El COI descarta las sanciones para los ausentes

Juan Antonio Samaranch, presidente del Comite Ol¨ªmpico Internacional (COI), no es partidario de las sanciones a los pa¨ªses que han boicoteado los Juegos de Los Angeles. Anselmo L¨®pez, presidente de Solidaridad Ol¨ªmpica, no desea que se supriman las dotaciones a los pa¨ªses que han secunda do el boicoteo. Samaranch, elegido en Mosc¨² presidente del COI, gracias fundamentalmente a los votos de los pa¨ªses del Este de Europa, no quiere perderlos ahora cuando Amsterdam cuenta con apoyos occidentales para su nominaci¨®n como sede de 1992 y est¨¢ en juego la candidatura de Barcelona.Amsterdam comienza a pujar fuerte y, seg¨²n todos los indicios, cuenta con un fuerte apoyo occidental. Barcelona, para ganar la nominaci¨®n, necesita sumar casi los mismos votos con los que cont¨® Samaranch para su elecci¨®n. En este caso, el problema es todav¨ªa mayor porque pa¨ªses europeos que se inclinaron por el actual presidente del COI estar¨¢n al lado de Amsterdam. Barcelona deber¨¢ buscar votos en Iberoam¨¦rica.

Samaranch debe mantener una actitud firme ante los pa¨ªses socialistas. Samaranch, que siempre apost¨® por la participaci¨®n de la URSS en Los Angeles, ha de mantener una postura formalmente seria ante quienes se tomaron la revancha por lo de Carter a Mosc¨² hace cuatro a?os, pero no puede tampoco ser excesivamente pronorteamericano, porque, en el futuro de Barcelona como sede ol¨ªmpica dentro de ocho a?os, hay intereses encontrados. Samaranch tiene una deuda moral pendiente con el Este europeo. Y a pesar de sus fallidas conversaciones en sus ¨²ltimos intentos por salvar la participaci¨®n universal en Los ?ngeles, no puede sustraerse a las realidades que impone la pol¨ªtica deportiva.

El papel de Anselmo L¨®pez

La medida adoptada por el COI de aplazar hasta diciembre (ver EL PAIS de ayer, segunda edici¨®n) una reuni¨®n en la que se estudiar¨¢ el tema de las posibles sanciones -aplicables s¨®lo desde los fondos de Solidaridad Ol¨ªmpica-, ha sido la f¨®rmula id¨®nea para no convertir a Los ?ngeles en la fosa definitiva de los Juegos. Samaranch es naturalmente pactista y el dejar para mejor proveer tan espinoso tema le permite maniobrar, de aqu¨ª a finales de a?o, de acuerdo con sus deseos. Cuando Samaranch alcanz¨® la cima del COI se propuso lograr su segunda m¨¢xima aspiraci¨®n: conseguir para Barcelona los Juegos del Descubrimiento. Samaranch no quiere morirse sin tener asegurada una avenida en su ciudad.

Anselmo L¨®pez, que es el alma gemela de Samaranch, no puede pasar por la retirada de fondos de Solidaridad Ol¨ªmpica a pa¨ªses que han secundado el boicoteo como propon¨ªa el mexicano Mar¨ªo V¨¢zquez Ra?a, otro de los hombres de confianza de Samaranch, pero al que le ha tocado jugar el papel de malo de la pel¨ªcula para que su jefe natural imponga la paz deseada.