La gobernadora de Segovia se casar¨¢, tras su divorcio, con el secretario de las Cortes regionales
Los cerca de 700 habitantes de Escalona del Prado, un pueblecito segoviano de agricultores y ganaderos, ubicado en el centro geogr¨¢fico de la provincia, a 30 kil¨®metros de la capital, viven estos d¨ªas una situaci¨®n ins¨®lita para ellos: la gobernadora civil de la provincia, Cristina Mart¨ªn-Bustamante Ruiz, de 34 a?os, veranea en el pueblo; y en la localidad convive con su futuro esposo.
El acompa?ante de la gobernadora es Isa¨ªas Herrero, de 37 a?os, primer secretario de la Mesa de las Cortes de Castilla y Le¨®n, con quien mantiene una relaci¨®n sentimental que desean que concluya en matrimonio, una vez que ambos resuelvan sus divorcios en tr¨¢mite.Isa¨ªas Herrero, dirigente del PSOE segoviano hasta el mes pasado -en que dimiti¨® al no ser aprobada por el comit¨¦ provincial la gesti¨®n de la ejecutiva- es procurador socialista en el Parlamento regional. Anteriormente, de 1976 a 1979, form¨® parte de la direcci¨®n confederal de UGT, y en 1974 fue uno de los promotores del PSOE y, de ese sindicato en Burgos.Herrero naci¨® en Escalona del Prado, donde ¨¦l mismo se construy¨® la casa que ahora comparte con su compa?era y cuatro ni?os: dos de ¨¦l y dos de ella.
Ajenos a la expectaci¨®n despertada por esta relaci¨®n en uno de los tantos peque?os pueblos castellanos, donde se ten¨ªan concepto m¨ªtico y reverencial de los gobernadores civiles, la relaci¨®n se mantiene con toda normalidad; incluso la propia gobernadora, despu¨¦s de terminar el trabajo habitual en su despacho en el Gobierno Civil, hace la compra y prepara las labores de la casa.
La situaci¨®n provoca entre las gentes del pueblo comentarios para todos los gustos, desde las cr¨ªticas hasta quienes dicen que el cambio ha llegado a Escalona. Hay quienes lo aceptan con normalidad, como una pareja m¨¢s residente en el pueblo, y alguno de los mayores precisa que, "se han conocido separaciones de hijos del pueblo, pero no han vuelto a pisar por aqu¨ª".
Un dirigente socialista comenta que la libertad hay que ejercerla donde se viva, y no acudir a la gran ciudad para ocultarse" La gobernadora, que no quiere hablar de este asunto, act¨²a conforme a este criterio, y, por su puesto, no entiende por qu¨¦ ha de dimitir, contra lo que se especula en algunos medios. "El cargo y el trabajo que implica no tienen nada que ver con la vida privada", opina Cristina Mart¨ªn-Bustamante.
Quiz¨¢ hayan sido los ni?os quienes se han integrado m¨¢s r¨¢pidamente en el pueblo, cuyas gentes les ense?an a cuidar animales y a las labores de labranza. Quetes, de 10 a?os, y Patricia, de 8, son hijos del matrimonio de Cristina Mart¨ªn-Bustamante con Marcos Sanz Ag¨¹ero, ahora uno de los portavoces del PSOE en el Parlamento de la comunidad de Madrid. Ana, de 12 a?os, y Laura, de 8, lo son del matrimonio de Isa¨ªas Herrero y Dolores Montarelo, que ejerce de ATS en el hospital de Segovia.
Entre los ni?os no ha habido problemas de adaptaci¨®n, y conviven en esta nueva relaci¨®n cuando corresponde, seg¨²n lo establecido en el convenio de separaci¨®n.
Cristina Mart¨ªn-Bustamante Ruiz, de Madrid, asistente social, trabajaba antes de ocupar este cargo en la junta del distrito de Tetu¨¢n. Es titular del Gobierno Civil de Segovia desde que el PSOE accediera al poder, tras las elecciones de 1982; tiene 34 a?os. Isa¨ªas Herrero y ella se conocieron a ra¨ªz de la llegada de la gobernadora a Segovia cuando ¨¦l ocupaba el cargo de secretario general del PSOE provincial.
La bienvenida
En un acto del partido, en el que se present¨® a la nueva gobernadora civil, el propio Isaias Herrero manifest¨® su satisfacci¨®n por el nuevo nombramiento, le expres¨® todo el apoyo del partido provincial y le dio la bienvenida celebrando que se tratase de una mujer.Desde su toma de posesi¨®n ha sido una de las mujeres m¨¢s significativas del cambio. Sus h¨¢bitos, "dentro de la poca vida privada que permite ejercer el cargo", seg¨²n coment¨® en una ocasi¨®n, y su condici¨®n de mujer fueron criticados por alg¨²n sector de la derecha segoviana. A ella se la ve¨ªa de compras, alguna vez de discotecas; incluso, como uno m¨¢s, salt¨® las barreras de protecci¨®n en un concierto de rock de Miguel R¨ªos.
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