?frica, un continente dividido entre fondistas y velocistas
Despu¨¦s del boicoteo de los pa¨ªses africanos a los Juegos de 1976, y de EE UU a los de 1980, los Juegos de Los ?ngeles era la mejor ocasi¨®n para que los atletas no blancos protagonizaran muchas pruebas. Y as¨ª fue. En las finales masculinas de 100, todos eran negros, en 200 metros, cinco; en 400, siete. En total, 20 de 24; en mujeres la misma proporci¨®n. Mayor¨ªa absoluta en 4x100 y 4x400. Han sido los Juegos m¨¢s representativos de la historia en cuanto a la diversidad de razas. Pa¨ªses semidesconocidos para el gran p¨²blico y sin tradici¨®n deportiva sacan incluso medallas. Sobre todo en atletismo, deporte m¨¢s universal y que en carreras no exige medios sofisticados para practicarlo. Africanos y descendientes de africanos triunfaron en los dos extremos de las pruebas atl¨¦ticas, la velocidad y el fondo, En medio, casi el vac¨ªo absoluto. Pero esta aparente contradicci¨®n con el proclamado dominio de los no blancos tambi¨¦n tiene su argumento. El continente africano se divide, casi matem¨¢ticamente de Este a Oeste, en pa¨ªses con atletas fondistas y pa¨ªses con velocistas.
La presencia notable de ?frica en el atletismo ol¨ªmpico es directa e indirecta. Los traficantes de esclavos llevaron m¨¢s de 10 millones de negros africanos a Am¨¦rica de los siglos XVI al XIX, especialmente. Desde mediados del siglo XX a los africanos les ofrecen becas en diversas universidades norteamericanas. El rendimiento es doble: durante el a?o dan triunfos a la universidad y en los Juegos o campeonatos internacionales, a su pa¨ªs de origen. En Estados Unidos compiten fundamentalmente con los descendientes de esos esclavos que tras varias generaciones de asentamiento en Brasil, Caribe, Estados Unidos y Canad¨¢, son los integrantes fuertes de esos equipos universitarios de atletismo. La ¨²nica diferencia es que ¨¦stos representan a Estados Unidos.Otros cayeron bajo la influencia brit¨¢nica o francesa y han vuelto como inmigrantes a su metr¨®poli. Esos descendientes de africanos son los protagonistas de los equipos ol¨ªmpicos de Inglaterra y Francia. Incluso Suecia y Holanda tuvieron inmigrantes como consecuencia de las guerras mundiales. Son hombres como ¨¦l decatleta Thompson, hijo de nigeriano, o como la velocista Chantal, la saltadora de altura Evangey-Epee, o Mahmoud, medalla de plata en 3.000 obst¨¢culos, en Francia (que tambi¨¦n tiene influencias norteafricanas); o los equipos brit¨¢nicos de relevos, o la inglesa Tessa Sanderson, campeona de jabalina.Los tres que subieron al podio en 100 metros, en 200 metros y en 400 metros, ten¨ªan una sola caracter¨ªstica en com¨²n: ninguno era blanco. Los doce que subieron al podio en la final de 4XIO0 ten¨ªan el mismo lazo de uni¨®n. En estas mismas pruebas femeninas, s¨®lo la inglesa Kathryn Cogk era blanca. Este procentaje tan elevado de corredores no blancos s¨®lo se encuentra en el gran fondo, mientras que en los concursos y en pruebas de medio fondo la proporci¨®n baja y es inexistente en la marcha.
Estos altibajos entre unas pruebas y otras responden en primer lugar a una anatom¨ªa heredada, a una calidad muscular distinta. Las fibras r¨¢pidas permiten una contracci¨®n r¨¢pida, una conexi¨®n neuromuscular r¨¢pida, y son id¨®neas para ejercicios explosivos. En ?frica parece que la raza negra aut¨®ctona originaria de la Costa Oeste y Centro (Nigeria, Senegal, Costa de Marfil) est¨¢ especialmente dotada de, ellas y que los esclavos que se llevaron proven¨ªan fundamentalmente de esta zona.
Los Carl, Lewis o las Evelyn Ashford americanas han mejorado sus condiciones innatas heredadas con el nivel de vida y los medios t¨¦cnicos puestos a su alcance.
