Juan Ignacio Molt¨® compr¨® una camisa

Juan Ignacio Molt¨® envi¨® ayer a su secretaria a que le comprara una camisa. Desde el consejo de Ministros en que se decidi¨® que fuera ¨¦l quien asumiera la papeleta de poner fin a uno de los m¨¢s largos y complicados conflictos con los que se ha enfrentado el Gobierno socialista, el tel¨¦fono de Juan Ignacio Molt¨® no ha sido descolgado ni una sola vez y el director general del Instituto de Mediaci¨®n, Arbitraje y Conciliaci¨®n (IMAC) no ha podido ni siquiera acudir a su domicilio a cambiarse de ropa. Para presidir la conferencia de Prensa en la que present¨® el contenido del laudo se vi¨® obligado a pedir a su secretaria que le consiguiera una camisa blanca, de algod¨®n, a ser posible.Afirma que, a pesar de todo -"y en contra de lo que muchos crean"- no ha tenido presiones de nadie para dictaminar en el contencioso de Iberia. Hubiera deseado -"eso s¨ª"- que se le hubiera dado m¨¢s tiempo para estudiar uno de los conflictos m¨¢s interesantes que se han producido en los ¨²ltimos a?os. Se muestra satisfecho con su decisi¨®n, aunque sabe que los arbitrajes nunca satisfacen completamente a las partes y su experiencia en materia laboral le hace afirmar que ¨¦sta era la ¨²nica decisi¨®n que se pod¨ªa haber tomado".

Cree que los pilotos est¨¢n en su derecho de acudir en recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y la sentencia provocar¨¢, a nivel legislativo, una pol¨¦mica interesante.

Ahora est¨¢ contento. Se siente m¨¢s relajado, aunque advierta ¨ªntimamente un lejano prurito de preocupaci¨®n. ?l, que no esperaba su nombramiento, ha cumplido, dice, lo mejor que ha sabido.

Admirador de los bandos del alcalde de Madrid, concluye el dictamen con una frase que guarda un evidente regusto de castellano arcaico: "As¨ª, seg¨²n mi leal saber y entender, esforzada pero serenamente, sin sujecci¨®n a forma ni a otro mandato que el recibido, resuelvo en los t¨¦rminos expuestos las cuestiones sometidas a mi criterio en equidad, firmando el presente laudo arbitral, del que se entregara un ejemplar a cada parte y, otro, al Gobierno de la Naci¨®n". Hay una fecha y una firma ilegible.