Historia de unas malas relaciones
Las relaciones entre el Gobierno socialista y la Generalitat desde la llegada de Felipe Gonz¨¢lez a la Moncloa en octubre de 1982 se han caracterizado por su crispaci¨®n y por la abismal diferencia en la concepci¨®n de la pol¨ªtica auton¨®mica. No es exagerado afirmar que en los ¨²ltimos meses han estado al borde de la ruptura. La querella sobre Banca Catalana marc¨® el punto m¨¢s bajo en las relaciones pol¨ªticas y administrativas entre ambos Gobiernos, ya que Pujol no ha ocultado nunca que hace pol¨ªticamente responsable de la presentaci¨®n de la querella al presidente del Gobierno.
El acto de toma de posesi¨®n de Pujol como presidente de la Generalitat -con el ministro de Administraci¨®n Territorial, Tom¨¢s de la Quadra, en actitud pasiva sentado y cruzado de brazos durante toda la ceremonia- fue la muestra m¨¢s elocuente de ese deterioro que ha paralizado, en la pr¨¢ctica, la actividad de la Generalitat durante estos meses.
Las relaciones entre el Gobierno socialista y el de la Generalitat tuvieron un mal comienzo, fruto de las discrepancias en la valoraci¨®n de los traspasos y la elaboraci¨®n de la LOAPA (ley org¨¢nica de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico). La sentencia del Tribunal Constitucional en agosto de 1983, inclin¨¢ndose a favor de las tesis defendidas durante meses por Converg¨¦ncia i Uni¨® y por el Partido Nacionalista Vasco marc¨® un corto per¨ªodo de entendimiento y colaboraci¨®n. El deshielo se rompi¨® en oto?o de este mismo a?o cuando los partidos catalanes abrieron con dureza la precampa?a electoral catalana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.