Fondistas de la Costa Este
La diferencia de estos atletas con los de la otra costa, la del Este, es radical. All¨ª los atletas africanos, descendientes de negros y ¨¢rabes, con alguna influencia caucasiana, poseen fibras lentas o mixtas (Kenia, Tanzania, Etiop¨ªa, Somalia) y por ello destacan en pruebas de mediofondo y fondo. Son fibras resistentes, id¨®neas para esfuerzos de largo aliento: los et¨ªopes Mamo, Wolde y Abebe Bikila, los keniatas Rono, Keino, Jipcho y el reciente Korir o el tanzano Ikangaa lo atestiguan.
Todo esto que vale para el atletismo no es extensible a otros deportes, por factores no solamente de anatom¨ªa heredada sino ambientales. En nataci¨®n, por ejemplo, no se ven m¨¢s que nadadores blancos, con la excepci¨®n de asi¨¢ticos, japoneses sobre todo. La explicaci¨®n es que el atletismo es un deporte m¨¢s natural. Correr, saltar, lanzar son movimientos naturales, se pueden hacer en cualquier entorno y no requieren instalaciones, es, en defintiva, m¨¢s barato.
Tambien hay razones t¨¦cnicas y f¨ªsicas. Desde el punto de vista de la duraci¨®n del ejercicio, lo que en nataci¨®n son pruebas de velocidad, corresponden a velocidad prolongada en atletismo; el 100 metros de nataci¨®n equivale a un 400 de atletismo, y el 1.500 a un 5.000.
Tambien influye la orograf¨ªa, por ejempo la altitud de Etiop¨ªa o M¨¦xico. El entrenamiento de altitud da un mayor aporte de ox¨ªgeno de una forma natural, es decir, que se mejora la resistencia. Otro cosa es competir en altitud, que favorece las pruebas r¨¢pidas por una menor gravedad (16 a?os despu¨¦s se mantienen los r¨¦cords de Beamon, Lee Evans y 4x400 de M¨¦xico-68).
Un individuo estandar tiene 50% de fibras lentas y 50% de r¨¢pidas. Un entrenamiento de resistencia puede cambiar ese equilibrio. Pero la mezcla de fibras est¨¢ gen¨¦ticamente predeterminada y nunca se puede cambiar totalmente sus facultades naturales. El recordman mundial de la marat¨®n, Alberto Salazar, tiene un 93%. de fibras lentas.
Se puede alterar la composici¨®n de las fibras musculares. Ya se ha hecho con animales de laboratorio y se cree que en los pa¨ªses del Este se ha logrado con deportistas. Por ejemplo, por estimulaci¨®n el¨¦ctrica se puede forzar al m¨²sculo a reaccionar de forma diferente a como su sistema nervioso le dictar¨ªa normalmente, y aumenta la proporci¨®n de fibras r¨¢pidas. Con el envejecimiento se pierden las fibras r¨¢pidas por falta de uso y se pierde velocidad. Por eso van pasando los atletas de 800 a 1.500 o a 5.000, 10.000 y marat¨®n. Carlos Lopes, con 37 a?os, ha ganado la marat¨®n de los Juegos.
Todo empez¨® en Kenia
Todo el movimiento comenz¨® con Kenia, junto a la independencia de los pa¨ªses africanos. El pa¨ªs de la costa Este es el 689 del mundo seg¨²n su producto nacional bruto (datos de 1981). El deporte es una de las salidas a la pobreza de la sociedad. Durante la rebeli¨®n del Mau Mau, en los a?os 50, los brit¨¢nicos favorecieron la creaci¨®n y promoci¨®n de los programas deportivos para que los j¨®venes tuvieran d¨®nde gastar energ¨ªas.
En los 80, Kenia utiliza el deporte para promocionar su nacionalismo. Para los atletas, destacar en el deporte supone una posibilidad de mejorar su nivel de vida. Todos los chicos de las mesetas keniatas sue?an con alcanzar alg¨²n d¨ªa una beca de atletismo para una universidad americana.
La mayor¨ªa de sus corredores de elite (9 de cada 10) han salido de dos peque?as tribus, los Kisii y los Kalenjin, de las 38 reconocidas en Kenia. ?Por qu¨¦ s¨®lo estas dos tribus, cuando todas llevan una vida similar? Se dice que los ni?os kisii no saben andar, que van corriendo a todas partes, incluso cuando no conviene. Los kalenjin son una tribu de pastores y tienen que hacer grandes distancias para ir a la escuela, o a cuidar animales. El aire puro, la vida campestre y una dieta a base de leche fresca, vegetales y carne completan un entorno favorable para los corredores.
En 1968, cinco a?os despu¨¦s de su independencia, Kenia envi¨® un equipo ol¨ªmpico a M¨¦xico que gan¨® 9 medallas (3 de oro, 4 de plata y 2 de bronce). El oro fue de de Keino (1.500), Biwott (3.000 obst¨¢culos) y Temu. (10.000).
