Un miembro de los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas, muerto en enfrentamiento con la Guardia Civil en Lasarte
Pablo Gude Pego, alias Antxon el Grande, de 30 a?os de edad, miembro de los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas (CAA), muri¨® ayer de madrugada en Lasarte, en un enfrentamiento con guardias civiles de paisano que custodiaban las instalaciones de la concesionaria de la firma francesa Citro?n.Gude Pego, tambi¨¦n apodado Antxon el Gordo y Antxon el Fuerte, estaba acusado del asesinato del senador socialista Enrique Casas y, seg¨²n la polic¨ªa, era uno de los elementos m¨¢s activos de los Comandos Aut¨®nomos, una organizaci¨®n casi residual de ETA a la que pertenec¨ªan los cuatro activistas abatidos por la polic¨ªa en la bah¨ªa de San Juan de Pasajes la noche del 22 de marzo pasado.
El tiroteo se produjo a la 1.55 horas, un minuto despu¨¦s de que Pablo Gude y una joven que ha logrado huir colocaran dos bombas en la fachada de la concesionaria de Citro?n, Euskal Auto, situada en uno de los pol¨ªgonos industriales de Lasarte, junto a la carretera que enlaza con la variante en direcci¨®n a Tolosa.
Su acci¨®n fue observada por dos guardias civiles que ocupaban un coche blanco estacionado en las proximidades de la casa Citro?n y que formaban parte del dispositivo de vigilancia de instalaciones de firmas francesas, un servicio reforzado en los ¨²ltimos d¨ªas.
Seg¨²n la nota facilitada por la Direcci¨®n de la Seguridad, el veh¨ªculo policial detuvo a la pareja a la altura del n¨²mero 16 de la calle Mayor, a menos de 100 metros del lugar donde hab¨ªan colocado las bombas. Seg¨²n la versi¨®n oficial, el activista muerto dispar¨® repetidamente su pistola antes de caer alcanzado en el pecho y en una pierna por los disparos de los agentes. La joven que le acompa?aba huy¨® a pie, cruz¨® por delante de la Citro?n y se perdi¨® en las calles de la localidad. Nuevos efectivos de la Guardia Civil salieron posteriormente en persecuci¨®n de la joven e instalaron controles en los accesos a Lasarte.
Algunas fuentes aseguran que la joven portaba una metralleta y que, mientras hu¨ªa, dispar¨® varias r¨¢fagas en direcci¨®n a los guardias, pero esta informaci¨®n no ha sido confirmada. Los vecinos que ocupan viviendas situadas frente al lugar de los hechos afirman que el veh¨ªculo policial presentaba numerosos impactos de bala. "Los guardias", se?alan los vecinos, "estaban pasaos y dec¨ªan que hab¨ªan salido ilesos de milagro, que se agacharon al ver que el muerto echaba mano de la pistola y que eso les hab¨ªa salvado la vida".
Pablo Gude qued¨® tendido en el suelo mirando al cielo y con los brazos extendidos. "No se mov¨ªa", afirman los vecinos, "pero todav¨ªa estaba vivo porque de vez en cuando su cuerpo, se sacud¨ªa en peque?os temblores. Ten¨ªa sangre en el pecho y en la pierna, llevaba un pantal¨®n azul marino, una camisa clara y una cazadora beis entreabierta, en el rostro no ten¨ªa manchas de sangre y parec¨ªa bastante joven, era un hombre moreno, fuerte, grande, corpulento".
El activista de los aut¨®nomos recibi¨® tres balazos en el pecho y el est¨®mago y uno en la pierna. Portaba una cartuchera con funda, una pistola, un rev¨®lver del 45 y dos documentos de identidad falsos.
Las dos fuertes bombas colocadas en la concesionaria de la Citro?n estallaron a las 2.10 horas, muy poco despu¨¦s de que la Guardia Civil cerrara el tr¨¢fico en la zona. Las explosiones rompieron los cristales de otras casas y destrozaron dos veh¨ªculos de exposici¨®n y uno m¨¢s aparcado ante la concesionaria.
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