Walter Mondale y Geraldine Ferraro prometen un futuro mejor para EE UU con los dem¨®cratas en la Casa Blanca
RAM?N VILAR? ENVIADO ESPECIAL, Walter Mondale y Geraldine Ferraro, una vez elegidos por la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia de Estados Unidos, respectivamente, iniciaron con sendos discursos la dif¨ªcil tarea de intentar ganar la elecci¨®n presidencial al equipo republicano formado por Ronald Reagan y George Bush el pr¨®ximo 6 de noviembre. Mondale prometi¨® un futuro mejor para los norteamericanos si la Casa Blanca pasa a ser ocupada por un dem¨®crata, y Ferraro se?al¨® que tras la elecci¨®n de una mujer para optar a la vicepresidencia estadounidense, "no nos fijaremos l¨ªmites a nuestras realizaciones".
Mondale quiso inyectar optimismo entre las 10.000 personas reunidas en el Moscone Center de San Francisco y record¨® su procedencia de una familia humilde, "donde ¨¦ramos pobres en c¨¦ntimos, pero ricos en valores espirituales". Unos valores que, prometi¨®, "prevalecer¨¢n cuando sea presidente de Estados Unidos"."Reagan mira al pasado, y nosotros, al futuro", grit¨® Mondale, que repiti¨® 17 veces la palabra futuro en su discurso, de 40 minutos de duraci¨®n. Un futuro que en sus previsiones pol¨ªticas vislumbra lejano, ya que lo refiere hasta el inicio de la d¨¦cada de los noventa (caso de ser elegido en noviembre pr¨®ximo y reelegido en 1988). Por esas fechas "espero entrar en una tienda y encontrar s¨®lo productos made in USA", dijo Mondale, pensando en los sindicatos, que temen perder puestos de trabajo debido a las importaciones, o "espero ir a un hospital y que me digan: 'Este a?o no hemos curado ning¨²n ni?o hambriento'", en clara alusi¨®n al crecimiento del ¨ªndice de pobres en EE UU bajo la actual Administraci¨®n Reagan.
En lo relativo a las relaciones exteriores, Mondale prometi¨® "acabar en los primeros 100 d¨ªas con la guerra ilegal en Nicaragua". Tambi¨¦n dijo, tras recordar que la Administraci¨®n Reagan es la primera que ha rechazado reunirse con los dirigentes de Mosc¨², que ¨¦l iniciar¨ªa r¨¢pidamente "negociaciones con los sovi¨¦ticos".
"No votaremos por un d¨¦ficit de 200.000 millones de d¨®lares, no votaremos por una carrera de armamentos, no votaremos para convertir los para¨ªsos en campos de batalla, no votaremos para una Seguridad Social y ayuda m¨¦dica salvaje", exclam¨® Mondale, mientras la concurrencia corroboraba cada negativa con largos "?No!". Con un "ser¨¦ el pr¨®ximo presidente de Estados Unidos", Mondale concluy¨® su discurso, antes de que la banda de m¨²sica y el p¨²blico entonaran la melod¨ªa de Celebration y comenzaran a volar miles de globos rojos, blancos y azules, colores nacionales de Estados Unidos
"Al elegir a una mujer, hab¨¦is enviado una se?al importante a todos los norteamericanos: no hay puerta que no podamos abrir, no nos fijaremos l¨ªmites a nuestras realizaciones", dijo Geraldine Ferraro en su discurso de aceptaci¨®n de la vicepresidencia, mucho m¨¢s emocional que el de Mondale.
Dirigi¨¦ndose al electorado femenino, dijo que la Administraci¨®n dem¨®crata "har¨¢ aplicar la enmienda constitucional sobre la igualdad de sexos", enmienda que no deja de ser letra muerta desde el momento en que son numerosos los Estados que se niegan a aplicarla. "La cuesti¨®n no es lo que Norteam¨¦rica puede hacer por las mujeres, sino lo que las mujeres pueden hacer por Norteam¨¦rica" palabras de clara resonancia kennedyana.
Ni?os del futuro
La primera mujer candidata a la vicepresidencia por uno de los grandes partidos abord¨® tambi¨¦n durante su intervenci¨®n lo que ser¨¢ uno de los puntos principales de la campa?a electoral de los dem¨®cratas: la necesidad de congelar las armas nucleares, porque "no es normal que las parejas j¨®venes se pregunten si merece la pena tener hijos en un mundo en el que hay m¨¢s de 50.000 cabezas nucleares".
Tampoco evit¨® aludir Ferraro a las negras perspectivas que los analistas conceden al t¨¢ndem dem¨®crata ante el republicano Reagan-Bush. La congresista por Nueva York dijo que cuando opt¨® a ese esca?o "todos los expertos en pol¨ªtica dijeron que una mujer no pod¨ªa ganar. En esta campa?a, Mondale y yo hemos depositado nuestra fe en el pueblo. Vamos a demostrar as¨ª a los expertos que est¨¢n equivocados".
Mondale fue presentado con un elogioso discurso por Edward Kennedy, quien lanz¨® ir¨®nicos ataques contra Ronald Reagan, de 73 a?os de edad, y dijo que con una presidencia dem¨®crata no ser¨¢ el ¨²nico anciano que no sufrir¨¢ los problemas de los recortes sociales; tambi¨¦n se remiti¨® Kennedy al pasado de actor del actual presidente para intentar comprender las arriesgadas estrategias de guerra de las galaxias que patrocina Reagan. El senador por Massachusetts aludi¨® a la elecci¨®n de Ferraro y dijo que con ella "Walter Mondale ha hecho m¨¢s por el futuro de este pa¨ªs que Ronald Reagan en cuatro a?os de gobierno".
Miles de banderitas estadounidenses ondeaban en la sala del Moscone Center, como muestra de la unidad del partido, en sustituci¨®n de las pancartas en favor de Hart, Jackson o Mondale-Ferraro, que hab¨ªan predominado en las cuatro anteriores sesiones de la convenci¨®n. Los gritos de "?Queremos a Fritz!", "?Queremos a Fritz!" interrumpieron en repetidas ocasiones el discurso de Mondale, que no lleg¨® a electrizar a los concurrentes en ning¨²n momento, al contrario de lo que hab¨ªan logrado en anteriores sesiones las alocuciones de Jackson, Hart o incluso el gobernador de Nueva York, Mario Cuomo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.