Uranio en remojo

Casi un a?o despu¨¦s de lo que estaba inicialmente previsto, la central nuclear de Cofrentes (Valencia), propiedad de Hidroel¨¦ctrica Espa?ola, est¨¢ iniciando su puesta en funcionamiento. Ya se est¨¢ procediendo a la delicada tarea de cargar el combustible (uranio enriquecido en pastillas) y es cuesti¨®n de d¨ªas el que comiencen efectivamente las llamadas pruebas nucleares. El ingeniero director de la central abri¨® las instalaciones a un grupo de periodistas para mostrar esas operaciones preliminares.

Dentro de unos seis meses la central nuclear de Cofrentes funcionar¨¢ en r¨¦gimen de normalidad comercial y estar¨¢ incluida en las previsiones nacionales de producci¨®n de energ¨ªa. Pero llegar a este punto no fue f¨¢cil.Numerosas acciones fueron llevadas a cabo en el pasado para tratar de impedir la puesta en funcionamiento de esta central, entre ellas las reiteradas man¨ªfestaciones de grupos ecologistas, las denuncias de irregularidades o deficiencias t¨¦cnicas formuladas en 1979 por Jos¨¦ Antonio Abascal, un t¨¦cnico de la central que fue despedido, as¨ª como acuerdos municipales en contra de los ayuntamientos de Alicante y Jijona. El propio Presidente de la Generalitat valenciana lleg¨® a afirmar en una ocasi¨®n que el proyecto podr¨ªa reconsiderarse.

Por una orden ministerial de 23 de julio pasado, el Ministerio de Industria y Energ¨ªa concedi¨® permiso de explotaci¨®n provisional a la central. Esta autorizaci¨®n ha permitido sacar el combustible de su embalaje y colocarlo en el reactor y las piscinas de almacenamiento. El permiso provisional permite la pr¨¢ctica de las pruebas nucleares y el comienzo de la explotaci¨®n comercial sin soluci¨®n de continuidad. En Espa?a ¨²nicamente la Central de Vandell¨®s tiene permiso de explotaci¨®n definitivo.

En Cofrentes hab¨ªa almacenadas 114 toneladas de elementos combustibles desde principios de 1980. La compa?¨ªa propietaria de la central atribuye el haber almacenado el uranio durante tanto tiempo en la planta a que iba incluido en el mismo contrato por el que se adquiri¨® en Estados Unidos el principal equipo de la central. No descarta, sin embargo, el temor a la posibilidad de que la Administraci¨®n norteamericana acordase por aquel entonces un embargo del combustible nuclear.

El combustible est¨¢ constituido por elementos met¨¢licos de secci¨®n cuadrada de cuatro metros de longitud, cada uno de los cuales contiene 64 barras. De entre esas barras, dos contienen agua y el resto peque?as pastillas cil¨ªndricas de uranio cuyo enriquecimiento medio es del 2,01%. Una carga del reactor de Cofrentes comprende 624 elementos combustibles y 38.688 barras activas o con contenido de uranio.

La operaci¨®n de carga de combustible, que el visitante puede observar desde la c¨²pula del edificio del reactor siempre que vaya convenientemente protegido por un traje integral, de fibra, calzas y guantes, consiste en embuchar con la ayuda de una gr¨²a los elementos en una funda met¨¢lica. De all¨ª son transportados a una piscina de almacenamiento que, a diferencia de lo que m¨¢s adelante ser¨¢ habitual, se encuentra vac¨ªa. Cuando el combustible est¨¦ depositado se llenar¨¢ de agua.

El agua es un poderoso elemento aislante de la radiactividad, y en otra piscina se almacenar¨¢n los elementos quemados, tras ser utilizados en el reactor y antes de ser enviados a una planta de tratamiento de residuos nucleares.

