A las dos, hora canaria

Un cigarrillo Kruger tras otro descargaba la tensi¨®n de cinco noches y cinco d¨ªas a la espera de la puntuaci¨®n tras la quinta regata. Don Jos¨¦ Doreste, padre del ya campe¨®n ol¨ªmpico de la clase 470 de vela viv¨ªa en la impaciencia de la confirmaci¨®n de la noticia del ¨¦xito de su hijo.Por momentos quiso verse con el traje espacial con que fue sorprendido en la ceremonia inaugural de los Juegos, "Pepita, coge el tel¨¦fono yo ya no coordino", se dirig¨ªa a su esposa envuelta en los efectos sedantes del loco de la colina. La SER hab¨ªa dado informaci¨®n directa de los primeros minutos de la regata decisiva y do?a Pepita esperaba la noticia final.

Gustavo, hermano del campe¨®n, trataba en vano de sembrar tranquilidad, pero tampoco pod¨ªa. Estaba hecho un l¨ªo con la puntuaci¨®n de americanos, italianos y alemanes, que eran la competencia al ¨¦xito de Luis y a la alegr¨ªa de la familia. El hogar Doreste, con tres hijos en Los ?ngeles, viv¨ªa el recuerdo del campe¨®n antes de su partida hacia la cita ol¨ªmpica. El m¨¢s introvertido, el m¨¢s calladito, el patito feo, como se autodenomin¨® antes de salir, hab¨ªa advertido que su intenci¨®n era simplemente la de participar.

Suena el tel¨¦fono por vigesimonovena vez. Llama un amigo de Josele, el hermano de Luis, que tambi¨¦n compite en Los ?ngeles. Esta vez se invierten los papeles. Luis hab¨ªa comunicado en dos ocasiones la alegr¨ªa de los campeonatos del mundo obtenidos por Josele. Es el propio Josele. quien transmite la noticia del oro de Luis, "se ha confirmado el ¨¦xito".

Algo parecido suced¨ªa en casa del proel Roberto Molina. La noticia siempre deseada se convirti¨® en un grat¨ªsima sorpresa que familiares, amigos y vecinos se apresuraron a compartir. En estos hogares jam¨¢s se olvidar¨¢ la tensi¨®n vivida hasta la confirmaci¨®n del ¨¦xito, a las dos de la madrugada del mi¨¦rcoles, hora canaria.