El fin del santuario de ETA
Francia ya no es el santuario de ETA; tal es la constataci¨®n que se hace en Madrid con visible satisfacci¨®n. Los espa?oles han tenido una nueva prueba en la visita de Pierre Joxe el lunes 6 de agosto. Ante todo, porque ha sido all¨ª a donde el nuevo ministro del Interior franc¨¦s ha hecho su primer viaje al extranjero. En segundo lugar, porque Joxe ha reafirmado, en un comunicado redactado con su hom¨®logo espa?ol, la continuidad de la cooperaci¨®n. Ha habido un cambio radical en la idea que Par¨ªs se ha hecho del problema vasco, y se ha manifestado desde que Gaston Defferre, el antecesor de Joxe, declarase hace m¨¢s de dos meses, en Madrid que "un terrorista no es, un refugiado pol¨ªtico".El t¨¦rmino "terrorista" aplicado a los militantes de ETA es nuevo. A. su llegada a la plaza Beauvau Defferre los comparaba de buen grado con los resistentes franceses de la ¨²ltima guerra. Luego la reflexi¨®n se ha impuesto entre los socialistas franceses. Han ca¨ªdo en la cuenta de que en un pa¨ªs como Espa?a, "respetuoso de las libertades y los derechos fundamentales", la lucha pol¨ªtica no se pod¨ªa mantener con "medios inaceptables" como el asesinato de guardias civiles. Es lo que hab¨ªa reconocido el Gobierno Mauroy a finales de 1982.
Reconocimiento tard¨ªo, a ojos de los espa?oles, que viven en democracia desde haya ya siete a?os, y que hace cuatro han otorgado un estatuto de autonom¨ªa al Pa¨ªs Vasco que deber¨ªa quitar toda justificaci¨®n a los rn¨¦todos utilizados por ETA. (...)
Una veintena de expulsiones a Am¨¦rica Central, una treintena de confinamientos y la detenci¨®n de ocho militantes objeto de mandamientos internacionales y susceptibles, por tanto, de extradici¨®n es el resultado de las operaciones llevada a cabo en estas ¨²ltimas semanas. (...)
Si los militantes detenidos han empleado los "m¨¦todos inaceptables" a los que se refer¨ªa el Gobierno Mauroy hace 20 meses, corren el riesgo de ser extraditados. (...)
Ahora hace falta que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez adopte, por su parte, las medidas necesarias para privar de sustento y argumento al terror ejercido por ETA. Eso significa poner fin a los malos tratos a los detenidos en las comisar¨ªas. Poner t¨¦rmino tambi¨¦n a las actividades del GAL, ese pretendido grupo antiterrorista de liberaci¨®n que, entre Hendaya y Bayona, ha asesinado ya a nueve vascos espa?oles.
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