Una vez clasificados los elementos combustibles, pues no todos tienen el mismo nivel de enriquecimiento y cada uno ha de ocupar un lugar distinto en el reactor, son colocados en el interior de la vasija, que ya se encuentra llena de agua, lo que ser¨¢ registrado por el cuadro de control.

Para proceder a la carga, la vasija se encuentra abierta por su parte superior. Durante el funcionamiento normal estar¨¢ herm¨¦ticamente cerrada. Por ser del tipo llamado de agua en ebullici¨®n, el reactor de Cofrentes calienta el agua por contacto directo con el combustible, que produce calor al ser bombardeado con neutrones. El agua se transforma en vapor, y ¨¦ste mueve una turbina, que es la que produce electricidad. Una vez terminada la carga, que durar¨¢ unos 20 d¨ªas, en algunos d¨ªas puede comenzar la producci¨®n de energ¨ªa.

"Nuestra central est¨¢ entre las cinco mejores del mundo en sistemas de seguridad", asegura Manuel Acero, ingeniero director de la central, quien muestra los circuitos de televisi¨®n, los sistemas de tarjetas magn¨¦ticas para acceder a las diferentes partes de la central, los medidores de radiactividad personales y los fijos, situados en distintos puntos de los edificios.

Cofrentes tiene sistemas de seguridad redundantes o repetidos para prevenir posibles fallos, y, por ejemplo, al salir del edificio del reactor hay que pasar por un control de radiactividad.

En la central todav¨ªa trabajan 1.800 personas de las 5.000 que han llegado a estar simult¨¢neamente desempe?ando diferentes tareas durante la construcci¨®n de la planta, aunque en fase normal de explotaci¨®n la plantilla quedar¨¢ reducida a 316 personas. De ellas, 120 ser¨¢n personal de seguridad. "Hemos preferido que una posible penetraci¨®n no autorizada en la planta se encuentre con numerosas y eficaces barreras en lugar de tener un elevado n¨²mero de miembros del equip¨® de seguridad para hacerles frente".

Las torres de Ayora

La central nuclear de Cofrentes est¨¢ situada a dos kil¨®metros del peque?o pueblo que le da nombre, en la provincia de Valencia, pero muy cerca del l¨ªmite con Albacete, junto a la margen derecha del r¨ªo J¨²car y cerca de la confluencia de ¨¦ste con el Cabriel. Las torres de refrigeraci¨®n, dos elementos de 132 metros de altura cada uno, destinadas a enfriar el agua del circuito de refrigeraci¨®n, han cambiado la imagen del valle de Ayora, en el que est¨¢ situado Cofrentes.El reactor que emplea es un Mark III, de la empresa norteamericana General Electric, tipo BWR o de agua en ebullici¨®n, modelo 6. Su central gemela es la de Grand Gulf I, en Misisip¨ª (Estados Unidos). Tiene una potencia de 974 megavatios. Su producci¨®n anual se estima en unos 5.500 millones de kilovatios hora.

La autorizaci¨®n previa para la construcci¨®n de la central fue dada por el Ministerio de Industria el 13 de noviembre de 1972. En marzo de 1975, el Ayuntamiento de Cofrentes dio la licencia de obras y de actividad. El 9 de septiembre del mismo a?o, una resoluci¨®n de la Direcci¨®n General de la Energ¨ªa autorizaba la construcci¨®n.

La Direcci¨®n General de Obras Hidr¨¢ulicas autorizaba el 9 de diciembre de 1976 la concesi¨®n de aguas del r¨ªo J¨²car, y el 21 de febrero de 1980 el Ministerio de Industria y Energ¨ªa permit¨ªa el almacenamiento temporal de sustancias nucleares. El mismo departamento prorrog¨® el 4 de agosto de 1982 la autorizaci¨®n de construcci¨®n. El 3 de diciembre del mismo a?o se aprob¨® el programa de pruebas prenucleares y el 23 de julio pasado se otorg¨® la licencia provisional de explotaci¨®n.