos de carb¨®n, en solidaridad con los mineros, que est¨¢n en su 19? semana de huelga.La noticia del conflicto laboral en los puertos provoc¨® una reacci¨®n de p¨¢nico en medios financieros brit¨¢nicos. El Reino Unido encauza as¨ª el 80% de su comercio por v¨ªa mar¨ªtima. La huelga, unida a la subida del d¨®lar y la baja de la libra, hizo que los bancos incrementaran en dos puntos sus tipos de inter¨¦s, con las consiguientes repercusiones para el ¨ªndice de inflaci¨®n y la recuperaci¨®n industrial.
Los conflictos laborales y la crisis de la libra hicieron pasar a la primera ministra, Margaret Thatcher, su peor semana desde que lleg¨® al poder hace cinco a?os.
Thatcher convoc¨® una reuni¨®n urgente de su Gabinete y portavoces oficiales indicaron que si la huelga de estibadores se prolongaba durante dos semanas m¨¢s el Gobierno decretar¨ªa el estado de emergencia y ordenar¨ªa al Ej¨¦rcito poner en funcionamiento los puertos. Sin embargo, sindicatos y patronal aceptaron sentarse en la mesa de negociaciones, bajo la supervisi¨®n del organismo mediador en conflictos laborales (Acas), y el Gobierno se mostr¨® dispuesto a esperar el resultado de dichos contactos.
El acuerdo desconocido
Aunque los t¨¦rminos del acuerdo firmado ayer, tras 16 horas y media de conversaciones ininterrumpidas, no ser¨¢n conocidos hasta hoy, es casi seguro que los estibadores han conseguido garant¨ªas de que ni la patronal ni el Gobierno pondr¨¢n en peligro el actual esquema nacional sobre trabajo en los puertos. La importancia de los estibadores es tal en la econom¨ªa brit¨¢nica que existe un acuerdo nacional que garantiza su trabajo y su salario y concede un papel muy relevante al sindicato. La patronal no puede contratar trabajadores no sindicados en los grandes puertos sin autorizaci¨®n de las Trade Union.Los estibadores consideraron que la utilizaci¨®n de esquiroles para descargar carb¨®n pon¨ªa en peligro todo el esquema, y pese a que el Gobierno se apresur¨® a declarar en el Parlamento que no ten¨ªa intenci¨®n de modificarlo, exigieron nuevas garant¨ªas. La primera ministra, acosada por su propio partido, ha presionado a la patronal para lograr un r¨¢pido arreglo de la huelga en los puertos y la ruptura del frente sindical formado por estibadores y mineros. Al solucionarse el problema de los puertos, Thatcher puede concentrar toda su energ¨ªa en el conflicto con el sindicato nacional de mineros, que se niega a aceptar un plan de cierre de minas deficitarias. La primera ministra, que mantuvo el pasado jueves una reuni¨®n con un grupo de parlamentarios conservadores, afirm¨® que el conflicto laboral supone un peligro para la democracia: "Hemos tenido que luchar contra el enemigo fuera, en las Malvinas, pero tenemos que estar siempre alerta sobre el enemigo interno, que es m¨¢s dif¨ªcil de combatir y m¨¢s peligroso para la libertad".
Los estibadores, por su parte, se han visto presionados por la irritada reacci¨®n de los camioneros, que hab¨ªan quedado atrapados en las carreteras brit¨¢nicas y al otro lado del canal de la Mancha. En Dover los conductores bloquearon la carretera para impedir el paso de los turistas que quer¨ªan embarcar en los transbordadores, cuyo servicio se mantuvo todo el tiempo para evitar la repercusi¨®n de la huelga en plena temporada veraniega. Los camioneros, que durante m¨¢s de 10 d¨ªas se han visto obligados a dormir, comer y lavarse dentro de sus veh¨ªculos, amenazaron el pasado jueves con "prender fuego al puerto" si no se les dejaba embarcar. Los estibadores de Dover optaron en el ¨²ltimo momento por romper unilateralmente la huelga y permitir el paso de los transportes pesados.
"La decisi¨®n de Dover no nos ha influenciado a la hora de llegar a un acuerdo con la patronal", asegur¨® el portavoz sindical John Connolly. Otras fuentes estiman que el sindicato ha actuado con rapidez antes de que la presi¨®n de los camioneros provocara la ruptura de la huelga en otros puertos importantes.
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