El ¨¦xito se achac¨® a que estaban acostumbrados a la altitud, por vi
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vir normalmente al mismo nivel de M¨¦xico; pero este argumento se vino abajo en los Juegos de la Commonwealth y en los siguientes Juegos Ol¨ªmpicos. Obtuvieron seis en Munich, y no volvieron a competir hasta este a?o en Los ?ngeles, donde han obtenido en atletismo una de oro y otra de bronce (¨¦sta ganada por Musioki en 5.000 metros, al confirmarse el d¨®ping de Vainio, ver la segunda edici¨®n de EL PAIS del martes). Chesire fue cuarto en 1.500 metros, detr¨¢s de Abascal.De Kenia salieron Henry Rono, a¨²n recordman mundial de los 3.000 obst¨¢culos, y actualmente alcoh¨®lico; Kip Keino, campe¨®n en 3.000 obst¨¢culos, y plata en 1.500 en Munich-72; Naftali Temu, el primer keniata en ganar una medalla de oro. Ben Jipcho, el m¨¢s famosos millero profesional del circuito estadotinidense de los a?os 70; Mike Boit, veterano finalista a¨²n en Helsinki y que vive en Oreg¨®n; Henry Rono, Julius Korir, campe¨®n de los 3.000 obst¨¢culos en Los ?ngeles, o Wilson Waigwa, finalista en 5.000 metros.
En los ¨²ltimos a?os la novedad ha sido Tanzania, con sus corredores de fondo. Desde que Bayi bati¨® el r¨¦cord mundial de 1.500 y gan¨® los Juegos de la Commonwealth, numerosos corredores tanzanos se han hecho famosos, sobre todo en la marat¨®n. El domingo Ikangaa fue sexto, Masong, 21? y Shalianga el 222. Juma Ikangaa quiere estudiar econ¨®micas en EE UU. Le han ofrecido becas, pero es militar y no le dan permiso.
Suleiman Nyambui, segundo en los 5.000 de Mosc¨², estudi¨® en la universidad de El Paso y ha sido varias veces campe¨®n universitario de EE UU. All¨ª sigue junto a Zacharias Barie y Filbert Bayi.
Guidamis Shahanga fue campe¨®n de la marat¨®n de la Commonwealth en 1971 y 1982, y primero en 10.000 metros. Gan¨® la marat¨®n preol¨ªmpica de Los ?ngeles. En 1981 ingres¨® en la universidad de El Paso. Es campe¨®n universitario de Estados Unidos en 5.000 y 10.000 metros.
Desde septiembre de 1982 Agapias Masong est¨¢ en la Ranger Jr. College de Tejas. Es subcampe¨®n mundial de marat¨®n.
Etiop¨ªa
Pero adem¨¢s de Kenia, Tanzania, Uganda o Somalia, un pa¨ªs que no estuvo en Los ?ngeles destaca m¨¢s que los tres ¨²ltimos: Etiop¨ªa y sus hombrecillos verdes. Al estar bajo la influencia sovi¨¦tica, los fondistas de este pa¨ªs se tienen que contentar con realizar giras por Europa, correr los cross invernales, con muchos ¨¦xitos y poco dinero y, desde la pr¨®xima semana, con participar en los Juegos alternativos de Mosc¨².
La mayor¨ªa de estos atletas pertenecen a las Fuerzas Armadas. Desde Abebe Bikila, doble campe¨®n ol¨ªmpico de marat¨®n en 1960 y 1964, no han cesado los ¨¦xitos et¨ªopes en la larga distancia. Mamo Wolde se lo reclam¨® campe¨®n ol¨ªmpico de marat¨®n en 1968. Moharrimed Kedir, campe¨®n mundial de cross en Roma, fue tercero en los 10.000 metros de Mosc¨²-80. Eshetu Tura tambi¨¦n fue bronce en los 3.000 metros obst¨¢culos de los Juegos de Mosc¨². Bekele Debele se proclam¨® campe¨®n mundial de cross en Newcastle, y Miruts Yifter, doble campe¨®n ol¨ªmpico en Mosc¨² en 5.000 y 10.000 metros.
Kenia y Etiop¨ªa son los m¨¢s destacados representantes de la costaEste africana, caracterizada por la abundancia y calidad de sus fondistas; as¨ª como Nigeria y Costa de Marfil, en la costa Oeste, dan los mejores velocistas de ?frica:
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